3 enero, 2021
Todo parece indicar que, en 2021, la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED) va a mantener a tasa de interés de referencia entre 0 y 0,25 y los especialistas consideran que esa es una buena noticia para los mercados de capitales, que ya comienzan a delinear sus tendencias ante lo que propondrá el contexto de un año post-pandemia.
«La expectativa de una política global de tasas de interés tendientes a cero o negativa impulsa una mayor propensión a invertir en instrumentos de renta variable por la falta de retorno que ofrecen los activos de renta fija, entre los que se encuentran los ADR, nombre que aplica a los títulos de empresas extranjeras cotizantes en Estados Unidos», señala Santiago Abdala, director de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
ADRs: ¿Qué son?
Se trata de los American Depositary Receipts (ADRs), títulos que cotizan en la bolsa del país norteamericano y que representan acciones de empresas constituidas por fuera de ese país y están nominados en dólares.
Para llevar a cabo esta colocación de acciones en el mercado estadounidense, la empresa suscribe un contrato (de underwriting) con una entidad financiera de ese país que funcione como agente colocador y ésta llevará a cabo la suscripción de las acciones. Luego, un banco emitirá de los ADR que se ofrecerán en la bolsa.
«Son el equivalente en Estaos Unidos a los Certificado de Depósito Argentino (CEDEARs), que cotizan en la bolsa local pero representan acciones del exterior. En definitiva, los ADR permiten a una empresa no norteamericana emitir acciones en Wall Street», aclara Sergio Morales, fundador de InterFinance (www.interfinance.com.ar).
El asesor financiero asegura que la principal ventaja de operar ADR en el exterior es poder acceder a la inmensa oferta de activos financieros, sectores e instrumentos para invertir que ofrece la bolsa de Estados Unidos, el centro financiero más importante del mundo.
Para hacerlo, se debe crear una cuenta comitente en un agente registrado y, a través de él, se pueden adquirir.
No es una oferta despreciable y cualquiera puede acceder a este tipo de inversiones, incluso quien no tiene mucho capital, ya que, según explica Abdala, quienes quieren invertir en instrumentos de renta variable tales como acciones o ADR por montos inferiores a u$s5.000 y con idea de guardarlos, tienen a su alcance la opción de hacerlo a través de fondos comunes de inversión, que «suelen garantizar el beneficio de la diversificación y la liquidez».
Por su parte, Morales recomienda que los sectores más recomendables para invertir en 2021, varían según el nivel riesgo y el plazo de inversión que desee tomar cada inversor. Por ejemplo, para los perfiles más agresivos, el asesor aconseja que «quizás sea momento de empezar a posicionarse en una economía post-pandemia, en la cual se estima una importante recuperación de China que arrastrará el precio del petróleo al alza».
En tal caso, recomienda el ADR de la petrolera Vista Oil & Gas (VIST) y el gigante de e-commerce chino Alibaba (BABA), que fueron muy castigados en 2020, y que, si logran sortear los diferentes obstáculos que actualmente enfrentan, pueden experimentar una fuerte recuperación durante el año entrante.
También existen diferentes empresas argentinas que utilizan este mecanismo para financiarse, tales como Mercado Libre, Grupo Financiero Galicia, Edenor e YPF, entre otras. «Son ADRs de empresas argentinas que, a través de ese instrumento, cotizan en Estados Unidos», indica Abdala.
El director de PPI señala que, si bien los ADR de acciones argentinas se encuentran en valores históricamente bajos hoy, lo que podría significar una oportunidad de inversión en este momento, la incertidumbre que genera el hecho de que aún no se termine de vislumbrar cual será el escenario de la economía local hace que se presenten como inversiones de riesgo para quien está buscando armar su cartera.
«Por un lado se espera que haya un rebote de la actividad económica que los debería beneficiar, pero, por otro, aún es esperable que haya una mayor claridad en cuanto al sendero fiscal y monetario que recorrerá el país», explica sobre por qué, a pesar del bajo precio, representan alto riesgo.
Es cierto que, en estos últimos días, estos certificados han tenido una leve recuperación por una tendencia en el mundo a apostar por activos riesgosos, lo que podría ser indicio de que son una buena oportunidad, pero la incertidumbre no es el único motivo para no ir por estas acciones.
Morales advierte que invertir en ADRs argentinos para alguien oriundo de nuestro país no es lo más recomendable, dado que «la principal ventaja de operar estos títulos en el exterior es poder acceder a la gran oferta de inversiones que ofrece Estados Unidos».
En igual sentido, Abdala señala que, entre apostar a ADR nacionales o acciones emitidas localmente, para un argentino, es más conveniente invertir directamente en la segunda opción porque vería un incentivo fiscal. «Los primeros no gozan de las exenciones impositivas que sí tienen sus versiones locales de las mismas empresas», advierte.
Por su parte, Morales refuerza esta idea y asegura que, para un inversor nacional probablemente sea indistinto invertir en la acción local o en su equivalente al ADR en Estados Unidos porque, en definitiva, la empresa es la misma. «Sin embargo, cabe recordar que los ADR tributan el impuesto a las Ganancias, mientras las acciones locales se encuentran exentas», explica.
Todo indica que la mejor opción es apostar a ADR de empresas de otros países y que lo que conviene en este momento es apuntar a:
• Las tecnológicas y energéticas menos beneficiadas por la pandemia,
• Las de países con buenas perspectivas para 2021 (como China e India) y
• Las de sectores económicos tradicionales asociadas al consumo, que repuntarán en este nuevo año
Es muy importante recordar que los activos bursátiles (y no solo los ADR) colocan futuro. Es decir que su cotización nos habla de las perspectivas que tiene tal o cual empresa, sector económico o país más que del momento actual que transita. Por eso, para invertir hoy, hay que hacerlo con la mirada puesta en lo que sucederá en la post-pandemia y no en lo que pasó.
*iProfesional