1 marzo, 2021
En agosto de 2020, el Ministerio de Salud de la Nación denunció que encontró alrededor de 4 millones de dosis vencidas almacenadas en un depósito.
Alrededor de 2 millones eran vacunas antigripales que sobraron en 2017 y fueron compradas durante el gobierno de Cambiemos. Estas vacunas no servían para campañas posteriores.
Parte de la discusión es por qué no se destruyeron antes para no seguir pagando el almacenamiento.
Durante su discurso de apertura de sesiones del Congreso, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, habló sobre la herencia recibida y dijo que la Argentina arrastraba “un sistema de salud que dejaba vencer vacunas”.
Fernández hizo alusión así a las 4 millones de vacunas vencidas que fueron encontradas el 24 de agosto de 2010 en un frigorífico de la Ciudad de Buenos Aires, según denunciaron el Ministerio de Salud de la Nación y la Sindicatura General de la Nación (SIGEN).
Según explicaron los funcionarios entonces, había vacunas Antigripal Adulto, Prevenar 13, Sabin Oral, Antipoliomielítica, Anticólera y DPT-A, entre otras. La mayoría de las dosis eran vacunas antigripales y fueron compradas en 2017, durante el gobierno de Cambiemos, y estaba previsto que fueran destruidas, como informó Chequeado en 2019.
Todos los años el Gobierno nacional estima el número de vacunas necesarias para cubrir a la población en riesgo de gripe, se las encarga al consorcio de laboratorios a cargo de su producción y luego las reparte a las diferentes jurisdicciones para su aplicación. Las vacunas antigripales son específicas para el tipo de gripe de ese año, por lo que cada año se deben desechar las que sobraron y elaborar y adquirir nuevas.
El número de personas en riesgo no es fijo: las autoridades tienen que hacer una estimación de la cantidad de personas mayores de 65, mujeres embarazadas, niños que tienen entre seis meses y dos años, y otros grupos que lo necesitan, de acuerdo con las recomendaciones oficiales. Por eso, es normal que sobren vacunas, dado que la estimación no es (ni podría ser) exacta. En 2017, sin embargo, la previsión estuvo muy lejos de lo que realmente se necesitó, según explicó Chequeado en esta nota.
La entonces Secretaría de Salud sostuvo que en 2016 hubo faltantes y esa fue la razón para aumentar la cantidad en 2017. Adolfo Rubinstein, secretario de Salud de la última parte del gobierno de Cambiemos, reconoció ante las acusaciones del actual Ministerio que había 2,2 millones de dosis de vacunas antigripales que sobraron en ese momento.
Había también 600 mil dosis vencidas de vacunas triple bacterianas que habrían vencido en 2018 -según confirmaron desde la cartera sanitaria – y, según explicó Carla Vizzotti, actual ministra de Salud de la Nación, “estuvieron 7 meses en la Aduana, no se distribuyó un embarque entero y se venció”.
Sobre esto, Rubinstein señaló en Twitter que “600 mil dosis de DTPa [triple bacteriana] vinieron destruidas, por lo que se procedió a revisar todo el lote. Aquí hubo un error técnico en Aduana, por el que no se pudieron cargar en el sistema de monitoreo de insumos (SMIS) y por eso no se registraron para su posterior distribución”.
Había también entre las vacunas encontradas durante la gestión de Ginés González García algunas que habían sido compradas antes de la gestión de Cambiemos. El propio Ministerio admite que había 1.500 dosis que vencieron en 2015 y más de 200 mil que vencieron en 2016, pero habían sido gestionadas por el gobierno anterior.
Uno de los puntos que se discute, más allá de las compras excesivas o los problemas de distribución, es por qué se mantuvieron almacenadas durante varios años, lo cual implica un costo para el Estado.
“Cuando se vencen los medicamentos, se destruyen y se hace un acta donde consta tal destrucción. En el caso de las vacunas requieren de la SIGEN y del @AmbienteNacion
Estas actas se hicieron en mayo 2019 y faltaba que SIGEN autorizara, lo que no se dio por el cambio de gobierno”, explicó Rubinstein.
El 19 de octubre de 2020, la Oficina Anticorrupción denunció a los ex ministros de Salud del macrismo Jorge Lemus y Adolfo Rubinstein, además de la ex ministra de Desarrollo Social Carolina Stanley, por el hallazgo de 600 mil dosis de vacunas vencidas en la Aduana Nacional. La denuncia quedó a cargo del juez federal Sebastián Casanello, quien delegó la investigación en el fiscal federal Guillermo Marijuán.
*Chequeado