11 mayo, 2023
Se trata de un pedido que los comerciantes le hicieron al ministro de Seguridad de la Provincia, Miguel Castro. No todos los particulares consideran oportuno dar acceso al monitoreo privado.
La Comisión Directiva de la Cámara de Comercio de Rawson se reunió en el mediodía de este miércoles con el ministro de Seguridad, Miguel Castro, ante los hechos delictivos y violencia que se suscitaron en los últimos días y que derivaron en la muerte de un comerciante tras recibir una paliza.
En el marco del encuentro, la Cámara mostró la predisposición para colaborar con las medidas de seguridad y puso a disposición el sistema de cámaras que tienen en su exterior cada uno de los comercios para que puedan ser vinculadas al sistema de monitoreo que tiene la Policía de la provincia.
Al respecto, el presidente de la Cámara, Néstor Feu, aseguró que «el objetivo es poder aportar desde nuestra institución para combatir este flagelo que se extiende cada vez más y con niveles de violencia creciente».
«Nuestro aporte permitirá que haya mayor cantidad de cámaras visibles y que las autoridades tengan una herramienta más para actuar en el momento y así trabajar en políticas de prevención de estos hechos aberrantes».
Los comerciantes coordinaron con Castro una próxima reunión intersectorial con los diputados de la ciudad, con autoridades del Ejecutivo Municipal, concejales y la participación del Poder Judicial en busca de soluciones.
Desde el sector comercial se barajó como otra de las alternativas avanzar en la colocación de botones antipánico en aquellos comercios que se sitúan en zonas calientes para alertar a las autoridades y de esa forma disipar mayores peligros.
«Estamos dispuestos a colaborar en caso que sea necesario con la inversión que haga falta porque los comerciantes necesitan poder trabajar en paz, no cerrar sus puertas antes de que oscurezca porque no saben lo que les puede llegar a pasar», expresó Feu.
Hizo énfasis en las dificultades que ha habido para coordinar acciones con las autoridades policías a raíz de los permanentes cambios que ocurren en las comisarías, que impiden una continuidad de las acciones que se van planificando.
Desde el área de Seguridad establecieron mantener reuniones periódicas para analizar los puntos definidos en la planificación institucional.
Más allá de la predisposición del sector comercial, desde otros sectores del ámbito privado ven con desconfianza esta participación público-privada por tratarse de un tema sensible para la comunidad por los numerosos casos de inseguridad, el señalamiento de presuntas zonas liberadas, y las dudas sobre poner en manos de la policía los sistemas privados de resguardo. Un tema que seguramente traerá debates profusos.
Si bien Castro argumenta que no hay equipamiento ni sistemas, una buena parte de la crítica pública se centra en que tampoco hay rondas policíacas ni a pie ni en móviles práctciamente en ninguna de las ciudades en horarios importantes como sistemas disuasivos. Además de achacarle que en los lugares donde se instalaron cámaras, no son efectivamente monitoreadas y no se fortaleció el sistema, por lo que mal se les puede sumar también el acceso a las cámaras privadas.
La situación no hizo más que exponer la endeble estrategia de la política de Seguridad que regentea el ministro Castro tanto en Rawson como en Trelew.
