23 octubre, 2022
El activismo ecológico, sustentado por fundaciones mega millonarias del exterior, logró que los políticos pampeanos avancen con la cesión de tierras al Estado nacional para una nueva área protegida.
Quieren expropiar tierras en La Pampa para un supuesto Parque Nacional: la resitencia de los productores y los extranjeros que activan el ambientalismo
“Todo lo hacen de manera rápida y unánime. Con un apuro típico del que arroja la piedra y esconde la mano. Si no era por nuestras quejas, que hicimos en cuanto nos enteramos, lo aprobaban en el recinto al toque. Por ahora, frenamos su tratamiento y nos van a escuchar. Esto es una vergüenza, un avance del Estado sobre la propiedad privada”, afirmó uno de los participantes de la reunión de productores agropecuarios de la zona de Telén y Victorica en La Pampa realizada el viernes 21 de octubre y que están en estado de alerta por la inminente sanción del proyecto.
Las manos alzadas de los legisladores de las tres comisiones que emitieron dictamen para aprobar el proyecto de ley que establece que más de 100.000 hectáreas del departamento de Loventué se declaren de utilidad pública y queden sujetas a expropiación es una nueva muestra del inmenso poder de lobby de los grupos ecologistas internacionales que, amparados en la Agenda Global 2030 de la ONU, inciden en las políticas públicas de los estados nacionales y provinciales.
La urgencia por aprobar este proyecto en el recinto legislativo de La Pampa de parte de la clase política deberá esperar al menos un mes porque frente a las airadas protestas de los productores se abrió un compás de espera para escuchar a los ciudadanos de la provincia que hablan de expropiaciones forzadas.
Si bien, por el momento, el tema está frenado, esto sucede por la nota presentada al gobernador Sergio Ziliotto, por el titular de la comisión de enlace de Sociedades Rurales de La Pampa, Marcelo Rodríguez, solicitando una reunión para recabar información fiable sobre el proyecto de ley.
Porque la sombra de la duda se proyecta sobre un dictamen legislativo que preocupa al sector productivo y privado pampeano, “…el proyecto habla de expropiar 108.000 hectáreas y cuando averiguamos nos dicen que van a expropiar 10.000 o 20.000. Es todo muy confuso”, afirmó el dirigente a la publicación El Diario.
“Es importante que la política nos instruya en dicho proyecto, ya que involucra los intereses de los productores que estamos representando”, aseguró Rodríguez.
En principio, serán recibidos por los legisladores que votaron positivamente para avanzar con el proyecto de ley provincial Nª62/21 correspondiente a la creación del Parque Nacional del Caldenal.
Un proyecto que no repara en las tierras que están, en la actualidad, en proceso de producción, con dueños y alambrados que indican que se trata de una propiedad privada, con inversiones plantadas y pensadas para los próximos diez años y con puestos de trabajo involucrados que podrían ser barridos de un plumazo para crear un área ecológica más, en nuestro país, según el dictado seguido por una gobernanza mundial que afecta a los ciudadanos de nuestra Nación.
Porque la historia detrás de la creación de este parque involucra actores más poderosos que los supuestos representantes del pueblo.
El dinero de las expropiaciones saldrá de los fondos aportados por una fundación internacional que estará abocada a la compra de los campos, actualmente productivos y con dueños que representan a la pequeña y mediana explotación agropecuaria nacional, cuyas tierras se sumarán a las hectáreas que son públicas y pertenecen al estado provincial y que serán cedidas al ámbito nacional para la creación del del parque.
Otro de los ruralistas que participaron de la asamblea del viernes 20 afirmó a NA “…en el momento que se apruebe la ley y las tierras pasen a Parques Nacionales, se habrá perdido la posibilidad de producir. En un país que necesita más producción, más actividad, más exportaciones y más trabajo, se aspira a congelar todo. Es un proyecto de cero producción y eso es lo que nos preocupa. Queremos una explicación coherente y porque están decididos a expropiarnos”.
El funcionario que le abrió las puertas a los lobistas del exterior es el subsecretario de ambiente, Fabián Titarelli, principal impulsor de la iniciativa de la administración del gobernador Ziliotto.
En agosto de este año fue el anfitrión de representantes de la Administración de Parques Nacionales, y de las ONGs ambientales Fundación WYSS, WCS y Banco de Bosques.
La Fundación Wyss, es una ONG privada abocada a la conservación de la naturaleza. Según se encargan de difundir en su propia página web, lanzó una campaña mundial de 1.500 millones de dólares, denominada “Campaña Wyss por la naturaleza”.
Su creador es el investigador médico egresado de la Harvard Business School, Hansjörg Wyss, nacido en Suiza y residente en Wilson, Wyoming, EEUU, que junto al fallecido conservacionista estadounidense, Douglas Tompkins compraron estancias en Chile y en la provincia de Santa Cruz con la intención de donarlas al Estado para crear otro Parque Nacional llamado “el parque de la paz”, así se les dice a los parques binacionales que se proponen entre países con disputas fronterizas.
Por supuesto, ni al extinto Douglas Tompkins ni a Hansjörg Wyss les importa la actividad de los sectores ganaderos de Santa Cruz y, seguramente, al suizo, poco le importará la situación económica y financiera de los productores de La Pampa que verán una pérdida de poder económico provincial y una atomización de tierras que irá en detrimento de un política de desarrollo nacional.
Sucede que detrás de estas “cruzadas ecologistas” que emprenden multimillonarios como Hansjörg Wyss, que hacen gala de su bajo perfil, en declaraciones a la prensa suiza, afirmó “Nadie me conoce y espero que esto siga así», están operando los dictados de una Agenda Global, de gobernanza mundial, con objetivos claros y prístinos, que afectan la propiedad privada y cambian las vidas de las poblaciones donde sus políticas son aplicadas. Usualmente para peor.
En muchas oportunidades los conservacionistas locales abonan este tipo de cesión de recursos nacionales a organisos extranjeros con el afán de conservar. En este caso, los protagonistas de La Pampa esgrimen sus razones ambientales
Se trata de un ambientalismo que propone un ecologismo, impulsado, por ejemplo, por la famosa activista Greta Thunberg y por otro centenar de grupos que suelen intentar estropear obras de artes en los museos del mundo, que representan una especie de nueva religión, pagana, donde la figura de Dios ya no importa sino que hay que adorar al planeta. Un ecologismo radical donde la doctrina de la religión cristiana es un estorbo a pesar de las encíclicas del Papa Francisco.
“En este ecologismo radical, el ser humano es visto como un virus que es urgente detener, porque a su paso lo ha destruido todo, dejando mares y ríos contaminados, tierras estériles, aires polutos, y sobre todo, la muerte de miles de especies del reino vegetal y animal que no se podrán recuperar jamás”, explica el filósofo y consultor político internacional Raúl Tortolero.
Y, desde luego, que los conservacionistas no se quedan en declamaciones frente a los medios sino que son activos participantes en el fomento de las campañas políticas en todo el mundo. Fundamentalmente, en los Estados Unidos.
Mesías. Hansjörg Wyss, es uno de los que estaría detrás de la expropiación de tierras en La Pampa
Hansjörg Wyss es un importante donante del Partido Demócrata, ha apoyado activamente las campañas electorales de Barack Obama y Hillary Clinton y se define públicamente como enemigo del republicano Donald Trump.
A estas fuerzas del exterior, con un poderío financiero gigantesco, se enfrentan los dueños de tierras y productores agropecuarios de la zona de Telén y Victorica en La Pampa. Todo indica que la clase política argentina volverá a hincarse en contra de los intereses de su pueblo pensando que estos mega millonarios los pueden llevar hasta lo más alto en sus carreras electorales.
*NA/ by Antonio D’Eramo