3 enero, 2022
Lo afirmó la médica reumatóloga especializada en sexología clínica, Yamila Chichotky, quien agregó que el 80% de los profesionales no evalúan «la sexualidad» de las personas que padecen enfermedades reumáticas porque «es un tema tabú».
Por Diego Otondo
La médica reumatóloga especializada en sexología clínica, Yamila Chichotky, señaló que «hasta el 70% de los pacientes con patologías reumatológicas manifiestan algún grado de disfunción sexual», y sostuvo que el 80% de los profesionales no evalúan «la sexualidad» de las personas que padecen enfermedades reumáticas porque «es un tema tabú» en vez de recomendar «posiciones para que no haya dolor» durante el acto sexual.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) consideró que «alcanzar un bienestar integral incluye los aspectos relacionados con la sexualidad», mientras la Sociedad Argentina de Reumatología (SAR) sostuvo que «es un desafío para los reumatólogos desarrollar una atención integral dentro de los complejos tratamientos que realizan para paliar estas dolencias crónicas».
Chichotky, integrante del grupo de estudio sobre artritis reumatoidea, sexualidad y calidad de vida de la SAR indicó -en diálogo con Télam- que «el 80% de los médicos reumatólogos no evaluamos la sexualidad de los pacientes en cualquier enfermedad reumática», según datos elaborados por el grupo de estudio SAR joven.
Los datos internacionales revelaron que «como máximo el 25% de la población sana dijo haber tenido alguna disfunción sexual».
La especialista señaló que esta situación se debe a que «la sexualidad es aún un tema tabú: el paciente no se siente cómodo hablando sobre esto, y el médico no pregunta».
70 de los pacientes con patologas reumatolgicas tienen algn grado de disfuncin sexual Foto Daniel Dabove
70% de los pacientes con patologías reumatológicas tienen algún grado de disfunción sexual. (Foto: Daniel Dabove)
En el 54° Congreso Argentino de Reumatología la especialista manifestó que «es necesario concientizar a los equipos de salud sobre la necesidad de incorporar el aspecto de la sexualidad en el cuidado integral de los pacientes».
Las investigaciones revelan que todas las enfermedades del espectro autoinmune (como esclerodermia, lupus o artritis reumatoidea, entre otras) afectan la sexualidad porque, entre otros aspectos, generan dolor, alteraciones articulares, sequedad vaginal y disfunción eréctil.
«El 71,7% de las mujeres con lupus en Argentina -una enfermedad reumática que alcanza al 0,2% de la población siendo más común en las mujeres- manifestaron tener alguna disfunción sexual en un estudio realizado en septiembre de 2021», sostuvo Chichotky.
En el Congreso que se llevó a cabo del 8 al 11 de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires (CABA), se presentó un estudio sobre disfunción sexual efectuado con pacientes masculinos con artritis reumatoidea, el cual arrojó que el 55% tenía disfunción eréctil.
Chichotky aseguró que aunque «ahora se mejoró mucho la calidad de vida», entre «un 30 o 40% de los pacientes tienen depresión que no es tratada porque es posible que el paciente sienta que no está deprimido y que su estado se deba a la enfermedad».
Sin embargo, la asociación entre depresión y disfunción sexual fue ampliamente documentada.
«Los reumatólogos muchas veces cumplimos el rol de médicos de cabecera y somos los responsables de identificar la necesidad de derivaciones específicas, por ejemplo, a especialistas en cardiología o diabetes, sin embargo en lo relacionado a la salud sexual, es algo que nos está faltando», explicó.
«La sexualidad es aún un tema tabú: el paciente no se siente cómodo hablando sobre esto, y el médico no pregunta».
Yamila Chichotky
En el mundo se realizaron sólo dos ensayos con pacientes mujeres: uno con tratamiento físico y el otro con educación sexual y tras el control posterior «se encontró mejoría objetiva» en la evaluación de la sexualidad.
Sin embargo, aún «no se han implementado porque es necesaria mayor evidencia», precisó la especialista.
Para cambiar esta situación, Chichotky, reumatóloga con 20 años de trayectoria, contó que ella está «tomando» ese camino a través de reuniones con reumatólogos para integrar la educación sexual a la especialidad, y explicó que este año terminó sexología clínica y el año que viene terminará sexología aplicada para recibirse de terapeuta sexual.
«Lo que se enseña en anatomía, lo que a mí me enseñaron de sexualidad en la universidad, solo fueron los aspectos reproductivos, el placer quedó afuera», explicó, y agregó que, por ejemplo, la enseñanza está direccionada hacia «cómo funciona el aparato reproductor» a diferencia de la «sexología, que viene a instaurar que el aparato reproductor también da placer».
Añadió que «hoy hablamos más» sobre un tema que «debería ser parte de la formación de un médico» y graficó: «Sólo estudiamos la fisiología del embarazo y la eyaculación para saber cómo fecunda un embrión, no el proceso por el cual esto se desarrolla».
Existen ciertas acciones para ayudar a los pacientes si tienen dolores en sus articulaciones o músculos.
Al respecto dijo que se puede recomendar distintas posiciones para evitar el dolor (por ejemplo en muñecas, rodillas o caderas) también se aconseja un baño con agua tibia para mejorar la rigidez y mejorar su capacidad de movimiento.
«El objetivo es cómo hacer para no sobrecargar esa zona de dolor para que el acto sexual sea placentero», remarcó.
Durante su participación en el Congreso, la médica sostuvo que «la primera herramienta en sexología es la educación, y es necesario seguir trabajando sobre eso porque existen muchas falencias acerca del conocimiento que tenemos de la anatomía de los órganos genitales, tanto médicos como pacientes».
En Argentina, la artrosis afecta al 30% en mayores de 50 años, la artritis reumatoidea al 1% (2 mujeres por varón), lupus al 0,2% (9 mujeres por varón), fibromialgia al 2% y gota al 2%.
La enfermedad reumática «aparece a lo largo de toda la vida; hay un pico de incidencia entre los 20 a los 40, pero los niños tienen artritis idiopática juvenil y en los adultos se denomina ‘artritis del geronte’. En esa edad afecta la calidad de vida».
A pesar de las limitaciones, la experta dijo que «solo el hecho de hablar de disfunción sexual es, para el paciente, importante y se retira complacido porque lo pudo charlar y se descomprime» el tema.
Otro problema es la distorsión en la percepción de la imagen corporal ya sea como efecto secundario a los tratamientos como con los «corticoides que pueden tener efectos adversos que afectan la imagen corporal como el crecimiento aumentado de vello, generar diabetes y secundariamente impotencia».
«Es una de las tantas cosas por la que los reumatólogos tratamos de usarlos lo menos posible, y remplazarlos por otros medicamentos menos tóxicos», explicó.
Chichotky aclaró que «cuando hablamos de sexualidad no nos referimos únicamente a la capacidad de mantener el coito, sino a muchos otros aspectos físicos y emocionales que tenemos que aprender a evaluar y tratar para ayudar a dar respuestas que mejoren la calidad de vida de las personas».
*Télam