26 junio, 2022
El FMI pide que el gasto publico pase de crecer 12,8% real (descontada inflación) a caer 7,8% en el segundo semestre de este año.
Por Liliana Franco
El Gobierno deberá llevar adelante una política fiscal mucho más austera en el segundo semestre del año con relación al primero, según resulta del informe técnico elaborado del Fondo Monetario Internacional por el cual se aprobaron las metas del primer trimestre.
Para alcanzar esta meta el programa contempla un recorte tanto en los gastos de capital (obra pública) como en las partidas destinadas a jubilaciones y pensiones, equivalente al 0,4% del PIB en ambos casos. Así mientras el gasto destinado a los jubilados se calculaba inicialmente en 8,5% del PIB, ahora pasa a 8,1%. En tanto, los gastos de capital por su parte disminuyen de 2,2% del PIB a 1,8%.
Estos ajustes compensaran en parte los mayores gastos en energía. De esta forma los subsidios económicos pasan de representar 2,2% del PIB a 2,6%.
La otra partida que aumenta – en respuesta al shock del precio de los alimentos- es el gasto social que pasa de 3,2% a 3,5% Cabe señalar que parte de este gasto ya se realizó a partir del otorgamiento del IFE o los bonos para los jubilados.
La revisión del acuerdo contempla también una mayor inflación: de un rango de 38% a 48% se eleva a 52% – 62%. De todas maneras, esta previsión se ubica por debajo de la mayoría de las estimaciones privadas que anticipan una suba de por lo menos 70% para este año.
Se ratificaron las metas anuales, pero se las cambio nominalmente a tono con la mayor inflación prevista. Originalmente el déficit total del año se calculaba en $1.758,6 miles de millones de pesos y se elevó a $1.884,9 miles de millones; es decir, que el Tesoro podrá tener un rojo superior en unos $125.000. millones. También se aumentó la meta de emisión del Banco Central en $60.000 millones.
Resulta claro que el Fondo tiene una mirada más condescendiente en la ejecución del programa amparándose en que desde su aprobación, “los riesgos globales se han intensificado no solo por la guerra en Ucrania, sino también por un resurgimiento de la pandemia, un rápido endurecimiento de las condiciones financieras externas y una desaceleración en economías emergentes clave”.
De todas formas, advierte sobre la necesidad de moderar la demanda en el segundo semestre del año y reitera que se deben mantener tasas de interés positivas y un tipo de cambio competitivo.
Previsional
Uno de rubros que serán sujetos al ajuste son las jubilaciones y pensiones. En este aspecto, el FMI señala que se “debe iniciar el trabajo en la preparación de opciones de reforma para fortalecer de forma duradera la equidad y la sostenibilidad del sistema jubilatorio”.
Es decir, que el proyecto que esta en el Parlamento que habilitaría a la jubilación sin contar con los 30 años de aporte no sería una política aprobada por el organismo.
Energía
El informe recuerda que para fines de septiembre debe estar completado el plan “de mediano plazo para fortalecer el sector energético argentino (finales de septiembre de 2022). Este trabajo se lleva a cabo en conjunto con el Banco Mundial.
Este plan tendrá “como objetivo identificar opciones para mejorar la matriz energética del país, reducir pérdidas en distribución e ineficiencias, fortalecer la calidad y accesibilidad de los servicios energéticos”.
Respecto de Vaca Muerta advierte que “se necesitan esfuerzos para facilitar la construcción del proyecto de tubería de gas natural para “para reducir la dependencia de más costosas importaciones de energía”. Apela también a que “sigue siendo fundamental garantizar la transparencia y la gobernanza del proceso de licitación y contratación”.
Uno de los puntos que indica el trabajo es que “la capacidad de Argentina para pagar sus obligaciones con el FMI “sigue sujeta a riesgos muy altos y depende de una fuerte implementación de políticas para permitir una acumulación de reservas”. Advierte acerca de la necesidad de implementación “completa de las políticas del programa” que ayudaría a reforzar la balanza de pagos teniendo en cuenta los grandes compromisos contraídos con el organismo.
Las deudas con el FMI continuarán siendo durante el mediano plazo “alrededor del 6% de las exportaciones o 10% de las reservas brutas”.