15 diciembre, 2020
No basta ahora con argumentar que el video era del año 2018 o que fue sacado de contexto y se trata de una trnasacción previa al cargo legislativo, etc etc. Sencillamente porque en política el que aclara, oscurece.
A esta altura de los acontecimientos, el video donde el único diputado provincial del PRO en Chubut, Sebastián López ofrece venta de influencias y se ofrece como ‘puente’, parecería haber definido el futuro de esa banca. Porque no sólo se rompió el bloque de Cambiemos, con los radicales entusiasmados para tomar distancia, sino que su propio partido pidió investigación y hasta ya se habla de posible renuncia.
La encrucijada es que si realmente se trató de un video de la era macrista se lleva puesto todo el partido, por lo que es muy probable que el novel lobbista deba acusar el golpe en soledad y dimitir para salvar los trapos de sus interpares provincianos.
De por sí la gravedad de los dichos en los que López pide «cien lucas» (mensuales) para hacer lobby por una empresa minera (que no queda claro cual es pero se intuye), agitó el avispero de tal manera que puso en jaque el tratamiento de un tema avanzado como es la zonificación minera en Chubut.
Un proyecto que el Ejecutivo ya aclaró que no retirará de tratamiento, pero con el cuál el Legislativo también está claro que prefiere no tratar, por lo menos sin el ‘convencimiento’ adecuado y la conducción conveniente en Fontana 50.
Con esta explosión mediática y nada menos que vinculada a un intento de coima, está dicho que el tema se podría empiojar tanto, que pasaría diciembre sin pena ni gloria ni grandes desenlaces legislativos.
Además del ruido que hace el contenido de los dichos de López, (al que ya le habrían avisado que no vuelva a tocar timbre si lo mandan a algún trámite corporativo), lo que hace ruido es cómo es que una empresa le hizo una cámara oculta a un político, o fue otro presente en esa reunión posiblemente del mismo partido que López? y en todo caso ¿cómo se filtró ese comprometedor video y porqué en este preciso momento? ¿Si hubo intento de ‘coima’ porque no lo denunciaron antes, o se trató de ruedas de negociaciones habituales? ¿Será que es un mensaje encriptado para tantos otros legisladores o referentes que podrían haber sido grabados, o se trató de una excepcional situación? ¿O será una forma tal vez de parar una gimnasia legislativa negociadora de la manera más dolorosa y escandalosa? El tiempo lo dirá, dicen los que saben de frascos y de roscas en serio. Por ahora López es el ‘pato’ de esta boda, ‘cocinado’ en su propia salsa.
