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13 septiembre, 2022

Dilaciones nacionales: Massa no termina de resolver los subsidios a los colectivos y el proyecto sigue trabado

No hay señales concretas de un aumento de subsidios para el interior y la pulseada del AMBA dejó sabor amargo. La negociación en el Congreso sigue trabada y los servicios penden de un hilo en casi todas las provincias frente al aumento de costos.

Dilaciones nacionales: Massa no termina de resolver los subsidios a los colectivos y el proyecto sigue trabado

«Esto es algo que tiene que resolver Sergio Massa con su firma, en vez de estar dando tantas vueltas para un proyecto de ley que si sale, va a salir el año que viene, cuando la situación del transporte sea mucho peor», vaticinó el jefe de un bloque opositor en la Cámara de Diputados este jueves.

Con ese reclamo se refirió a la olla a presión que se sigue calentando en torno a los subsidios públicos para el transporte público automotor en todo el país. La expresión refleja una parte del debate que lleva meses dentro del Congreso. En los últimas dos semanas se comenzó a sentir con fuerza durante la noche por el lock out patronal de las empresas de colectivos del Área Metropolitana que cortaron o redujeron sensiblemente los recorridos desde las 10 de la noche hasta las cinco de la mañana.

 

Las diferencias federales

La manta de los subsidios se acorta en dos territorios y parece achicarse más en los próximos meses. A la pelea de los empresarios para destrabar los pagos de los subsidios adeudados se suma la situación del transporte urbano de pasajeros en las 23 provincias. Hasta ahora hubo destinados 38 mil millones de pesos pero, según sostienen las cámaras locales, alcanzarán hasta septiembre y octubre. Para evitar llegar a ese cuello de botella, surgió la iniciativa impulsada por la diputada Jimena López, del Frente Renovador. La legisladora massista propone declarar la emergencia del transporte automotor y elevar el fondo compensador a 59.500 millones de pesos.

El derrotero de ese texto ya lleva dos meses y sobrevivió a un intento de revisión de la exministra Silvina Batakis. Apenas asumió el control de la cartera económica le puso el ojo a ese incremento pero no pasó del amague porque detrás de esa iniciativa está la urgencia de los gobernadores que ya vienen advitiendo que no pueden sostener más tiempo los subsidios provinciales en una ecuación donde el boleto ya es mucho más caro que en el Área Metropolitana y en algunos casos roza los 80 y 100 pesos.

Los funcionarios provinciales y nacionales vinculados al transporte automotor admiten que no sólo hay una diferencia vinculada a la cantidad de pasajeros y a las distancias que hay en distintas localidades del interior en comparación con el AMBA. También hay una cuestión vinculada al alcance que tiene el subsidio estatal y la tarifa sobre los costos operativos de cada línea. En el AMBA la proporción entre la tarifa y el subsidio que alcanza a cubrir los costos es de una relación de 90% aportado por el estado y 10% por el boleto. En el interior la ecuación cambia y varía entre un aporte estatal del 55% al 65% y la tarifa completa esa ecuación en un 35% al 45%.

Es la parte variable más sensible para el público porque en los próximos meses seguirá empujando el costo del boleto en la medida que el tratamiento de la ley de emergencia para el transporte siga estancada. Aún así las empresas dicen que hay un «atraso tarifario» del 70%, pero el argumento es parte de las presiones del sector para evitar el recorte de los subsidios, un fantasma que crece con el correr de las semanas.

Los gobernadores no esperan el proyecto

Tan urgidos están los gobernadores de todo signo político, que todos los integrantes de la Comisión de Transporte, que conduce el radical jujeño Jorge Rizzotti, firmaron un dictamen para el proyecto de ley que aumenta los subsidios. Dentro de poco cumplirá dos meses sin nuevos movimientos porque también tiene giro a la Comisión de Presupuesto, que preside Carlos Heller (FdT) y hasta ahora no hay señales de avance. El tema fue el plato fuerte de la reunión que este martes concretaron el ministro de Transporte, Alexis Guerrera con la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau. También estuvo Rizzotti, que responde directamente al gobernador de Jujuy y titular del Comité Nacional de la UCR, Gerardo Morales.

«No podemos postergar todavía más la definición por el tema de los subsidios al transporte; tenemos dictamen para dar una solución en parte, hasta fin de año, y es un tema que podemos ayudar a resolver desde Diputados. Urge un acuerdo para una legislación que de una vez establezca criterios igualitarios, coherentes para una distribución equitativa», insistió Rizzotti para empujar el proyecto que combina el interés de los gobernadores con el vínculo que mantienen Morales y Massa. El problema es que el proyecto fue impulsado cuando el tigrense estaba al frente de la Cámara Baja y ahora esta del otro lado del mostrador: deberá encargarse de aplicar un ajuste sobre los subsidios que también incluirán a los del transporte. Quizás por eso ahora no aparece un horizonte concreto para ese proyecto de ley.

Una parte de las incógnitas sobre su futuro la definirá la presentación del Prespuesto 2023 que ingresará a la Cámara el 15 de septiembre. En ese plan de cuentas estarán las previsiones para los subsidios al transporte del año que viene. Se sumará otro frente de negociación al debate para aumentar las partidas de este año a 59.500 millones de pesos.

Mientras se complican los tiempos para definir una salida para la situación en el interior del país, en el Área Metropolitana la última pulseada entre Transporte y los empresarios dejó otro equilibrio inestable. El lock out que dejó a los pasajeros sin colectivos durante más de 10 días se terminó porque Transporte pagó las partidas que debía, pero sus funcionarios advierten que las empresas siguen presentando un total de recorridos que no coincide con los cálculos que realizan en el Gobierno.

«Hay un sobredimensionamiento de lo que reclaman, porque ha quedado demostrado que si bien hubo una reducción del 20% de los recorridos durante el lock out, no hubo grandes problemas ni largas colas», sostienen en Transporte y minimizan el calvario que implicó para los pasajeros habituales nocturnos y quienes vuelven o van a su lugar de trabajo.

 

*iP