23 febrero, 2022
Los datos de producción del primer mes del año se conocieron ayer y permitieron no solo tener un pantallazo del ánimo que en el inicio de año muestra la industria, sino del peso que Neuquén, de la mano de Vaca Muerta viene ganando.
De acuerdo a los registros de la secretaría de Energía de la Nación, los yacimientos de Neuquén generaron en enero una producción promedio de 254.357 barriles por día, lo cual no solo marcó un crecimiento de casi el 4% con respecto al mes anterior y del 47% en términos interanuales, sino que hicieron que casi la mitad de los barriles del país, provengan de esta provincia.
En detalle, durante el mes pasado en todo el país se produjeron 569.007 barriles por día, en lo que fue un leve incremento con respecto al mes pasado, del 1,6%.
Pero más llamativo, es el hecho de que el 45,8% de la producción provenga de los yacimientos de Neuquén, que están fuertemente impulsados por Vaca Muerta.
En el caso del gas el escenario no es muy diferente y la producción de enero marcó que la concentración en la provincia del volcán Lanín representa el 62,3% del total del país, ya que se trató de 80,7 millones de metros cúbicos por día, sobre un total nacional de 129,59 millones de metros cúbicos diarios.
Nuevamente en este caso la tracción de los yacimientos de Vaca Muerta es clave, aunque claro está que este nivel de concentración marca tres problemas.
El primero es el de la infraestructura: como ya se ve en el gas que se corre a contrarreloj en la construcción de un nuevo gasoducto de transporte cuya falta generará problemas en este invierno y tal vez en el siguiente, la capacidad de las líneas de evacuación también está a tope en el crudo, cuyo crecimiento se ve desde hace meses limitado a las ampliaciones que realice Oldelval.
Pero además, otro problema es la falta de actividad en otras cuencas del país, ya que en Neuquén es donde se ha concentrado el incremento de la producción que tracciona al promedio nacional pero que no se refleja en cuencas como Noroeste o Cuyana, o incluso en partes de la Cuenca Neuquina como son Río Negro y La Pampa que en los últimos años han perdido gran parte de la producción que supieron tener.
En tanto que un tercer problema y no menor surge de esta concentración de la producción, y es la facilidad de afectar a la industria con piquetes y cortes de ruta.
La paralización de equipos y hasta de parte de la producción se ha visto no una sino dos veces en los yacimientos de Vaca Muerta en el último año y podría ser un problema aún más grave, si la producción de hidrocarburos se sigue concentrando en un puñado de áreas productoras.
*EON/RN