7 julio, 2023
Argentina le ofreció un buque con cisterna a Uruguay para hacer frente a la falta de agua. A través de una nota, la Cancillería puso a disposición además una planta móvil y operarios para la producción. El gobierno de Luis Lacalle Pou aceptó la ayuda, aunque pidió a esperar para hacer uso.
La situación del país vecino es extrema y debido a la sequía no pueda potabilizar agua.
Este 2023 se convierte en año de alarma por el agua en Uruguay y eso se ve en la calle con carteles en comercios que promocionan bidones de agua y en gente cargando fundas de botellas.
Tres años de sequía, la más larga y pesada de la historia del Uruguay, dejaron a Paso Severino prácticamente sin agua para sacar, y eso llevó a que las autoridades decidieran combinar esa agua con la que comenzaron a extraer del Río de la Plata, pero eso supone combinar agua dulce con agua salada, y eso comenzó a notarse en el servicio., al punto que el sodio superó lo posible para el consumo humano. El gobierno comenzó a garantizar agua mineral embotellada, dos litros por persona, pero se hace absolutamente escaso para las actividades de los principales conglomerados afectados.
¿Por qué se llegó a esta situación límite? Por falta de inversiones alternativas a Paso Severino de proyectos que quedaron esperando. Mientras el gobierno uruguayo espera lluvias salvadoras que no están en el pronóstico para estos días, ya comenzaron a llegar ayudas.
El gobierno de Alberto Fernández ofreció ayuda a su par uruguayo, Luis Lacalle Pou, para paliar la problemática ante la falta de agua que padece el vecino país. A través de una nota fechada el martes 4 de julio, la Cancillería puso a disposición un buque con cisterna de 300 toneladas de capacidad de agua, proviso por Agua y Saneamientos Argentinos (Aysa).
Según supo la agencia Noticias Argentinas de fuentes cercanas al canciller Santiago Cafiero, la administración argentina envió un buque perteneciente a la Armada Argentina del tipo «aviso», con capacidad de 300 toneladas de agua y además una planta potabilizadora móvil con una producción de 1700 sachet de medio litro por hora y operarios necesarios.
Se trata de unidad naval militar, rápida, que traslada la asistencia ante la escasez hidráulica que somete al Uruguay. Desde hace más de dos meses, su población debe consumir agua dulce mezclada con agua salada debido a las sequías, y a riesgo de quedarse sin agua potable, el Gobierno tomó una serie de medidas para el cuidado de su uso.
En la nota formal enviada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Culto remarcaron que el ofrecimiento del Gobierno Nacional «está destinado a dar respuesta a las poblaciones vulnerables afectadas por la crisis hídrica, centradas en la ciudad de Montevideo y la zona Metropolitana.
A pesar de las tensiones de los últimos días, en el marco de la Cumbre del Mercosur llevada a cabo en Puerto Iguazú, provincia de Misiones, desde la Cancillería uruguaya agradecieron y aceptaron el ofrecimiento, pero pidieron esperar antes de hacer uso.
«Al tiempo de agradecer y aceptar dicho ofrecimiento, hace saber que, en razón de la dinámica de la situación bajo permanente evaluación, hará conocer la oportunidad del mismo», aclararon a través de un escrito.
Tras dos noches de lluvias, el presidente de Obras Sanitarias del Estado (OSE), Raúl Montero, aseguró que la emergencia por el inminente agotamiento de las reservas de agua estiró su margen y brindó alivio a las autoridades.
El pasado 19 de junio, el presidente uruguayo Luis Lacalle Pou decretó la emergencia hídrica para Montevideo y alrededores, y anunció una serie de medidas para paliar la situación.
Una de las soluciones provisorias es la construcción de un embalse en la zona del Río San José, al oeste la ciudad, junto a un sistema de cañerías. Según prometió, estaría construido en un máximo de 30 días.
Por otra parte, Lacalle Pou promovió la exoneración de impuestos al agua embotellada, que estaba gravada con un 22% de IVA y un 10,5% del Impuesto Específico Interno (Imesi).
El gobierno también creó un fondo para canalizar los gastos que se requieran en la crisis hídrica y anunció que más de 500.000 personas recibirán dos litros de agua embotellada por día.
Esta situación que expone a Uruguay sin agua, teniendo el río más ancho del mundo, muestra cuan real es el cambio climático y el impacto que puede tener en la vida del planeta, además de ser un fuerte mensaje para otros países en términos de planificación y proyección.