29 octubre, 2021
La diputada Camaño intentó que el proyecto se tratara sobre tablas en la sesión especial de la Cámara de Diputados, pero no consiguió el número de votos necesarios. Desde la oposición cuestionaron la exclusión de áreas concesionadas para exploración offshore y plantearon el problema presupuestario.
Por Karina Fernández
Cada vez que los legisladores abordan temas relacionados con la pesca o los espacios marítimos, hacen gala de su desconocimiento; incluso sucede con los autores de los proyectos. El proyecto de ley presentado por la diputada Graciela Camaño y el diputado Máximo Kirchner para establecer un área marina protegida estricta bentónica en el Agujero Azul, tiene errores y omisiones groseras, como así también grandes incoherencias y ocultamiento de la realidad.
Proteger cualquier área que esté siendo objeto de la pesca ilegal, no declarada y no controlada en el Atlántico Sur es un hecho que goza del apoyo unánime del sector pesquero y de la sociedad en general. Proteger un área de gran productividad ecológica también suscita adhesiones, especialmente del ambiente científico y de las organizaciones que luchan por preservar las especies marinas y los ambientes. En la sociedad esto tampoco encuentra mayormente reparos y los diputados lo saben.
La algarabía con la que dieron su voto positivo a la creación del AMP Yaganes-Banco de Burdwood II fue una muestra inocultable de que era un tema del que no sabían mucho, pero todos estaban de acuerdo en apoyar. “Siento una enorme felicidad en esta sesión porque hemos venido a hacer una muy buena faena para cuidar el planeta”, dijo Graciela Camaño en 2018 y prometió seguir avanzando para que más áreas fuera protegidas. Los 196 diputados presentes dieron entonces su voto positivo.
Graciela Camaño siguió avanzando y presentó junto a Máximo Kirchner un proyecto de ley de AMP para el Agujero Azul, un área de máxima productividad biológica ubicada sobre el talud en el sector norte del Mar Argentino. Ese espacio solo en una pequeña parte está dentro de nuestra Zona Económica Exclusiva y el resto en la plataforma extendida presentada ante la OMI y la ONU.
“La extensión de la plataforma marina no es algo que se nos regaló, la estrategia de la OMI fue que haya una protección ambiental, especialmente a todo lo que significa la pesca de arrastre que es muy dañina para las especies, muy dañina”, comenzó diciendo la diputada en la sesión especial de la Cámara de Diputados del martes 26 de octubre. Luego señaló que habían trabajado mucho con científicos, que había tenido el apoyo de Daniel Filmus y “la Subsecretaría de Pesca que muy alborozadamente se interesó en proteger esa zona, que aparece en las fotos de los medios como una ciudad flotante”.
“Todos dicen dejamos pescar a los chinos, dejamos pescar a los chinos, ahora es cuando podemos hacer algo, declararla un Área Marina Protegida estricta bentónica”, dijo eufórica la diputada. Pero su afirmación no hizo más que confirmar su desconocimiento o malicia en la presentación del proyecto.
La Argentina ni siquiera tiene dominio sobre el lecho marino de toda el área que se pretende proteger. Si bien está dentro de la plataforma extendida presentada por ante la Naciones Unidas, solo se nos aprobó desde el paralelo 45º hacia el norte por encontrarnos en litigio por Malvinas y más de la mitad de la extensión de la AMP se encuentra hacia el sur de ese paralelo.
Pero si nos concentramos solo en la extensión del lecho marino sobre la que tenemos dominio, la única forma de que no ingresen buques extranjeros sería declararla de carácter estricto, pero eso no ocurriría por lo menos por los próximos años, dado que según anunció la diputada se permitirá el ingreso de buques de arrastre nacionales, hasta que venza su permiso. Con lo cual debiera ser considerada un área mixta que incluiría la pesca.
Si el área no es realmente estricta, no se podrá frenar el ingreso de barcos que no utilicen red de arrastre como los poteros, dado que no tenemos dominio sobre la columna de agua. Por lo tanto, los barcos chinos que iluminan el Atlántico Sur, a los que hizo referencia Camaño, podrán seguir posando para la foto.
“No venimos a vulnerar ningún interés, ni del sector petrolero ni de la pesca, porque también hemos hablado y como no queremos meter al país en un reclamo, hemos dejado que las áreas que se habían otorgado para exploración offshore se excluyan y que los tres barcos que tienen la metodología del arrastre en la plataforma extendida, recién vean caducar ese derecho cuando venzan las licencias que se les han dado”.
Se trata de una AMP que no quiere molestar a nadie, pero sobre todo a la industria petrolera y termina siendo un verdadero mamarracho. Nada dista más de la conservación y protección de los ambientes que la exploración offshore y la explotación petrolera.
Esta vez la diputada Camaño no consiguió con facilidad que la acompañaran en la votación del proyecto y se mostró molesta por ello. “Yo no sé qué está pasando, yo no sé cuál es el motivo por el cual no podemos aprobarlo, yo no sé por qué no queremos tomar soberanía sobre el Atlántico Sur, no sé por qué no queremos completar el trabajo de los científicos y hacer lo que debemos hacer que es proteger las especies”, gritó.
“La diputada fue muy vehemente en la defensa de este proyecto” señaló el diputado Juan Manuel López en representación del bloque de la Coalición Cívica y anunció que votaría en contra por considerar que se trata de un tema que debe ser abordado con mayor seriedad y ser analizado.
Desde el bloque opositor, cuestionaron que se hayan dejado fuera los sectores afectados por la exploración y explotación petrolera, considerando que se debe volver a incluir esas áreas. Por otra parte, poniendo en evidencia la manipulación de la información de la diputada Camaño, señaló que la protección se extiende sobre el lecho marino, pero no sobre la columna de agua, que “se debe incluir también”, señaló López.
Recordemos que Gladys González, de Cambiemos, presentó en Senadores un proyecto prácticamente igual al de Camaño pero que incluye las áreas que fueron asignadas a la exploración offshore.
Por otra parte, de forma criteriosa, desde la oposición rescataron las declaraciones realizadas por la Directora de AMP del Ministerio de Ambiente, respecto de la falta de presupuesto para realizar una efectiva protección de esa nueva área que se pretende designar. Lo que no dijo el diputado es que el presupuesto actual no alcanza siquiera para proteger y controlar las áreas ya designadas por el Congreso.
“El sistema de AMP en 2016 contaba con un presupuesto de 100 millones de pesos que en su momento eran 8 millones de dólares y ahora nuestro presupuesto es de 240 mil dólares al año, esto es menos de 2 dólares por kilómetro cuadrado, cuando en 2016 era 270 dólares por kilómetro cuadrado. La creación de esta AMP limitaría nuestro presupuesto a centavos y eso se relaciona con la efectiva implementación de las AMP, con no tener AMP de papel sino efectivas que es lo que nos interesa, proteger nuestros recursos y la soberanía del país”, dijo Mercedes Santos en la reunión informativa convocada por la propia diputada Camaño. Pero al parecer la legisladora no la escuchó.
Tampoco parecen haberla escuchado ella ni los diputados de la oposición, cuando la bióloga explicó que “todavía se debe establecer dónde están las poblaciones bentónicas vulnerables a las actividades antrópicas como la pesca de arrastre y un área de esta extensión va a ser difícil de implementar. Una menor extensión permitirá desarrollar y profundizar el conocimiento científico en esas áreas y posteriormente expandirlas”. Ni cuando señaló que “va a ser difícil y costoso poder fiscalizar el área adecuadamente y poder distinguir los buques que están pescando sin cometer un acto ilícito de aquellos que sí lo están haciendo. La creación del AMP nos interesa, pero creemos que un área menor nos permitiría fortalecer el conocimiento, afianzarnos en el monitoreo y fiscalización de la misma y posteriormente avanzar hacia una zona mayor” (ver Agujero Azul, un Área Marina Protegida de papel).
Antes de la votación, que terminó con 140 votos afirmativos y 86 votos negativos sin que se aprobara su tratamiento sobre tablas, la diputada Camaño había señalado, sosteniendo su tono enérgico: “Debemos dejar de versear que nos preocupa el problema ambiental”. Una frase que les cabe a todos, incluso a ella.
