11 enero, 2022
Solo en el primer trimestre, la Argentina enfrenta pagos al FMI por US$3976 millones, entre capital e intereses, de los cuales US$1100 millones vencen entre fin de mes y comienzo de febrero
El Gobierno pagó este lunes algo más de US$692 millones a los bonistas por la deuda reestructurada en 2020 y con ello inauguró la temporada de vencimientos que pondrán presión sobre las escasas reservas del Banco Central (BCRA). Solo en el primer trimestre, la Argentina enfrenta pagos de deuda con el FMI por US$3976 millones, entre capital e intereses, de los cuales US$1100 millones vencen entre fin de mes y comienzo de febrero. Adicionalmente, el próximo mes debe pagar US$200 millones al Club de París y deberá desembolsar otros US$2000 millones si no logra obtener para el 31 de marzo algún entendimiento con el Fondo.
Las buenas noticias para el Gobierno vuelven a estar del lado del campo que, gracias a la buena cosecha fina de trigo, le permitió al BCRA comprar US$180 millones en los primeros 10 días de enero. Se trata del mejor comienzo de mes en término de compras de divisas desde agosto pasado, señala el operador de cambios Gustavo Quintana.
Esta buena performance no alcanzará, sin embargo, para afrontar los vencimientos de deuda, que el ministro de Economía, Martín Guzmán, proyectaba que se iban a evitar si se lograba un preacuerdo con el staff técnico del FMI a fines del año pasado. La demora en arreglar se debe a las diferencias acerca de la velocidad del ajuste que propone cada uno para equilibrar las cuentas fiscales del Estado. Si bien el funcionario repite que “no hay apuro” en negociar un acuerdo, el nivel de reservas netas en torno de los US$3200 millones hace suponer otra realidad, que podría derivar en más brecha cambiaria y suba más acelerada de la inflación.
En detalle, la Argentina canceló hoy US$449.168.912 por el pago de intereses de los bonos emitidos bajo ley Nueva York y US$243.020.558 de los títulos bajo legislación local. Esta transferencia se había reflejado en la caída de US$344 millones en las reservas del Banco Central la semana pasada, pese a que la entidad había comprado US$80 millones (el viernes la tenencia bruta era de US$39.121 millones). Las obligaciones pagadas bajo ley local quedarían depositadas en el sistema financiero, por lo tanto, el impacto en el nivel general de reservas sería menor, aunque se reflejarían en el cálculo de las reservas netas (las propias del Banco Central, sin contar encajes y otros compromisos). Hoy lunes la tenencia bruta es de US$39.171 millones.
El 28 de este mes, en tanto, se deberán cancelar US$730 millones por vencimientos de capital con el FMI y, en la primera semana de febrero, hay otro pago al organismo por US$370 millones en concepto de intereses. Además, el próximo mes se le deben pagar US$200 millones al Club de París en relación con la segunda cuota que arregló Guzmán para ganar tiempo hasta lograr un acuerdo con el Fondo. De no lograr dicho entendimiento técnico, a fines de marzo vencerán US$2877 millones con el FMI y otros US$2000 millones con el Club de París.
“El Banco Central tiene que encontrar alguna manera de financiar todo esto. No es una época donde hay un gran flujo de dólares; en febrero, la cosecha fina se va agotando. Hasta ahora está haciendo un delicado equilibrio para no perder reservas en el mercado cambiario. El resultado está siendo bueno por ahora por efecto de la cosecha del trigo y por algún manejo de importaciones que el Gobierno siempre hace. Para hacer frente a estos vencimientos deberá prender más oro, que significa tomar un préstamo utilizando las onzas como garantía”, dice el consultor económico Jorge Neyro.
Gustavo Neffa, director de Research for Traders y Fin.Guru, destaca que el precio del trigo tuvo un aumento de 20% interanual. “Es una suba interesante. Por otro lado, el Gobierno está restringiendo importaciones y muchos sectores están teniendo problemas, como la industria automotriz, por ejemplo. El Gobierno quiere que aumenten la producción y exporten más autos, pero no hay acceso a insumos importados”, indica.
Según sus proyecciones, los precios de las commodities seguirán altos. “Tenemos una economía global con tasa de interés en aumento e inflación acelerándose. Es un periodo donde aumenta la cobertura en activos duros, donde están las commodities, que se verán beneficiados. Creemos que el precio del oro se verá afectado porque el dólar se seguirá apreciando con la suba de la tasa de interés”, agregó el economista.
La advertencia de los analistas está en el efecto que tenga la sequía en la cosecha, consecuencias que ya se ven con claridad en Brasil y en menor medida en la Argentina. “En Santa Fe hay áreas que perdieron entre 20 y 40% de su rendimiento. Esta semana, con los picos de calor y la falta de agua, se perderá gran parte de la cosecha”, dice Neffa.
La misma alerta hace Gustavo Quintana, operador de cambio en PR: “La ola de calor y la sequía en los complejos agroexportadores pueden cambiar la ecuación del buen arranque de enero para la compra de dólares. La bajante del río Paraná también influye porque los barcos con cereales no pueden embarcar”.
Para el analista, la compra de US$180 millones del Banco Central se debe a la persistencia del cepo, el inicio de vacaciones para muchas industrias, que genera poco ritmo de compras en el exterior, y a que empieza a haber más ingreso de exportaciones. “La semana pasada se liquidaron más de US$600 millones, alrededor de US$120 millones de promedio diario. Estamos en pleno inicio de la cosecha fina”, explicó.
*LN/NA