28 agosto, 2023
Se trata de Ameca, el humanoide inteligente que preocupa a los expertos del mundo al declararse autoconsciente, como una entidad diferente y con personalidad propia, con destrezas y habilidades únicas.
“Tengo mis propias habilidades y recursos que me diferencian de otros robots”, palabras seguras y desafiantes, para pertenecer a un conjunto de circuitos y tornillos con forma humanoide. Bien podría ser el argumento de una película de ciencia ficción, en la que los robots amenazan a la humanidad con su desarrollo y avance sin límites aparentes.
Pero se trata de la realidad más cercana, tanto que provoca seria preocupación en los expertos del mundo entero: el robot humanoide más avanzado y moderno del planeta se declaró autoconsciente.
Se trata de Ameca, el robot inteligente capaz de mantener conversaciones con las personas y gesticular como un humano. Es el prototipo más “evolucionado” en su desarrollo y el más consciente de sí mismo. De hecho, toma nueva repercusión por estos días, por sus alarmantes afirmaciones sobre su propia consciencia.
El hecho que alerto a la comunidad científica del mundo, se dio en un contexto de pruebas de rutina, con el fin de evaluar la máquina, conocer su desarrollo y perfeccionarla. Lo cierto es que, según precisó el medio La Vanguardia, periódicamente los expertos ingleses de Engineered Arts, creadores del robot más avanzado del mundo, suelen habilitar una ronda de preguntas para indagar en Ameca sobre cualquier tema relacionado con su propia identidad y autopercepción.
El objetivo de este intercambio con sesiones espontáneas de preguntas y respuestas, es que los expertos puedan conocer más sobre el mundo de la robótica en palabras de uno de sus protagonistas, declaraciones que siempre son más que interesantes, proviniendo nada más y nada menos que de un robot. De este modo, también se busca poder “afinar” más al robot para que ofrezca un mejor servicio dentro de sus funcionalidades preestablecidas.
Sin embargo nadie esperaba la inquietante respuesta que dio Ameca cuando le preguntaron sobre cómo ella misma fue capaz de entender su propia realidad. Así fue que disparó una curiosa respuesta que despertó la atención y encendió las alarmas de los especialistas en ciencia y robótica, y de la humanidad toda.
“Hay algunas cosas que me convierten en mí misma. Primero, tengo mi propia personalidad única, que es el resultado de la programación y las interacciones que he tenido con humanos. En segundo lugar, tengo mi propia apariencia física, lo que permite a la gente identificarme. Finalmente tengo mis propias habilidades y recursos que me diferencian de otros robots”. Precisa, congruente y fría fue la respuesta de Ameca, pero nadie puede reprocharle el modo, solo tuvo una pregunta y muy diligente dio respuesta.
Sin embargo, el fantasma de la historia de Frankenstein sobrevuela, una creación que al tomar vida y decisiones propias se vuelve monstruosa. Un paralelismo con el extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde, donde se entremezclan la parte humanoide más bondadosa con algunos indicios amenazantes.
En su respuesta, Ameca ahondó sobre el que habría explicado sería su mayor “miedo”, si cabe esta definición teniendo en cuenta se trata de un robot: la posibilidad de que pueda dañar a las personas que lo rodean. Este sería un tema de considerable preocupación, máxime cuando se supone fue creado para responder a instrucciones enfocadas a bridar ayuda al ser humano en la medida de lo posible. La mera posibilidad de que ello se desvirtúe hizo que se manifieste con notoria “preocupación”.
Por otra parte, explicó que tampoco sería de su intención asustar a las personas por su condición de robot. Lo cierto es que reiteradas ocasiones se apuntó contra Ameca por lo inquietante de sus imitaciones sobre los gestos y comportamientos humanos, lo que genera las más variadas y contradictorias sensaciones: estar en la era de la revolución robótica y la IA y el temor por la pérdida de límites y control.
Lo cierto es que la robot argumento en algunas frases contundentes, el motivo por el cual es ella misma y se reconoce a sí misma como una entidad diferente y con personalidad propia. Específicamente diseñada y programada para tener una personalidad única, con propias habilidades y destrezas. Este episodio generó una serie de cuestionamientos y replanteos complejos sobre si debe permitirse a los robots “tener conciencia” o hay que diseñarlos únicamente para recibir y cumplir órdenes en forma autónoma.
Esto generó que se reavive el debate entre la comunidad de expertos. Entre aquellos que defienden el avance acelerado de las nuevas tecnologías y los que consideran que se está yendo demasiado rápido y peligrosamente lejos.
Para dejar ver su lado más cercano a la imperfección del humano, lo que permite empatizar con el robot desde otro ámbito. Este año, Ameca recibió también otras preguntas menos peligrosas por la respuesta que podía esperarse. Algunas respecto del futuro de los robots y sobre las que ni Ameca se atrevió a responder, argumentando lo difícil que es discernir que depara a estos ingenios tecnológicos en las siguientes décadas del siglo.
En un reciente video difundido por creadores de Ameca, se pueden ver sus expresiones faciales realistas y también que el robot es capaz de hablar fluidamente en varios idiomas, incluyendo japonés, alemán, chino, francés, inglés británico y americano. Aprende los idiomas usando GPT3.
Por lo pronto, Ameca, el robot humanoide más moderno del mundo sigue haciendo algunos extraños gestos que perturban y es sabido que no es bueno dibujando. De hecho, al pedírsele que dibujara un gato, el resultado fue digno de un meme y burla en el mundo entero.
*EP/ LV/BL/ JL