- En la Cámara alta hay 3 senadores por provincia, dos por la lista que obtiene más votos y uno por la segunda.
- En la Cámara de Diputados las provincias tienen una representación vinculada con su población.
- Los escaños entre las distintas listas de diputados se dividen de acuerdo a una fórmula matemática conocida como D’Hont.
Como ocurre cada dos años, en estas elecciones se va a renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado. La Cámara alta tiene un sistema simple: se eligen tres senadores por provincia, dos por el partido que obtiene mayor cantidad de votos y uno por la agrupación que obtuvo el segundo puesto. Pero la Cámara de Diputados de la Nación tiene un sistema proporcional más complejo, llamado D’Hont. Te contamos cómo funciona la elección de representantes en cada Cámara.
Cámara de Senadores
La Cámara alta, compuesta por 72 representantes, tiene un sistema sencillo. Hay tres senadores por provincia y en cada elección se renuevan los representantes de 8 provincias, es decir, 24 legisladores. En esta elección votarán senadores nacionales la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las provincias de Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego.
Resultan electos dos senadores por la lista que obtuvo más votos y uno por la que logró el segundo puesto. Estos legisladores tienen seis años de mandato.
Hasta la reforma constitucional de 1994, la Cámara alta tenía dos representantes por provincia, que eran elegidos por las legislaturas provinciales.
Cámara de Diputados
La Cámara baja está compuesta por 257 miembros, que tienen cuatro años de mandato. Se renueva la mitad cada dos años y, a diferencia del Senado, cuenta con un sistema que, aunque no es exacto y está desactualizado respecto a la población actual, reparte las bancas por provincia de acuerdo a su población. Por eso, la Provincia de Buenos Aires tiene 70 diputados nacionales y Tierra del Fuego sólo cinco. Todas las provincias renuevan la mitad de sus diputados nacionales cada dos años.
Este año se renuevan 130 representantes de la Cámara baja. Cada agrupación presenta una lista de candidatos acorde a la cantidad de bancas que se ponen en juego en su distrito. Por ejemplo, en la Provincia de Buenos Aires donde este año se renuevan 35 bancas, cada agrupación debe presentar 35 candidatos. Una vez finalizada la elección, se hace el escrutinio y para definir cuántas bancas le corresponden a cada agrupación entra en juego el sistema D’Hont. Se trata de una fórmula matemática que se realiza así:
– Primero, se excluyen todas las listas que no hayan superado el piso del 3% del padrón electoral del distrito.
– En segundo lugar, se divide el total de los votos válidos obtenidos por las listas restantes por uno, dos, tres y así sucesivamente hasta llegar al número total de los cargos que se deben cubrir.
Por ejemplo, si se reparten 5 bancas entre tres partidos, y la lista A obtiene 5.000 votos; la B, 3.000 y la C, 2.000, se deberá dividir ese número por 1, 2, 3, 4 y 5 (el número de cargos a cubrir en el Congreso).
El resultado será:
Lista A: 5000/1=5000; 5000/2=2500; 5000/3=1666,66; 5000/4=1250; 5000/5=1000
Lista B: 3000/1=3000; 3000/2=1500; 3000/3=1000; 3000/4=750; 3000/5=600
Lista C: 2000/1=2000; 2000/2=1000; 2000/3=666,66; 2000/4=500; 2000/5=400
– Luego se ordenan los resultados de las divisiones de mayor a menor, ya que los cargos a repartir se asignarán a las mayores cifras. Si se reparten 5 cargos serán a las 5 cifras más altas:
5.000 (Lista A)
3.000 (Lista B)
2.500 (Lista A)
2.000 (Lista C)
1.666,66 (Lista A)
1.500 (Lista B)
1.250 (Lista A)
Etc.
En este ejemplo, la lista A obtiene tres escaños, mientras la lista B y la lista C obtendrán un escaño cada una.
El método D’Hont, ideado por el jurista y matemático belga Victor D’Hont en 1878, se usó por primera vez en la Argentina en 1957, durante la Convención Constituyente convocada por el gobierno militar conocido como “Revolución Libertadora”. Se utiliza también en países diversos como Chile, Dinamarca, España, Finlandia y Francia.
¿Qué críticas tiene este sistema?
“Como tal, el sistema D’Hont no tiene críticas importantes salvo que tiende a favorecer un poco más al partido que tiene más votos”, explicó a Chequeado Ana María Mustapic, directora del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella.
La especialista aclaró que este sistema opera estrictamente en forma proporcional cuando el número de diputados que se elige es mayor a 9 diputados. “A medida que son menos los diputados a elegir, el sistema se hace mayoritario, esto significa que favorece más al partido que más votos tiene. Esto que los especialistas llaman ‘sesgo mayoritario’ sucede claramente cuando se eligen dos o tres diputados”, agregó Mustapic.
Actualmente, hay diez provincias que tienen sólo cinco representantes en la Cámara baja, que es el mínimo fijado por la Ley 22.847: Catamarca, Chubut, Formosa, La Pampa, La Rioja, Neuquén, Río Negro, San Luis, Santa Cruz y Tierra del Fuego. Estas provincias renuevan 3 diputados en una elección y 2 diputados en la elección siguiente (o viceversa), dos años después.
El investigador del Conicet y profesor de Ciencia Política de la Universidad de San Andrés Diego Reynoso coincidió en señalar, hablando con este medio, el “sesgo mayoritario”, por lo que “los más críticos son los simpatizantes de partidos más pequeños”. Aún así, lo consideró un buen sistema, “ya que permite reducir un poco los incentivos a la fragmentación que hoy tiene el sistema electoral argentino, al menos en los distritos con magnitudes grandes”