7 abril, 2021
El hotel cinco estrellas dio a conocer esta decisión a su personal, los que cobrarán durante los próximos meses el 50 por ciento del salario
El lunes el hotel Sheraton ubicado en Mar del Plata cerró de manera temporal, lo que generó incertidumbre en más de 80 empleados que no sabrán que sucederá con su trabajo.
Por lo pronto, según confirmaron desde la agrupación hotelera y gastronómica 25 de Mayo, por los próximos meses cobrarán solo una parte de su salario.
Esta decisión se basó en el artículo 223, que posibilita la suspensión por fuerza mayor y, en la práctica, al trabajador se le reduce el sueldo a más de un 50%. A su vez, tampoco acumulan vacaciones ni aguinaldo.
El establecimiento comunicó a su personal que su reapertura podría llegar a ser recién en vacaciones de invierno. Si bien desde el hotel están advirtiéndole a los trabajadores de la situación, en ningún momento le dieron información de lo que sucedería.
El establecimiento comunicó a su personal que su reapertura podría llegar en vacaciones de invierno
A la par de estos movimientos, en Córdoba el mes pasado seguía adelante el proceso de cierre del Sheraton local con un programa de retiros voluntarios en marcha y la búsqueda de un inversor para el traspaso de la marca. El alojamiento empleaba a 95 personas de forma directa casi 50 en modalidad indirecta.
Quinto Centenario, a cargo del hotel, viene ofreciendo indemnizaciones que no superan el 65 por ciento de los montos que corresponden, pagos en cuotas de esos mismos montos y también bajo la opción del cheque. En tanto el emprendimiento se encuentra cerrado desde marzo, la firma mencionada tampoco abonó los respectivos aguinaldos.
Córdoba acaba de perder a uno de los principales alojamientos de la cadena Amérian, que terminó por cerrar de forma definitiva por variables como la desaparición del turismo y la falta de auxilio oficial.
«Fue inviable sostener las operaciones por la baja demanda, la falta de ingreso en los últimos 11 meses, y la ausencia de ayuda estatal para soportar esta crisis», informó Roberto Amengual, titular de la compañía. El Amérian ahora fuera de funcionamiento contaba con 116 habitaciones. Para compensar costos requería de una ocupación promedio del 60 por ciento. Tras la salida de la cuarentena nunca alcanzó el 40.
Golpeados de lleno por la ausencia total del turismo internacional y un movimiento interno que no pasa de lo simbólico, los hoteles de la Ciudad transitan un segundo año de desastre inédito. Según organizaciones del sector consultadas por iProfesional, alrededor del 80 por ciento de los alojamiento permanece cerrado, mientras que los niveles de ocupación son paupérrimos.
Integrante de la AHRCC, la asociación que integra a los hoteles, restaurantes, bares y confiterías de la Ciudad, Gabriela Akrabian, titular de la cámara de hoteles porteña, dijo a este medio que la demanda es de entre un 5 y un 8 por ciento.
«Con ese nivel de ocupación no se cubren ni los gastos de la gente que viaja para trabajar. Por eso la mayoría permanece cerrado», comentó. La directiva sostuvo que la estrategia de los establecimientos de lanzar promociones ininterrumpidas «no está haciendo gran diferencia», como así tampoco «el alquiler de espacios para usuarios corporativos».
«Cada hotel inició su readaptación según las características de los alojamientos, pero ni siquiera los que cuentan con instalaciones que pueden ser utilizadas por ejecutivos o empresas están logrando revertir los números en rojo», afirmó.
En diálogo reciente con iProfesional, Ariel Amoroso, presidente de la AHRCC, se pronunció en un tono similar. Afirmó que Capital Federal es la plaza donde más se derrumbó la demanda hotelera por efecto de la falta de turistas y asistentes a congresos o conferencias.
«Hotelería y gastronomía son, según el INDEC, los rubros que más cayeron desde que irrumpió la pandemia. Todo el 2020 fue terrorífico para el sector y este año ya lo damos por perdido. En el interior del país hubo lugares donde sí hubo temporada, que trabajaron relativamente bien por la presencia de turismo interno. Acá llevamos un año sin actividad y la perspectiva es peor por la situación de contagios», dijo.
«La ocupación en Buenos Aires siempre es circunstancial. Los pocos hoteles que operan reciben muy poca gente y por dos o tres días. Son personas que tienen que venir a la Ciudad por trámites, cuestiones de salud o familiares. No mucho más que eso. Fuera de eso la demanda es totalmente inexistente», remarcó.
Amoroso comentó que, en el ámbito de la hotelería, prevén que la actividad recién comenzaría a «normalizar» sus números a partir de 2022 o 2023.
Fuentes ligadas a la actividad señalan que, hoy por hoy, casi el 30 por ciento de la capacidad hotelera porteña se encuentra a la venta en plataformas de Internet.
Hace escasas semanas, el sitio iProfesional constató que sólo en sitios como Argenprop el total de alojamientos -o instalaciones que funcionaron de esa forma en los últimos meses- puestos a la venta suma 189. Y en el sector sendos referentes de la actividad dan por descontado que ese acumulado se incrementará fuerte en este primer trimestre de 2021.
*iP