16 mayo, 2022
Algunos senadores buscan la forma de reflotar la iniciativa que se dejó en suspenso. La presión de Grabois y lo que se evalúa en la Cámara alta
Secreto Bancario: el kirchnerismo insiste para levantarlo y el BCR resiste
Los senadores del kirchnerismo evalúan la posibilidad de volver a avanzar con el proyecto para levantar el secreto bancario, fiscal y bursátil que había quedado archivado a pedido del Banco Central y que ahora es reclamado por una agrupación liderada por Juan Grabois, que está «corriendo por izquierda» al bloque oficialista.
El proyecto se había presentado en conjunto con el que establece un «blanqueo» de fondos y bienes de argentinos sin declarar en el exterior para cancelar la deuda con el FMI, pero mientras esta iniciativa se aprobó el último jueves en el Senado, la flexibilización del secreto bancario quedó congelada.
Ello se debió al pedido que le hizo llegar el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, a la conducción del interbloque Frente de Todos. El funcionario advirtió que «hay cosas en el proyecto incompatibles con el sistema» y señaló el riesgo de que su avance desatara una corrida financiera, según confirmaron altas fuentes parlamentarias a iProfesional. El planteo de Pesce afectó el consenso interno del interbloque.
Ahora, tras el avance del proyecto de «blanqueo» de bienes sin declarar, algunos de los senadores que responden a la vicepresidenta Cristina Kirchner, con el neuquino Oscar Parrilli a la cabeza, buscan rescatar el proyecto que flexibiliza el secreto bancario montados en una «presión popular» para descubrir «quiénes fugaron» dinero.
Parrilli fue uno de los impulsores del proyecto y no descarta volver a avanzar con el tema.
Esas fueron las definiciones que dieron los propios legisladores K cuando el Comité de Acreedores de la Deuda Interna (CADI) que lidera Grabois e integran dirigentes sociales, políticos y sindicales les reprochó el congelamiento del proyecto durante una reunión pública en el Senado.
Según deslizó un operador de la bancada oficialista del Senado, «cuando el proyecto se frenó en abril y poco antes de la presión que les metió Grabois, Parrilli volvió a la carga» y le pidió al jefe del interbloque, José Mayans, que lo reactivara.
Así el oficialismo convocó a un plenario de comisiones para revitalizar la iniciativa que plantea extender las excepciones al secreto bancario, fiscal y bursátil pero horas después la citación se canceló por falta de consenso interno.
La idea de buscar la manera para volver a poner el tema en agenda surgió luego del fuerte reproche que les hizo Grabois en público a senadoras de indiscutible pedigrí kirchnerista como Anabel Fernández Sagasti, Juliana di Tullio y al propio Mayans, pero tampoco es ajena a la disputa interna con el presidente Alberto Fernández.
El intento de reflotar la iniciativa desafía al Banco Central, que pidió desactivarla.
«No se puede desvincular el tema de la interna general del Gobierno, porque el que se resiste al proyecto es el Banco Central, es Pesce, que responde a Alberto», deslizó a iProfesional una fuente conocedora del agitado clima que se vive hacia dentro del Frente de Todos.
El Comité de Acreedores de la Deuda Interna (CADI) que encabeza Grabois lo integran figuras como el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, el director del Banco Nación Claudio Lozano, el afamado sociólogo Atilio Borón y el dirigente de la CTA Hugo Godoy, entre otros.
El último miércoles, en la conferencia de prensa que brindaron los senadores del Frente de Todos con la presencia de ese comité, Grabois los interpeló: «No tener hoy un informe oficial que diga, al menos a nivel popular, cuánto, cómo y quiénes fugaron es responsabilidad de la bicameral». Así se refirió a la Comisión Bicameral de Control de la Deuda Externa del Congreso, que todavía no se constituyó.
«Supuestamente, hay una lista de quiénes fugaron dólares que está en poder de la presidencia de la comisión y no de toda la comisión», protestó el dirigente al tiempo que apuntó contra la inactividad de la Bicameral.
Grabois reclamó públicamente al bloque que avance la investigación sobre la «fuga».
Mayans, ex presidente de ese cuerpo hasta el año pasado, se defendió al señalar que «el acceso a datos bancarios lo tiene que pedir un juez, mientras haya secreto bancario» y subrayó que hay una «cuestión de legalidad». Por su parte, Fernández Sagasti y Di Tullio le recordaron a Grabois que para eso está el proyecto que levanta el secreto bancario.
Ante el reclamo, los senadores kirchneristas señalaron que recibieron «presiones de todos los sectores» para impedir que avance el proyecto. Una alusión velada a Pesce. Fernández Sagasti subrayó que el único modo de «descubrir quiénes fugaron» es con la ley de flexibilización del secreto bancario y fiscal.
La vicepresidenta del interbloque y mano derecha de Cristina Kirchner en el Senado reconoció que el proyecto para levantar el secreto bancario y fiscal es el principal objetivo de la bancada oficialista y sostuvo que «la única manera de cambiar» las leyes actuales sobre ese tema «es con iniciativa popular» porque «en Diputados va a ser trabajoso».
De esta manera, con el reclamo público de Grabois -que fue respaldado ni más ni menos que por un miembro del directorio del Banco Nación como es Lozano- se abrió la posibilidad de buscar esa «iniciativa popular» de la que habló Sagasti, para avanzar con el tema.
En el oficialismo reconocen que aún si el proyecto avanzara en el Senado, tendría dificultades en Diputados.
No obstante, en el bloque oficialista hay senadores que reconocen que el proyecto tal como está tendría dificultades para salir tras la advertencia que les dejó Pesce y que es necesario un «estudio más profundo» para hacerle «mejoras.
La idea central del proyecto para flexibilizar el secreto bancario, fiscal y bursátil es otorgar una herramienta más para la puesta en marcha del «aporte especial» que se intenta crear sobre los fondos sin declarar. Principalmente pretende darle importancia a la figura del «colaborador», que puede entregar información sobre bienes «fugados».
El proyecto amplía las excepciones para el mantenimiento del secreto y la prohibición de revelar operaciones que rige en el mercado de capitales y en el sistema bancario, entre otras entidades.
En la lista de exceptuados, hasta ahora, están los informes requeridos por jueces, el Banco Central y los organismos recaudadores de impuestos. Con el proyecto se les sumarían las solicitudes que hagan los fiscales, la Jefatura de Gabinete, la Comisión Bicameral de Deuda Externa del Congreso y los entes reguladores de la electricidad (ENRE) y del gas (ENARGAS).
Para ello, la iniciativa que impulsaron Parrilli, Sagasti y Di Tullio introduce cambios en la Ley de Entidades Financieras (21.526), la de Mercado de Capitales (26.831) y la de Procedimiento Fiscal (11.683).