9 mayo, 2023
Después de varios días de alta volatilidad, la semana pasado se logró cierta estabilidad en los dólares alternativos. ¿Hasta cuándo podrá mantenerse?
Por qué puede venir otra corrida del dólar y cuál es la mejor forma de proteger los ahorros
Por Christian A. Buteler/iP
Los dólares alternativos cerraron el viernes en $432 para el MEP, $456 para el CCL y $469 para el blue, mostrando estabilidad y una baja en relación a la semana previa. Esta última corrida vimos a los dólares saltar de los $390/$400 a casi los $500 para luego retroceder a los valores actuales. ¿Cómo seguirá la película?
Lo primero que debemos tener en cuenta es que no es sostenible un precio del dólar estable o a la baja en un contexto de suba de precios del 7%/8% mensual, por lo tanto más allá que frente a la intervención que hoy realiza el gobierno tanto con dólares como con bonos pueda bajar algo más las cotizaciones, la tendencia nominal del dólar es al alza. De hecho el gobierno no pretende que no sea así sino evitar los saltos bruscos.
Lo que el gobierno trata de evitar, y así debe ser, son los movimientos como los que vimos donde en apenas 2 semanas los dólares saltan 20/25%. Esto siempre tiene impacto en la economía real mediante distintas conductas, desde empresas que prefieren no vender por temor a no saber a qué precio podrán reponer la mercadería luego, expectativas de devaluación sobre el dólar oficial, salida de depósitos en dólares del sistema financiero y traslado directo a precios que en un contexto de alta inflación, sin referencia de precios y emisión constante termina siendo convalidados.
Incluso más allá que medidas posteriores como la suba de tasas o la intervención en el mercado financiero pueda bajar el precio del dólar los precios de los bienes no lo hacen. Se contiene la corrida, se disminuye la volatilidad pero el daño realizado se mantiene.
Entonces la primera conclusión que podemos sacar es que el dólar podrá retroceder algo más, tomarse un descanso pero la tendencia de fondo seguirá siendo al alza.
La segunda pregunta que nos hacemos es si podemos volver a tener corridas contra el dólar, lamentablemente la respuesta es afirmativa.
Y así lo es por la debilidad macroeconómica del gobierno que se expresa en la falta de dólares ahora profundizada por una sequía histórica.
Los factores de riesgo son amplios, desde la dolarización frecuente en años electorales frente a la incertidumbre que genera un nuevo gobierno, pasando por los fuertes vencimientos de deuda en pesos que pone a disposición de los inversores una masa de pesos importante todos los meses, hasta el exceso de pesos de la economía con un Banco Central que no deja de emitir.
A qué señales debemos estar atentos, obviamente al precio del dólar pero no es el único. La variación diaria de reservas, es insostenible una pérdida continua de reservas como la que estamos viendo donde en lo que va del año ya se fueron más de u$s 10.000 millones. El comportamiento de los plazos fijos privados en pesos, que hasta ahora no presenta problemas. Las renovaciones de la deuda en moneda local que a pesar de las crisis se logra renovar el 100% de los vencimientos, con ayuda del BCRA y otros organismos públicos. Los depósitos privados en dólares que desde el comienzo de la corrida ya llevan caído más de u$s 1.000 millones y la emisión de pesos que no solamente se realiza para asistir al tesoro en forma directa sino también de manera indirecta con el dólar agro y la compra de bonos en pesos.
Qué herramientas tiene el gobierno para hacer frente a una nueva corrida, realmente pocas. Ante la escasez de reservas que limita su posibilidad de intervenir queda la de operar con bonos para mantener los dólares financieros. Esta herramienta, de limitada efectividad, es la que el gobierno intentó preparar cuando lanzó el canje de bonos del sector público pero que no llegó a tener disponible en tiempo y forma.
Así el mejor escenario para el gobierno sería un dólar subiendo en línea con la inflación, algún mes podría estar un poco por abajo y otro algo por arriba pero evitando los saltos bruscos que vimos en las semanas pasadas. Pero desgraciadamente el escenario más probable es que volvamos a vivir otras corridas de acá a la entrega del mandato, cuándo y qué eventos la dispararán es imposible de saber pero las chances de ocurrencia son altas.
Ante este marco de incertidumbre lo mejor que se puede hacer para enfrentarlo es diversificar nuestros ahorros aprovechando las altas tasas pero también los instrumentos que ajustan por inflación y una parte importante con cobertura cambiaria para lo cual se puede optar desde bonos, cedears, obligaciones negociables y billete (que más que inversión es un refugio).
A no confiarse, no pagar cualquier cosa por los dólares y mantener la guardia siempre alta, el 2023 será tan difícil como parece.