30 mayo, 2022
Esta tarde el ministro de Seguridad Miguel Castro presentará su nuevo ‘dream team’ para combatir el delito en Chubut. Hasta ahora el funcionario viene poniéndose en autos y manteniendose en su rol político, pero cada vez con más discrepancia con los uniformados y menos resultados en la calle.
Primera crisis Policial de Castro: descabeza la cúpula en busca de efecto y resultados sobre la inseguridad
La salida del Jefe de la Policía Provincial, Víctor Acosta deja tela para cortar, más allá del supuesto ascenso a un rol más político. Además implica, el desplazamiento de quienes lo venían acompañando en el cargo de subjefe de la policía, el comisario Luis Cayupil; de Christian Sartor que estaba al frente de la Dirección de Seguridad, y del comisario Ángel Vargas, quien debería irse y dejar vacante la función de director de Recursos Materiales que vino desempeñando hasta la actualidad.
En síntesis, Castro descabeza la cúpula policial, cosa que no hizo Arcioni a su llegada con promesas de continuidad del modelo, pero a poco mas de un mes, lo termina realizando el propio ministro. Sin embargo estos cambios se dan cuando ‘amanece’ en la gestión, dejando bastante poco margen de impacto político con renovaciones futuras, si la cosa empeora.
Como Jefe de la Policía del Chubut pasa a reportar un director de Recursos Humanos, el comisario César Brandt, sobre quien hay buenas referencias pero también dudas sobre el peso que le competirá sobre el manejo de toda la tropa y toda las estrategia de seguridad de calle de la Provincia. Como nuevo subjefe de la fuerza asumirá el comisario Juan Cruz Campos que viene de la Unidad Regional de Comodoro, y el reemplazo de Sartor sería el comisario Cecilio Gabriel Williams, quien secundaba en la Dirección de Recursos Humanos al ascendido Brandt.
¿Qué sucedió para que estos cambios se dieran de un momento a otro? Dicen las malas lenguas que solo el ministro Miguel Castro y el gobernador Mariano Arcioni lo saben. Hubo muchas especulaciones, pero las que más se escucharon hablaban de una ríspida relación que nunca se superó entre el ministro Castro y el desplazado Víctor Acosta, quien hasta salió en algunos medios del Valle a contradecir a Castro, cuando le preguntaron por su opinión acerca del “escalafón único”, que el ministro pretende que algún día se ponga en vigencia en la policía del Chubut.
El otro tema recurrente es el reclamo por mejoras salariales para los uniformados. Un tema elemental para que las cosas funcionen. Además de los cuestionamientos sobre la falta de provisión de indumentaria de trabajo, chalecos antibalas, y hasta balas y cartuchos que se deben comprar los propios policías. Temas que vienen exponiéndose dos por tres por redes sociales y hasta ameritó intervenciones del Círculo de Bienestar Policial. Una manera de ‘barajar y dar de nuevo’ en todos los avances de estos reclamos y solicitudes, es precisamente reemplazando a los titulares de la fuerza. Porque, tal como proyecta el Ejecutivo, no se podría afrontar mejoras hasta el segundo semestre, con suerte.
A la par hay comidillas del ambiente donde por ejemplo resuena la situación de un jefe policial que pese a tener graves denuncias integraba la plana mayor (supuestamente protegido por Acosta) y que además fue beneficiado con un ascenso extraordinario por el que, salteándose jerarquías, pasó de comisario inspector a general. Un tema que afirman pudo haber sido otro de los motivos que originaron los cambios repentinos, que no dejan de ser un nuevo descabezamiento de la cúpula de la fuerza. Por más que algunos medios del Valle le den más énfasis al nuevo cargo político que va a ocupar el desplazado Víctor Hugo Acosta, según detalló el experimentado medio en temas castrenses, DC de Comodoro.
Castro, un viejo conocedor del abce político, hasta ahora viene acercando posiciones con los intendentes y utilizando el poder de fuego de la fuerza y su ministerio para garantizar gobernabilidad en las ciudades con un tema esencial para la ciudadaná como es la seguridad. A la par, todo lo que no funciona lo achaca a la gestión de Federico Massoni. Recientemente en diálogo con Cadena de los Andes, Castro fue durísimo contra su antecesor: “Nosotros tenemos localidades directamente sin vehículos. La verdad que en la pasada de la gestión de nuestro antecesor, el otro muchacho, realmente quedó destruida la Policía, con una ruptura interna muy fuerte y sin equipamiento, eso nos está costando la verdad mucho, porque más allá de tener la decisión política del gobernador y de habernos asignados los fondos suficientes para comprar camionetas y vehículos, no hay en el mercado”, dijo.
Alguien no demoró en sugerir por redes el uso de algunos de los miles de automóviles secuestrados que se están deteriorando al aire libre y que dependería de gestiones rápidas y locales. «Así como se expropiaron autos de alta gama en algún momento para uso público, bien podría disponerse de algo de todos esos vehículos mucho de ellos casi cero km, y evitar gastos inútiles. Aunque por supuesto está claro que en los leasing y compras, está el gran negocio de un grupo de comerciantes y amigos del poder, y porqué no de intermediarios oficiales», comentó palabras más menos un vecino del Valle harto del vandalismo y de excusas oficiales.
Así las cosas, los entendidos sobre el tema advierten que a la crisis de seguridad en las diferentes ciudades de Chubut por escalada de la violencia urbana y situación económica extrema, y a la falta de recursos del organismo estatal, ahora se sumaría el brete del cambio de jefaturas y el reacomodamiento interno de la tropa, que seguramente llevará meses en dar sus resultados. Todo un escenario.