11 noviembre, 2021
Las sombras que se ciernen sobre la gestión del Gobierno, ya castigada en las PASO, ante la posibilidad de que este domingo 14 se repitan o empeoren esos resultados preocupa puertas adentro de la coalición, pero también en el mundo económico.
Por Javier Calvo
En el marco de la campaña electoral y de sus recorridas, Alberto Fernández publicita reuniones con empresarios pymes y algunos anuncios de inversión privada. Más reservado es con sus encuentros privados con representantes del empresariado, muy inquietos por la situación actual y, sobre todo, por lo que pueda pasar con las variables económicas, financieras y sociales a partir del lunes 15 de post elección.
Una de ellas, no la única, se llevó a cabo en la noche del martes 9 de noviembre en la residencia de Olivos. Junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, el Presidente recibió a un selecto grupo de ejecutivos de compañías importantes para intercambiar miradas sobre lo que vendrá, según trascendió.
La cena duró unas cuatro horas y se extendió hasta la madrugada. La tenida arrancó con brusquetas y siguió un lomo con rosty, para terminar con una maratón de café y té, según el comensal.
En el intenso ida y vuelta de opiniones e ideas con Fernández y Guzmán se destacaron Antonio Aracre (Syngenta), Sergio Kaufman (Accenture) y Daniel Herrero (Toyota), entre otros invitados.
En ese ámbito, los ejecutivos volvieron a plantear la necesidad de acordar entre todas las fuerzas políticas, económicas y sociales algunos puntos urgentes que permitan acelerar, por ejemplo, un acuerdo con el FMI, proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad y establecer un camino de disciplina fiscal.
Fernández y Guzmán, al unísono, les respondieron a los presentes con su propio menú oficial de compromisos:
. No habrá default y el arreglo con el FMI será en enero o febrero, sin que implique ajuste.
. No habrá salto devaluatorio.
. Haremos un acuerdo de diez puntos entre empresarios y sindicatos y lo mandaremos al Congreso para que la política decida qué quiere hacer con eso.
. Queremos un sendero de convergencia fiscal.
. Hay que eliminar los subsidios innecesarios.
. Vamos a impulsar el empleo nuevo, promover carreras cortas con salida laboral (ciencias del conocimiento, agroindustria) y generar ambiente para más inversiones.
. Acentuaremos la lucha contra la evasión fiscal.
Así las cosas, a partir del lunes, día después de la elección, se verá cuál es la capacidad que tiene el Gobierno de coalición del FdT de que ese menú se concrete, en algunos casos con imprescindibles acuerdos con sectores opositores, o sólo sea otra carta de buenas intenciones, con platos desabridos que no satisfacen a casi nadie.
*EP