15 noviembre, 2020
Luego de varios años sin actividad, la Argentina volvió a poner en marcha la búsqueda de hidrocarburos en el mar, una vasta frontera que ha tenido una escasa, aunque con resultados interesante, tareas de exploración a lo largo de su historia y que podría albergar importantes recursos de petróleo y gas.
El año pasado, el gobierno nacional llevó adelante el Concurso Internacional Costa Afuera N° 1, a través de cual adjudicó 18 áreas exploratorias a 9 consorcios de empresas que comprometieron inversiones por un total de 724 millones de dólares para cubrir una superficie cercana a los 95.000 km2.
El director de Exploración Off Shore de YPF, Néstor Bolatti, señaló que el Mar Argentino “es, a nivel global, uno de los espacios más extensos sin explorar”, al repasar la historia de la actividad en el país, durante un seminario virtual organizado por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG).
Bolatti destacó que una de las principales incógnitas que presenta el Mar Argentino es conocer si existe una roca madre generadora de hidrocarburos, así como su espesor y calidad.
Sin embargo, hay indicios que permiten a los especialistas ser optimistas. Al estudiar la evolución de la apertura del Océano Atlántico, han observado la relación geológica entre la costa Argentina y la costa de África, donde hay explotaciones exitosas. Los análisis permiten deducir la existencia de roca madre en las cuencas Salado, Colorado y Argentina que estaría asociada a la apertura oceánica.
“No hay pozos para certificar la existencia de la roca madre, solo hay evidencia del lado africano que dio indicios de la calidad y extensión”, dijo el experto de YPF.
Argentina tiene un potencial exploratorio de hidrocarburos sobre superficie mayor a 1,2 millón de kilómetros cuadrados, de los cuales son prospectables unos 590.000 km2. Se trata de una extensión similar a las cuencas del Mar del Norte y cinco veces superior a la Cuenca Neuquina.
El nuevo Plan Gas tendrá una duración de 8 años para los proyectos offshore, cuatro años más que los proyectos continentales.
En las diversas experiencias exploratorias, se han identificado recurso por 6 billones de BOE (barriles equivalentes de petróleo), y se estiman que ascenderían a 31 billones de BOE.
Bolatti estimó que el desarrollo de los hidrocarburos costa afuera requerirán inversiones del orden de los 1,7 billones de dólares.
La Ronda 1 realizada el año pasado fue exitosa, al generar el interés de empresas como Qatar Petroleum, Equinor, ExxonMobil, Total, YPF, Shell, Pluspetrol, Tecpetrol, Wintershall, Mitsui, BP, ENI y Tullow.
Algunos de los 9 consorcios adjudicatarios ya adquirieron parte de la sísmica 2D y 3D prevista, y ya se están tomando acciones para mitigar el riesgo geológico. El actual gobierno adelantó que se podría lanzar una segunda ronda licitatoria, afirma Más Energía.
Muchos de los permisos adjudicados comprenden superficies que forman parte de los nuevos límites de la Plataforma Continental Argentina gestionados por el gobierno argentino entre los años 2009 y 2017 frente a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental (COPLA).
Bolatti estimó que, de resultar exitosa la campaña exploratoria, “el inicio de la producción no será antes de 2030”.
Más allá de las millonarias inversiones a riesgo, de obtener resultados, las petroleras deberán sortear la escasez de facilidades como disponibilidad de barcos, puertos, helicópteros y logística para la explotación.
La exploración de la plataforma marítima argentina se remonta a la década del ’70, cuando comenzó a registrarse sísmica y se perforaron los primeros pozos en las cuencas del Colorado y Salado. Mientras que en los ’80 se realizaron perforaciones en aguas someras de las cuencas del Golfo San Jorge, Austral y Malvinas.
La actividad más reciente se llevó a cabo entre 2009 y 2011 por parte de empresas como YPF, PAE, Sipetrol y Petrobras.
En toda la historia de la industria petrolera argentina se perforaron 137 pozos exploratorios. La búsqueda de crudo en el mar requiere millonarias inversiones en tecnología.
La mayor actividad se concentró en la Cuenca Austral, con unos 70 pozos. En esa región se encuentran los únicos yacimientos en el offshore del país. Ahí están proyectos como el Vega Pléyade y Carina-Aries, que opera la francesa Total Austral, en sociedad con Pan American Energy y Wintershall.
Otra región que recibió gran parte del esfuerzo exploratorio es la Cuenca del Golfo San Jorge, donde se perforaron treinta pozos, algunos de los cuales durante 2008/2009, con resultados negativos.
De las perforaciones restantes, diseminadas en las cuencas de Salado, Colorado, Rawson, San Julián y Malvinas, sólo tres encontraron pruebas concretas de existencia de hidrocarburos (en la Cuenca de Malvinas), aunque los hallazgos fueron de carácter no comercial.
*ME