21 marzo, 2022
Pese al rechazo que genera la actividad en una parte de la sociedad, la exploración hidrocarburífera en el mar argentino continúa avanzando y se espera que llegue un buque de perforación para fin de año o comienzo del próximo. Las petroleras YPF, Shell y Equinor, que son socias en uno de los bloques de exploración, son las más avanzadas en este proceso, luego de que el Ministerio de Medio Ambiente, que conduce Juan Cabandié, autorizara en enero pasado la actividad sísmica para estudiar con más detalle el suelo.
Esta autorización fue la que generó las manifestaciones en la costa argentina durante el verano, especialmente en Mar del Plata, ya que la cuenca Argentina Norte está a 307 kilómetros de aquella ciudad. Rápido de reflejos políticos, el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro (exministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y exDiputado del Pro) presentó un recurso de amparo para detener la exploración petrolera y obtuvo la medida cautelar de la Justicia. Pocos días después, el Gobierno apeló la medida, la Justicia aceptó el pedido y se habilitó de nuevo la actividad. Sin embargo, nadie cree que ese haya sido el fin de la discusión en la Justicia. De hecho, todavía falta que la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata se expida sobre los planteos elevados.
Equinor explica como es el procedimiento que realiza
De acuerdo a la página oficial de Equinor, los relevamientos sísmico comprometidos en la zona norte del Mar Argentino se realizarán «durante el cuarto trimestre de 2022», o sea entre julio y septiembre de este año. ( Ver https://www.equinor.ar/es/offshore-seismic/northern-licences.html ) El procedimiento es previo a las perforaciones que posteriormente se prevén hacia principios del año próximo una vez precisadas las zonas a explotar.
«Se espera que las operaciones duren entre 100 y 150 días, y se desarrollarán ininterrumpidamente las 24 horas del día si las condiciones meteorológicas lo permiten», confirmó la empresa.
Mientras tanto, luego de caída la acutelar, en el Gobierno, todos los referentes políticos defendieron la actividad. Desde el gobernador bonaerense Axel Kicillof, hasta el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien comentó que “es un proyecto muy positivo desde todo punto de vista. Si todo sale bien y se confirma la explotación, podríamos llegar a exportar por la explotación offshore unos US$25.000 millones por año. Podríamos ir a una balanza comercial superavitaria en cerca de US$30.000 millones”.
Pese al recurso de amparo Montenegro, en el espacio opositor también defienden la actividad offshore. El exsecretario de Energía y actual intendente de Sarmiento, Javier Iguacel, explicó que “se perforan ya 300 pozos y se hicieron cientos de miles de kilómetros de sísmica, que es la misma tecnología con la que se buscó el ARA San Juan. En la fase de la sísmica no hay riesgo de nada, ni para la pesca, para nada. Si no no habría más peces”.
Este comentario fue festejado por los representantes de La Cámpora, que están enfrentados con el exfuncionario nacional por sus acusaciones contra la vicepresidenta en la Causa de Vialidad. El gobierno de Cambiemos, además, fue el que lanzó las licitaciones de los bloques de offshore, que las petroleras están explorando.
La agrupación La Cámpora es ahora una de las principales impulsoras de la defensa de la producción costa afuera a través de YPF. Su presidente, Pablo González, indicó que “falta un debate profundo en este tema, sobre todo cuando ya existe la exploración offshore en la Argentina”. Y agregó: “Insisto, yo vivo ahí -en Santa Cruz, donde hay producción en el mar-, mis hijos viven ahí, mi madre, mi familia. Llama la atención, entonces, semejante movida mediática y política, por otro lado, con este tema”.
Ante la imagen negativa que tiene la actividad en la opinión pública, la industria está dando charlas para explicar como funciona la producción en el mar. Fue el caso esta semana de la cámara que reúne a las empresas estadounidenses, la AmCham, que organizó su primer ciclo de Energía, bajo el título “Desarrollo de Offshore en Argentina”, en la cual expusieron Marcelo Guiscardo, presidente de la Fundación Cluster de Energía de Mar del Plata, y Diego Lamacchia, VP Operations de Leviticus Subsea.
Lamacchia, que vive hace 30 años en Houston, Estados Unidos, y hace 25 trabaja en la actividad offshore, admite que las ondas sísmicas tienen un efecto sobre los mamíferos marinos, pero que se minimiza con medidas preventivas. “Primero se establece una área de protección y luego se hacen arranques suaves de las operaciones. Además, hay ecólogos abordo de los buques para que verifiquen que los procedimientos se estén llevando a cabo. Las ballenas son las que más sienten los niveles del sonido, porque tienen un sistema de oído parecido al del ser humano. Las ondas sísmicas son de entre 200 y 220 decibeles, pero se las puede reducir a 60 o 70, que es una charla acalorada entre dos personas”, indica. Y agregar: “En el mar argentino, se ha hecho mucha sísmica en los últimos 40 años y, sin embargo, en cuanto a avistamiento, aumentaron mucho la cantidad de ballenas”.
Luego indicó que “el tema de la probabilidad de derrames es otro mito”. E indicó que ”los derrames, si los hay, se podrían dar durante la época de producción o si hay un blowout durante la perforación. Pero hay estrictos protocolos de seguridad porque las empresas quieren que no se produzcan estos eventos catastróficos”.
Por otro lado, señaló que cada proyecto implica una inversión de entre US$4 y US$5 millones, lo que genera un “impacto tremendo en la economía de un país”. En cuanto a empleo, comentó que a medida que hay más actividad, hay más uso de productos y servicios locales. “Esto tiene un efecto multiplicador; se calcula que, por cada empleo que genera en la industria petrolera, se crean entre 4 y 6 en el resto de la economía”, indicó.
Guiscardo, por su parte, indicó que la ciudad de Mar del Plata tiene la infraestructura para ser el epicentro de la actividad offshore y explicó por qué hay buenas chances de encontrar petróleo en el mar argentino. “Los yacimientos de Angola y Brasil son muy similares, tienen reservas muy parecidas y no parece una rareza, ya que estaban muy cerca en la Pangea. Hace poco, la petrolera Total encontró también reservas en la cuenca de Orange, en Sudáfrica, que estaba en esa época justo en frente de Mar del Plata”, indicó.