12 agosto, 2021
La directora de Fiscalización Hídrica de la subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia, Betina Laurenzano, explicó que “las industrias, y entre ellas la petrolera, solicitan permisos de policía que son en los que les autorizamos un máximo caudal que pueden captar en el año, que es un nivel que prácticamente nunca se alcanza, pero que aún así es ínfimo, y aún si todas estas industrias dejaran de tomar agua, el ahorro que harían no sería sustantivo”.
De acuerdo a un corte realizado al 5 de agosto, el río Limay tenía un caudal de 300 metros cúbicos por segundo aguas debajo de Arroyito, un tramo en el que los permisos de toma de agua para la industria suman 0,52 metros cúbicos por segundo, es decir, el 0,16% del caudal del río.
A diferencia de otros ríos, sobre el Limay son pocas las industrias activas, siendo principalmente la central térmica Agua del Cajón y el yacimiento del mismo nombre, ya que instalaciones como la PIAP no están en funcionamiento.
Sobre el río Colorado, en la zona norte de Neuquén, los permisos de todas las industrias suman 1,06 metros cúbicos por segundo sobre un caudal que al 5 de agosto era de 41 metros cúbicos por segundo.
El río Neuquén tiene un máximo de autorizaciones de captación para las industrias de 4,5 metros cúbicos por segundo, por lo cual con el caudal que el tuvo el pasado 5 de agosto representó el 12,8% del agua en curso. Pero el Neuquén es un río que varía fuertemente su caudal no solo en sus diversos tramos, sino también en la temporada de riego que comenzará en pocos días y que elevará el caudal a unos 140 metros cúbicos por segundo.
Con ese mayor volumen, los permisos de uso del agua para industria pasarán a representar el 3,2% del agua pasante.
En detalle, sobre el tramo anterior a Portezuelo grande el caudal al 5 de agosto era de 87 metros cúbicos por segundo y los permisos para áreas como Fortín de Piedra, Aguada Pichana Oeste y Rincón del Mangrullo suman un máximo de 0,92 metros cúbicos por segundo.
En el tramo que va de Portezuelo Grande a El Chañar el caudal es mínimo ya que es regulado y en el día del estudio era de 8 metros cúbicos por segundo. Sobre ese tramo los permisos dados a desarrollos como Bajada de Añelo, Loma Campana y Lindero Atravesado suman 2,32 metros cúbicos por segundo aunque varios de los permisos corresponden a proyectos de acueductos que no están terminados, y por ende no están tomando agua.
En el tramo Embalse Los Barreales – Mari Menuco no hay un caudal sino que se trata del agua de los lagos. En estos casos los permisos están dados a las centrales térmicas de Loma La Lata, la planta Turbo Expander y algunos bloques petroleros que pueden consumir un máximo de 0,63 metros cúbicos.
Por último, el tramo ubicado aguas abajo del compensador del Chañar y hasta la Confluencia, tiene un caudal de 35 metros cúbicos por segundo pero se elevará a 140/150 con el inicio de la temporada de riego. En ese sector hay permisos dados a áreas como Lindero Atravesado, Centenario y Río Neuquén que suman 0,59 metros cúbicos por segundo.
De acuerdo a la información oficial de Recursos Hídricos, en el río Limay las industrias pueden captar hasta el 0,3% del caudal, el consumo que realizan las ciudades representa el 0,5%, el riego asciende al 1% y el 98,2% del caudal es remanente que pasa por la zona y conforma luego el río Negro.
En el caso del río Neuquén, las ciudades toman el 2,1% del agua, las industrias hasta el 4,5%, el riego representa el 55,7% y el remanente del caudal es del 37,6%, que también pasa a formar luego el río Negro.
“Las industrias pueden utilizar además agua de pozo pero que no sea apta para consumo humano ni para industria, y con el requisito de contar con un acuífero de más de cien metros”, indicó Laurenzano y detalló que “nosotros priorizamos que se tome el agua del río, porque a diferencia de los acuíferos, el agua del río termina en el mar”.