9 febrero, 2022
La deficiente gestión del INIDEP ha dejado al programa de merluza hubbsi sin datos de juveniles y del stock reproductor. Otro año en el que no se contará con información fundamental para el modelo de evaluación. En 2020 los jefes de programa denunciaron falta de políticas y planificación estratégica.
En el INIDEP se acaba de suspender la campaña de juveniles de merluza por falta de pago a proveedores. La mala administración parece habernos dejado sin datos fundamentales para la evaluación de la principal especie del Mar Argentino.
La campaña de juveniles de merluza hubbsi en el Golfo San Jorge es fundamental para el ajuste del modelo de evaluación del recurso, dado que además de la evolución de los juveniles se evalúa el stock desovante en la zona de cría, área que está expuesta a la presión pesquera durante la temporada de langostino en aguas nacionales.
El miércoles 26 de enero se suspendió la zarpada del buque Holmberg porque no pudo hacer víveres; según confirmaron fuentes dentro del instituto, no se les había pagado a los proveedores.
Los gastos de las campañas están programados dentro del presupuesto y en el caso de las campañas que se realizan entre enero y febrero, las compras habitualmente se realizan en el mes de diciembre, porque para estas fechas el presupuesto del año en curso todavía no se ha ejecutado. Al parecer no se tomaron estas previsiones y la campaña debió suspenderse.
Puertas adentro del INIDEP a nadie le extrañará que algo así suceda; el nivel de improvisación de la administración actual ha llevado a que sean los propios biólogos quienes deban ocuparse de realizar las compras de víveres para los cruceros.
La falta de idoneidad para dirigir el instituto por parte de la actual gestión, encabezada por Oscar Padín y sus asesores Carlos Lasta y Jorge Bridi, ha sido denunciada por los propios investigadores.
“Tal como le fuera comunicado en reiteradas oportunidades, sostenemos nuestro desacuerdo con varias de las políticas de gestión que se están desarrollando en nuestra Institución, como así también el preocupante debilitamiento del rol de la DNI como área sustantiva del INIDEP” señalaron en una nota enviada a las autoridades en mayo del año pasado, con la firma de todos los jefes de programas de investigación del instituto.
En esa misma nota indican que “se evidencia en la falta de políticas y planificación estratégica claras y consensuadas de la investigación”, y una “ausencia de un rol pro-activo de las áreas de apoyo resultante en el incumplimiento de planificaciones anuales y campañas de investigación”, entre una larga lista de reclamos.
Lo acontecido con la campaña de juveniles de merluza es la prueba más contundente de la mala gestión denunciada por los biólogos. Con el barco en condiciones, con fondos para combustible, con el personal cumpliendo protocolos y sin casos de Covid, se debe suspender porque las compras no fueron realizadas en tiempo y forma.
Esto tiene consecuencias para la continuidad de una serie histórica (bastante maltrecha), para la generación de recomendaciones y para la economía de los técnicos y biólogos, que recordemos cobran en su mayoría sueldos por debajo de la canasta básica y necesitan embarcarse para robustecer un poco al menos sus bajos ingresos.
También es muy probable que la falta de idoneidad para dirigir el INIDEP esté repercutiendo en otros campos de alto impacto como la exploración offshore. Hoy se considera desde la Dirección que no se está en condiciones de afrontar una campaña de impacto ambiental sobre los stocks pesqueros en el área autorizada para la exploración sísmica.
En 2017 y en medio de un conflicto con el SIMAPE, el INIDEP estuvo en condiciones de diseñar un proyecto de evaluación de impacto ambiental para Panamerican Energy. Habiendo mejorado, incluso, la situación del instituto en la conflictividad sindical a bordo del buque y contando con barcos con los que antes no contaba, hoy no se consideran capaces.
Parece bastante evidente que el problema, como han denunciado los biólogos, se encuentra en la Dirección del instituto. Quizás sea tiempo de que las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca escuchen a sus científicos.
*RP/ by Karina Fernández
