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7 febrero, 2024

Scioli y ‘Nacho’ apagando incendios: Del teorema de Baglini a la política chubutense

Por Trivia Demir

Daniel Scioli llego este miércoles a Chubut al epicentro de los incendios forestales que ya consumieron 7 mil hectáreas de bosques y biodiversidad, en un gesto de bancar personalmente al gobernador ‘Nacho’ Torres, y hacerse cargo del desastre ambiental en el Parque Nacional. Podría haber piloteado el tema a la distancia, como vienen haciendo las demás funcionarios nacionales, pero como bien dijo en sus declaraciones, a esta altura de su carrera «estoy para ayudar».

Lo hizo en carácter de flamante secretario de Medio Ambiente, Turismo y Deportes, mega rol que comenzó a ocupar recientementemente, pese a los murmullos de fondo del peronismo y del macrismo. Pero también respondiendo a su naturaleza deportiva de oler el mínimo espacio por donde sacar los segundos de ventaja para mantener la pole position que requiere la carrera política.

El siniestro lo amerita además. Fue el primer evento de magnitud que debe afrontar como ‘cuidador’ del ambiente nacional en un incendio que inició en un Parque Nacional y que posiblemente desde Nación no se abordó con la celeridad y magnitud como para controlarlo dentro de su jurisdicción, corriendo rápidamente a territorio provincial, y poniendo en jaque a zonas urbanas como Trevelin y Esquel. El funcionario sobrevoló la zona y se llevó en la retina la tristísima pérdida de bolsones de naturaleza que requerirán un siglo para recuperarse, pese a los denodados esfuerzos y el gran operativo que se está llevando adelante para extenuar el fuego. (Ver en detalle https://chubutline.com/intenso-combate-del-incendio-en-la-cordillera-por-donde-avanzo-y-como-se-plantea-la-estrategia-de-este-jueves/)

Pero más allá de la función, a la que el experto motonauta maneja siempre ‘de taquito’ tras una vasta experiencia como gobernador de Buenos Aires, Embajador en Brasil y tantos otros roles cumplidos, la rapidez de reflejos también se traduce en su construcción de un rol nacional que hoy ‘hace agua’, y es el nexo de diálogo ‘de barro’ con los gobernadores. En eso, Scioli es un constructor de poder y ya arrancó a hacer lo que más sabe: hablar con todos y abrir el juego.

De hecho, horas antes a aterrizar en Chubut, logró armar una mega-mesa con Provincias anunciando el Programa Cuota Simple para el turismo y con ello recuperando parte de uno de las pocas políticas anteriores que apuntaló al interior como fue el Previaje. Por supuesto en Chubut eso es más que una buena noticia, tanto para la Comarca Andina, como para Madryn y Península, la Meseta, el VIRCH o el sur extremo, porque si hay algo que ha dinamizado la economía desde la pandemia a esta parte son los viajes y el deseo de la gente de movilizarse.

https://twitter.com/danielscioli/status/1754993368675836230?ref_src=twsrc%5Egoogle%7Ctwcamp%5Eserp%7Ctwgr%5Etweet

Scioli y el ‘Teorema de Baglini’ en Argentina

Hace más de diez años, el motonauta fue el protagonista de una proposición periodística de Fernando Gutiérrez que hoy se vuelve a reeditar.

El «teorema» no es un trabajo teórico, sino una observación de sentido común que en los años ’80 popularizó Raúl Baglini, entonces diputado por la Unión Cívica Radical, recordaba iP.

Eran tiempos difíciles, en una democracia recién recuperada que no podía ocultar su inestabilidad política y económica en aquel entonces, pero había fuertes similitudes con el escenario político actual.

Ante la proliferación de declaraciones sobre cómo arreglar los problemas del país, Baglini planteó que había una relación inversa entre el grado de responsabilidad de las propuestas que realiza un político y las chances con las que cuenta para alcanzar el poder.

Observó también que a medida que un partido o un candidato empieza a mejorar sus posibilidades, comienza a moderar sus promesas y sus discursos. Y así, las iniciativas «alocadas» van dando paso a ofrecimientos más «realistas».

La teoría concluye que, si finalmente llega a presidente aumentan las probabilidades de que tenga que terminar haciendo algo muy diferente a lo que había prometido durante la campaña.

Imagínense que esto de decir una cosa y terminar haciendo otra es una constante en la política criolla, y este ‘teorema’ de blanqueo de este tipo de circunstancias en términos de teoría política surgió hace 40 años, por lo cuál desde entonces a esta parte es moneda corriente que quien asume un gobierno va ‘haciendo camino al andar’, como dijera el poeta. En ese marco, Scioli ha sido un verdero encarnador de lógicas paralelas y un maestro en el recálculo de ecuaciones de este singular teorema. Y todo indica que ese traductor posible también aplica para Javier Milei.

¿A la par, o por Francos?

En este marco, Scioli se suma como nexo nacional y ofrece un diálogo mucho más directo y llano que viene cultivando con muchos de los actores provinciales desde hace años. Por caso, en la conferencia de prensa en Esquel recordó las gestiones realizadas junto a mandatarios y empresarios de Chubut en su caracter de embajador en Chile, logrando destrabar la venta de pescado en Brasil, tanto como aceitando la promoción y el turismo del país vecino a la Argentina y particularmente a la Patagonia, que es la plaza más elegida por los brasileros. El hombre es un pragmático y posee criterio como para entender y coptar la emergencia ígnea pero también mirarla por el trasluz de los temas que engloban su supersecretaría y las proyecciones a futuro como el impulso al turismo cordillerano, la necesidad de restituir bosque y recuperar tierras arrasadas por el fuego, la de contener a productores y hasta la de terminar obras de infrestructura esenciales como la finalización del aeropuerto que quedó trunco.

Más allá del trabajo sólido que viene haciendo Guillermo Francos en términos formales y burocráticos, el orejeo fino de acuerdos no termina de producirse. Ejemplo de ello es ‘la patinada’ de la Ley Ómnibus que terminó volviendo a comisión. Un papelón pocas veces visto para un Gobierno que asume con un aval de casi el 56%, que fue festejado con caravanas en las calles de Buenos Aires.

Ese espacio que ocupa Francos en el Ministerio del Interior quedó otra vez tambaleando este mismo martes. Ya había de hecho fuertes ruidos sobre un portazo y no pocos ‘teléfonos descompuestos’ que dejaron su papel de vocero entre Nación-Provincias poco más que mal parado.

Un hecho notable fueron las rispideces ocasionadas durante su diálogo con los gobernadores donde aceptó discutir la coparticipación del impuesto País, pero al día siguiente el propio Milei lo desmintió, atacando duramente a los mandatarios provinciales acusándolos de haber forzado titulares de prensa. Ese primer chizpazo innecesario terminó con aclaratorias cruzadas y generó un mal humor generalizado que no ayudó al tratamiento de la Ley que demoró varios días para obtener el pase ‘general’.

Ahora, a horas de caerse el tratamiento ‘en particular’ de las ‘Bases’, Francos agregó otra declaración apresurada: afirmó que se pasará a gobernar sin el Legislativo si fuera necesario y por el voto popular, en alusión a una posible consulta popular que tampoco resolverá el tema y suena a un modo de imposición casi ‘de facto’.

Como si fuera poco, declaró que la Ley volvió a comisión porque «se desguazaba la delegación de facultades», un tema que si bien es verdad, la mesa chica del Libertario pretende que resuene lo menos posible como objetivo principal.

Se abre una puerta para Chubut

Así las cosas, la estructura y rigidez de Francos no respondería a las necesidades de una coyuntura donde el Presidente no cuenta con ningun Gobernador afin entre los 24 estados subsoberanos con los que deberá cogobernar en los próxios 4 años, no posee fortalezas en el Congreso nacional, y encima pretende aplicar una ‘refundación’ nacional que golpea a todos los habitantes sin distinción de color político pidiendo otra vez el trillado ‘sacrificio del pueblo elegido’.

El primer paso del manual político básico indicaría que poder negociar mejor con las Provincias e ir sumando apoyo legislativo de la mano del interior es esencial, para eso caminar territorio, resolver cosas concretas y cambiar figuritas de apoyo mutuo es el abc de cualquier ecuación para crear conducción. Por eso, el ingreso de Scioli al Gobierno podría significar una vía paralela de ‘convencimiento’ y porqué no, el relevo del mismo Francos a futuro, aunque por ahora el se esfuerce en mostrarse absolutamente alineado y bajo su jefatura.

Esa construcción de poder con el interior profundo es a la medida de Scioli, un peronista de centroderecha que supo jugar en toda la cancha luciendo traje de amianto, dicen los más fanáticos del ‘Pichichi’. El más goleador de la naranja de Tigre, pero también el más ‘metedor’ del peronismo no kirchnerista, que supo sobrevivir sin grandes ‘contusões’ a la implosión del último gobierno.

Dos cosas concretas confirmó este miércoles junto a Torres: que Nación envía los $1500 millones para atender la emergencia ígnea y asistencia solicitada por Chubut, y que se gestionará a través del CFI unos $500 millones para asistir a productores y emprendedores afectados por el fuego. Puso cara seria y tono adusto cuando debió reconocer que los contratos de los brigadistas se renovaran hasta marzo y después no se sabe mucho más (hasta que vuelva a rugir el León), y que trasladará temas como obras esenciales de Aeropuerto y Ruta 40 a los organismos correspondientes a fin de empujar solución.

En términos políticos, y mal que le pese al peronismo provincial, la venida de Scioli este miércoles a Chubut se convierte en una nueva puerta de entrada a Nación para Ignacio Torres, que por ahora va tejiendo con sutileza sus alianzas y acuerdos en los casi 60 días de gobierno que transita, sobre una coyuntura que pasa al ritmo de un verdadero tren bala. Habrá que ver…