8 marzo, 2024
No es un día de felicitaciones. Se recomienda usar un mensaje que reconozca la lucha por la igualdad y la necesidad de seguir trabajando por un mundo más justo si se quiere agasajar a los otros géneros.
No es un día de celebración: El 8 de marzo conmemora la lucha por los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Es un día para reflexionar sobre las desigualdades que aún persisten y para seguir reivindicando derechos. No es un día para celebrar logros, ya que la lucha por la igualdad aún está en curso.
En ese marco hay recomendaciones al respecto:
El 8 de marzo de 1857 cientos de mujeres trabajadoras en fábricas textiles de Nueva York tomaron las calles de la ciudad y marcaron contra la extensa jornada laboral, los bajos salarios y la diferencia que sufrían en comparación con los hombres.
La represión policial dejó un saldo de 120 mujeres muertas, hecho que llevó a la creación del primer sindicato femenino.
En marzo también, pero en 1908, la historia del trabajo y la lucha sindical a nivel global volvió a pegar un giro y abrió camino a lo que vendría después: 129 mujeres murieron en un incendio en la fábrica Cotton, de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declararan en huelga y con permanencia en su lugar de trabajo.
Esas mujeres buscaban una reducción en su jornada laboral, que por entonces era de 12 horas, un salario igual al que percibían los hombres frente a la misma actividad (la mujer ganaba entre un 40% y un 60% menos) y mejorar las malas condiciones de trabajo que padecían.
Ese día, no fueron las únicas mujeres en hacer huelga. En total, hubo unas 40.000 mujeres protestando. Pero las chicas de Cotton decidieron quedarse en su lugar de trabajo.
El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para hacerlas desistir de la protesta y lograr así que esa mujeres se fueran del lugar. Sin embargo, no solo no se fueron, si no que el resultado final de esa acción terminó con las obreras muertas en un incendio.
Ese mismo año, el 3 de mayo, se realizó un acto por el día de la mujer en Chicago, preámbulo para que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se conmemore por primera vez el «Día Nacional de la Mujer».
Con ese antecedente, un año después, en 1910, se desarrolló la segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la capital danesa, Copenhague.
El tema central fue el sufragio universal para todas las mujeres, y por moción Clara Zetkin, líder del «levantamiento de las 20.000, se proclamó oficialmente el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, en homenaje a las mujeres caídas en la huelga de 1908.
Sin embargo, hubo que esperar hasta 1977, para que finalmente la ONU declare oficialmente el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.
Para la ONU, es momento de reconocer bajo el lema la «Igualdad de género hoy para un mañana sostenible», la contribución de las mujeres y las niñas de todo el mundo, que están liderando los esfuerzos de respuesta, mitigación y adaptación al cambio climático para construir un futuro más sostenible para todas las personas.
La brecha de género en el trabajo es mucho más amplia de lo que se pensaba en la Argentina y aunque parezca un derecho básico el concepto capitalista, libertario o de mercado de «igual trabajo, igual remuneración», por ser mujer, en una gran mayoría de puestos laborales, por no decir todos, no se aplica. Así lo alertó el Banco Mundial (BM) en un informe presentado en la antesala del día de la mujer y a contramano de la visión del gobierno de Javier Milei que anunció días atrás que busca «eliminar la perspectiva de género» de las políticas de Estado. El organismo financiero detalló además dónde puede mejorar cada país, incluida Argentina.
Según el Banco Mundial, cuando se tienen en cuenta las diferencias legales relacionadas con la violencia y el cuidado infantil, se observa que las mujeres gozan de menos de dos tercios de los derechos que tienen los hombres. Ningún país brinda igualdad de oportunidades a las mujeres, ni siquiera las economías más ricas.
En ese marco, la Argentina tiene 79,4 puntos en el marco legal, lejos de los líderes Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia y Alemania, entre otros, y por debajo de la mayoría de la región, como Perú, Paraguay, Uruguay, México, Bolivia, Brasil, Chile e incluso Venezuela.
*NA/EC