14 marzo, 2021
CON LA ÚLTIMA REMESAS QUE LLEGÓ EL VIERNES, EL GOBIERNO ESPERA INMUNIZAR A UN MILLÓN DE PERSONAS
Hay sectores económicos que necesitan que avance decididamente el plan vacunatorio. Son los sectores más afectados por las restricciones sanitarias. Y los permitidos reaccionaron por debajo de sus posibilidades.
Las chances de recuperación de la economía argentina quedaron bajo la sombra de la política sanitaria y el aletargado plan de vacunación contra el Covid-19, ya que de esto depende un cuarto del valor agregado de en el PBI de la Argentina.
Con la última remesa arribada el viernes desde Rusia, el Gobierno tiene la expectativa de conseguir darle la primera dósis de la vacuna Sputnik V a un millón de personas. Es clave.
“La significativa ponderación en el PIB que tienen los sectores que dependen de la inmunización de la población para su recuperación plena, permite mensurar el costo económico de demoras en la compra y aplicación de las vacunas”, remarca un informe económico del Ieral, el instituto de análisis de la Fundación Mediterránea.
A noviembre pasado, cuando una gran parte de los sectores habían comenzado a operar con una recuperación de, 2,7% interanual, aquellas actividades más afectadas por el distanciamiento caían todavía a un ritmo de -15,7%.
Hay sectores que han recortado en forma significativa la caída, pero sin el efecto multiplicador esperado, dice el Ieral
El trabajo recuerda que hasta el viernes pasado, en Argentina se suministraron 1,18 dosis de vacuna cada 100 personas, lo que compara con 1,94 promedio mundial y 5,58 dosis cada 100 aplicadas en Chile, país que está segundo en el ritmo de inmunizaciones a nivel global.
El rubro más afectado por las restricciones es por lejos el de hoteles y restaurantes, con una caída del 53,2% que explica claramente por qué cerraron numerosos establecimientos, aunque su participación en la torta del PBI es de 1,8%.
También el transporte y las comunicaciones tuvieron una caída grande: -18,2% de impacto pero con una participación mayor en el PBI del 8,3%.
“Aún cuando ese ‘resto’ de la economía, que incluye industria manufacturera, el agro, intermediación financiera, comercio y construcción, entre otros, continuara con la tendencia de recuperación verificada en los últimos meses, el nivel de actividad se vería frenado en su trayectoria si los sectores más afectados por el Covid siguen funcionando con las limitaciones observadas”, advierte el trabajo.
Ese un cuarto de la economía más afectado por la pandemia “depende más de la eficacia de la política de salud, que de eventuales medidas de estímulo fiscal o monetario”, enfatiza. Y, dentro del resto, “hay sectores que han recortado en forma significativa la caída, pero sin el efecto multiplicador esperado, en parte por las mismas razones”, subraya.
Por otro lado, el Ieral recordó una regla que trasciende a los gobiernos de turno: la aceleración de la inflación tiende a contraer el consumo y a complicar a los oficialismos, tal como pasó en 2019 cuando la demanda cayó 6,6% anual, con una inflación promedio de 3,6% mensual.
“Estos antecedentes explican la preocupación del gobierno por la marcha de la inflación y su intención de encorsetar esta variable en el 29% anual, junto con el reciente anuncio de una pauta cambiaria de 25 % para el 2021”, explicó el trabajo de los economistas Guadalupe Gonzalez y Jorge Vasconcelos bajo el título: Tres factores que operan como un lastre para el rebote de 2021; ¿pueden ser removidos?
Dada la diferencia entre las condiciones iniciales de 2021 en relación a las de 2020, para acercar la inflación de este año a la de 2020, se necesitaría recortar el déficit primario del sector público en 4 puntos del PIB, de 6,5 puntos en 2020 a un guarismo en torno a 2,5 % del PIB en 2021. El presupuesto, sin embargo, lo prevé en 4,2%.
Los analistas remarcan que la falta de consistencia entre la política cambiaria y la fiscal es un clásico de la historia económica argentina, sobre todo para períodos electorales, y sus consecuencias son conocidas.
Desde la pérdida de competitividad internacional de las industrias locales hasta la presión creciente sobre las reservas del Banco Central, de la mano de una elevada brecha cambiaria. “La proliferación de controles y restricciones está generando inflación en dólares en insumos y partes”, alertan.
Por escasez, hay precios (como las cubiertas de camión) que casi triplican los vigentes en países vecinos. El precio relativo de los granos con respecto a las camionetas ha mejorado, pero menos que lo esperable en función de las cotizaciones de Chicago.
Una puntualización del trabajo del Ieral: los primeros datos disponibles de 2021 vinculados al consumo no son negativos. Pero está influyendo una temporada de verano atípica, con millones de argentinos sin salir del país y derivando parte de sus gastos habituales al mercado interno.
Como referencia, entre diciembre de 2018 y febrero de 2019, los viajeros al exterior totalizaron 3,2 millones de personas, cifra que esta temporada puede haberse achicado a menos de 500 mil.
Pero, de aquí en adelante, la inflación y el desempleo pueden afectar la dinámica del consumo, concluyen.
*IERAL, LV