Qué la provoca y cómo hacer frente a la sensación de vacío interior

Todos y todas hemos tenido, alguna vez, la sensación de sentirnos vacíos sin ningún motivo, a pesar de creer que tenemos todo lo que necesitamos. Todos y todas nos hemos sentido perdidos y perdidas, pero, ¿por qué ocurre esto?

La sensación de vacío puede afectar negativamente a la forma en que vivimos nuestro día a día y puede ser motivo de preocupación si ese sentimiento, junto con la falta de motivación o entusiasmo, persiste en varios o en todos los ámbitos de tu vida.

Pero, ¿qué significa sentirse vacío? En un estudio de 2021 realizado con personas con trastorno bipolar que lidiaban con sentimientos de «vacío crónico», se descubrió que este se experimentaba en gran medida como «un sentimiento de desconexión tanto de uno mismo, como de los demás, así como una sensación de entumecimiento y capacidad funcional reducida».

Los investigadores también encontraron que la sensación de vacío estaba estrechamente asociada con sentimientos de falta de propósito e insatisfacción, y la mayoría de las personas en el estudio encontraron que esos sentimientos les resultaban angustiantes.

El vacío a menudo se combina con otras emociones o experiencias como tristeza, irritabilidad, desinterés, apatía, desgana y sensación de estar abrumado por la vida.

Vivir con esa sensación de vacío se puede sentir como pasar por la vida en automático; es decir, aunque tenemos un trabajo y diversas cosas por hacer, solo cumplimos con ello por inercia, sin disfrutarlo ni estar realmente presentes. Así, al final del día, no hemos sentido alegría, satisfacción, ni gratitud por nada de lo que hemos vivido.

¿Qué provoca la sensación de vacío?

Hay diversos factores que ocasionan esa sensación de vacío, como:

1. Una experiencia traumática reciente, ya que es algo que amenaza la seguridad, el sentido de uno mismo y causa una angustia duradera.

2. Utilizamos la desconexión como mecanismo de defensa, con el fin de sobrevivir a experiencias negativas como pérdidas, traumas u otros eventos muy angustiantes. Esto ocurre porque inconscientemente consideramos más fácil separarnos emocionalmente de una experiencia que comprometerte emocionalmente con la situación.

3. Estamos experimentando agotamiento o fatiga. Esto puede manifestarse como un agotamiento abrumador, sentimientos de apatía, desapego extremo, sensación de ineficacia y de falta de logro.

4. Estamos emocionalmente abrumados. Sin las herramientas adecuadas para afrontar las emociones complejas, es común que las personas las dejen de lado y se vuelvan apáticos como una forma de lidiar con emociones como tristeza, ira, frustración o ansiedad.

5. No dormimos bien, ni lo suficiente y el agotamiento físico nos impide sentirnos bien y ser afectivamente responsables. Por eso, el cuidado personal a través del sueño, especialmente en momentos de angustia, es crucial para el bienestar.

6. Estamos insatisfechos con el lugar en el que se encuentra nuestra vida, nos sentimos infelices y eso nos hace estar desmotivados para cuidar de nosotros mismos física, mental o emocionalmente.

¿Cómo podemos dejar de sentirnos vacíos?

1. Examinemos nuestra vida para descubrir qué cosas podemos sumar a nuestros días para atraer más positividad y amor. ¿Necesitamos más conexión? Procuremos mantener el contacto con nuestros seres queridos o busquemos hacer nuevas conexiones. En pocas palabras: debemos esforzarnos por agregar más momentos de alegría a nuestra vida.

2. Familiarícémonos con nuestras emociones. Así podreos identificar con mayor precisión qué está causando los sentimientos de vacío.

3. Lleva un diario personal. Escribir acerca de lo que sentimos, pensamos y vivimos nos puede ayudar a expresar y hacer un seguimiento de lo que sucede en nuestra vida. No solo es catártico plasmar los pensamientos y las emociones en un papel, sino que también es una forma de encontrar patrones y hallar las causas fundamentales de nuestros sentimientos.

4. Hacer más de lo que nos hace feliz, por pequeño o sencillo que sea. Para sentirnos plenos no necesitamos salir de viaje cada fin de semana ni derrochar grandes cantidades de dinero, sino poner atención en esas pequeñas cosas que nos hacen sonreír y nos dan una sensación cálida en el alma.

5. Practica la atención plena. Como se dijo al inicio, la sensación de vacío es algo que nos conduce a vivir en automático, sin estar realmente presente en cada momento; así que una buena forma de contrarrestarlo es practicando la atención plena, para vivir el aquí y el ahora de manera consciente, y así nos mantengamos presentes en cada experiencia de nuestros días.

¿Cuándo debemos buscar ayuda?

Puede ocurrir que, por más que nos esforcemos por hacer cosas significativas y tratar de agregar más alegría y sentido a nuestra vida, sientamos que no funciona. La sensación de vacío permanece afecta a todas las áreas.

La mayor señal de que es hora de buscar ayuda es cuando los sentimientos de vacío se vuelven debilitantes, lo que nos conduce a descuidar actividades en casa, responsabilidades en el trabajo, dejar de lado el cuidado personal o alejarnos de las personas con quienes solíamos relacionarnos.

Acudir con un profesional en salud mental nos puede ayudar a superar los sentimientos crónicos de vacío.

*CulturaInquieta