31 enero, 2021
Si bien en medio de la bruma de la pandemia de coronavirus se hace difícil visualizar el escenario electoral, hay algunas certezas que se pueden saber desde ahora, como por ejemplo los diputados que terminan sus mandatos y, en caso de no quedar en las listas y no ser reelectos, perderán sus bancas en la Cámara baja. Por Chubut hay dos bancas con ‘boleto picado’ que terminan mandato en diciembre de 2021, la del diputado Gustavo Menna por la Unión Cívica Radical, y la de Rosa Muñoz por el Frente de Todos.
En ese listado también hay nombres rutilantes como Leopoldo Moreau en el kirchnerismo, Fernando Iglesias del macrismo, Luis Petri del radicalismo y Nicolás del Caño en la izquierda.
Hay otros que tal vez no tengan tanto cartel, pero que en la dinámica interna de la Cámara baja tuvieron un papel destacado y muy reconocido por sus pares, como Luciano Laspina (PRO), quien supo ser presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda durante los años de Cambiemos en el poder.
El santafesino sigue siendo la espada económica más importante de Juntos por el Cambio en la Cámara baja, en una función análoga a la que desempeña su sucesor como presidente de la comisión, Carlos Heller, quien también pone en juego su banca en este 2021.
La presidenta de la comisión de Finanzas, Fernanda Vallejos, quien desde que fue elegida candidata de Unidad Ciudadana en 2017 por Cristina Kirchner protagonizó varias polémicas, también se encuentra en la misma situación y podría salir del Congreso si no logra ubicarse en la lista de este año.
Del ámbito de Salud exponen sus bancas dos pesos pesados: por el Frente de Todos el tucumano Pablo Yedlin, titular de la comisión de Acción Social y Salud Pública; y por el PRO Carmen Polledo, actual vice de la comisión y anterior presidenta del cuerpo.
Yedlin, quien trabajó para la aprobación de la ley de aborto legal y otras normas importantes de perfil sanitario, siempre suena como rueda de recambio en el caso de que el Gobierno quiera oxigenar el Ministerio de Salud con la salida de Ginés González García.
Pudo complementarse bien en la comisión con Polledo, pese a que la macrista estuvo en contra del proyecto de interrupción voluntaria del embarazo.
En el oficialismo habría otras pérdidas sensibles, si es que no renuevan sus bancas: es el caso del presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Hugo Yasky, y de la titular de la bicameral de Comunicación Audiovisual, Gabriela Cerruti.
El presidente de la comisión de Telecomunicaciones e Informática, Pablo Carro, también podría correr la misma suerte si no logra posicionarse en la interna cordobesa para renovar su banca.
En la lista de vencimiento de mandato aparecen varias mujeres como la porteña Gisela Marziotta, la entrerriana Carolina Gaillard, la massista Mirta Tundis, las kirchneristas Vanesa Siley y Mónica Macha, y la salteña Alcira Figueroa, quien completará este año el mandato que dejó vacante Juan Emilio Ameri, quien renunció tras ser suspendido por manosear a una mujer en plena sesión de Diputados. Otro es el massista Ignacio de Mendiguren, aunque en el caso del «Vasco» durante todo 2020 no ocupó su banca, ya que se tomó licencia para asumir en el BICE.
En el PRO la referente de Confianza Pública Graciela Ocaña podría perder su espacio en el Congreso si no logra negociar su continuidad en la interna porteña de Juntos por el Cambio, y el ex árbitro de fútbol cordobés Héctor Baldassi también se encuentra en la misma encrucijada. La lista de fin de mandato en la UCR es larga: la cordobesa Brenda Austin fue una de las militantes más activas de la ley de aborto y también se destaca por ser una enérgica impulsora de la agenda medioambiental.
La chaqueña Aída Ayala, procesada por lavado de dinero, dejaría su banca, mientras que pugnan por lugares en las listas el tucumano José Cano y la jujeña Gabriela Burgos, quien responde al gobernador de su provincia, Gerardo Morales.
Otros diputados radicales que arriesgan bancas son el entrerriano Atilio Benedetti, el santafesino Albor Cantard, los porteños Facundo Suárez Lastra, Álvaro de Lamadrid y Carla Carrizo (ésta última del espacio de Martín Lousteau), el chubutense Gustavo Menna, el cordobés Diego Mestre, la mendocina Claudia Najul, el puntano José Luis Riccardo y el misionero Luis Pastori.
La Coalición Cívica, la fuerza que lidera Elisa Carrió, expondrá la mitad de sus 14 bancas, entre las cuales se destacan las de Juan Manuel López, Marcela Campagnoli, Héctor «Toty» Flores y Paula Oliveto Lago.
El resto de los espacios que no entran dentro de la lógica de la polarización del Frente de Todos y Juntos por el Cambio se juegan también cosas en las próximas elecciones.
El Frente de Izquierda, por ejemplo, arriesga sus dos únicas bancas, la de Del Caño y la de Juan Carlos Giordano, mientras que el interbloque Unidad Federal para el Desarrollo pone en juego cuatro de sus seis escaños, empezando por su presidente, el extravagante mendocino José Luis Ramón.
El interbloque Federal, en tanto, renueva siete de sus 11 bancas, incluida la del jefe de la bancada, el justicialista bonaerense Eduardo «Bali» Bucca, y la de los cordobeses Paulo Cassinerio, Alejandra Vigo y Claudia Márquez, que responden al gobernador Juan Schiaretti.
Este escenario alimenta las elecciones legislativas y un movimiento partidario que ya comenzó a intensificarse.
*NA