10 abril, 2025
MERCADOS CONTRAÍDOS Y DISPARADA DE COSTOS INTERNOS
El escenario de la industria pesquera es por demás complejo, los mercados siguen retraídos y con precios deprimidos; los impuestos no bajan, el costo laboral se sigue disparando y hay pesqueras con cámaras de frío con cientos de toneladas de langostino de aguas provinciales aún sin vender.
En el ámbito del Gobierno hay creciente preocupación ante la situación que han comunicado algunas empresas del sector pesquero de explorar la alternativa de concursarse para reprogramar sus deudas. Trascendió que una de ellas sería la empresa Veraz, la que fue beneficiada con el otorgamiento de un permiso provincial de pesca otorgado por la anterior gestión de gobierno provincial, y ratificado por el actual a cambió de determinados aportes para la construcción de nuevas escuelas.
Es decir, una pesquera que recibió una licencia provincial de pesca se concursa poco tiempo después de obtener esa concesión estatal, y es lo que generó cierto ruido político en el ámbito gubernamental, y así se dejó trascender.
Por otro lado, la empresa Mirabella de Puerto Madryn también recurriría a esta herramienta del concurso preventivo, que es un procedimiento judicial que permite a personas y empresas renegociar sus deudas con sus acreedores. En el Gobierno de Chubut fueron informados de esta situación y sobre los motivos y circunstancias que llevan a utilizar esta figura.
En tanto, habría una tercera empresa que también está explorando esta opción de reprogramación de deuda. Se trata de una firma que tiene planta de procesamiento de pescado en el puerto de Rawson y también una moderna planta en el parque industrial liviano de Puerto Madryn.
Si bien se trata procedimientos utilizados por empresas privadas del sector pesquero, sobre las que hay hermetismo y cautela en cada instancia, los datos han comenzado a ser ventilados desde fuentes calificadas del propio Gobierno, que ven con preocupación el escenario que se presenta dentro de la industria de la pesca, y ya no es un hecho puntual y aislado.
La utilización de la herramienta del concurso preventivo, por parte de más de una empresa, enciende alertas sobre el estado de situación de la actividad pesquera, cuya crisis viene siendo negada por sectores sindicales.
El escenario es por demás complejo, los mercados siguen retraídos y con precios deprimidos; y hay pesqueras con cámaras de frío con cientos de toneladas de langostino de aguas provinciales aún sin vender.
A lo que se suma, la presión y voracidad fiscal es una mochila que agobia a los sectores productivos. En la pesca no solo no ha habido medidas de alivio fiscal, sino que se ha incrementado el Derecho Único de Extracción que termina siendo una suerte de suba impositiva; en tanto, la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ex AFIP, mantiene pisadas multimillonarias devolución de IVA, que terminan afectado la liquidez de las empresas.
Con todo, estos procedimientos concursales deben poner en alerta a sindicatos marítimos, como también al STIA cuyas paritarias vencen en un mes, como así también al Gobierno nacional que mantiene niveles de retenciones a las exportaciones que le quitan competitividad a la industria, y una presión fiscal que impacta en los sectores productivos. La realidad de los hechos hace que ya no se pueda seguir ocultando o negando la crisis en la pesca.