2 noviembre, 2021
El STIA ratificó su abierto rechazo al proyecto elevado por el gobernador Arcioni. Cuestionan el otorgamiento de nuevos permisos de pesca y anteriores reformulaciones. El SICONARA apoya la iniciativa oficial y pide derogar el FAP. El SOMU reclamó que no se apruebe entre “gallos y medianoche”.
Por Nelson Saldivia*
La Legislatura de Chubut continúa recibiendo las inquietudes y posicionamientos sectoriales respecto del Proyecto de Ley N° 140/20 que modifica la legislación pesquera provincial. La Comisión de Recursos Naturales convocó a los diferentes sindicatos vinculados a la actividad para que expongan sus puntos de vista respecto a la normativa en debate.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), estuvo representado por una delegación encabezada por Oscar Hughes, mientras que por el Sindicato de Conductores Navales (SICONARA) expuso Jorge Maldonado y por el Sindicato Obreros Marítimos Unidos de Rawson (SOMU) hizo lo propio, el dirigente Ramón Vera.
En la oportunidad, el STIA pudo fijar su postura sobre las modificaciones a la Ley de Pesca, y plantearon que se debe resguardar el “abastecimiento permanente a las plantas de procesamiento para que exista una continuidad laboral durante todo el año para los trabajadores del sector, cuidando el recurso y la diversificación de los reprocesos de los frutos del mar”.
El gremio que representa a los trabajadores de plantas pide que “la ley asegure el trabajo durante todo el año y que no se exporte la materia prima de la provincia sin procesar”. Del mismo modo se puso en tela de juicio “el otorgamiento de nuevas licencias de pesca y que se haga una redistribución de los que ya fueron otorgados de forma irregular. Que sean entregados a empresas con un historial de trabajo registrado con trabajadores con antigüedad en las plantas de procesamiento”, propusieron.
Con todo, el Sindicato de la Alimentación “rechaza el proyecto de la nueva Ley de Pesca que el Ejecutivo provincial envió a Legislatura”. Por ese motivo, la conducción sindical solicita que “se incorporen a la ley vigente pautas claras que aseguren que las plantas de procesamiento y sus trabajadores se aseguren el aprovisionamiento de materia prima durante todo el año y de forma prioritaria”, insistieron.
El STIA sugirió “establecer pautas claras, serias y concretas impositivas, exención o reducción de impuestos a las exportaciones por puertos chubutenses, incentivos a productos con valor agregado que permitan la radicación de nuevas empresas, como así también la continuidad de las que se encuentran”. En ese marco, reiteraron su oposición a que salga materia prima sin procesar de la provincia.
Entre otros puntos, también exigieron “la revisión de todos los permisos de pesca que se encuentran en forma irregular. Y aquellos que no cumplan con las disposiciones de la Ley, sean retirados y reasignados a plantas pesqueras”.
Por su parte Jorge Maldonado, del SICONARA, explicó que “nosotros tenemos la postura de apoyar la ley, pero no queremos que salga de apuro, ni tratada sobre tablas como hicieron con el FAP. Los diputados aprobaron una ley sin saber que estaban afectando el bolsillo de los trabajadores. Nos tocaron el sueldo y no les importó nada”, lamentó.
Les plantearon a los diputados “que hagan las cosas bien y que de alguna manera deben primero derogar la ley del FAP. No es cierto que nos barcos contaminan en el puerto, sino que son las plantas de procesamiento las que general los desechos”, puntualizó.
“Dejamos bien en claro que el FAP se debe eliminar y brindamos apoyo al proyecto de ley y a la gestión del secretario de Pesca, Gabriel Aguilar”, dijo Maldonado.
El referente local de los Conductores Navales dijo respecto a los sindicatos que no comparten el proyecto, “que tienen que ser más abiertos en la mentalidad y no solamente querer llevar agua para un solo molino”, puntualizó en inequívoca referencia al STIA. “Entiendo que el recurso hay que cuidarlo y tiene que ser perdurable en el tiempo, pero eso no quiere decir que dándole los permisos a las plantas se va a solucionar. Al contrario, se va a solucionar para un solo sindicato, no es una solución colectiva. Sino se generan monopolios que generan mano de obra barata y no calificada, como dicen ellos”, reprochó.
“No seamos ingenuos de que los permisos en las plantas vamos a generar más mano de obra; eso es mentira. Van a generar mano de obra barata”, criticó.
Por otro lado, Ramón Vera del SOMU Rawson expresó que “nunca nos mandaron el proyecto de ley. No estamos de acuerdo que cambien la Ley de Pesca hasta que no se consulte a todos los sectores adecuadamente, no queremos que salga entre gallos y medianoche”, advirtió ante versiones que se apuraría el tratamiento en la Cámara de Diputados para las próximas sesiones.
“Debe haber un debate más amplio y que no salga de apuro en cuestión de semanas cuando no se ha hecho un pormenorizado análisis. Y no alcanza con que escuchen lo que piensan las partes interesadas y se siga para adelante con el proyecto tal como lo mandaron”, consideró el dirigente de los marineros.
La Legislatura de Chubut “ya ha sacado leyes de un día para otro que perjudican a los trabajadores de la pesca, y nunca se nos consultó nada. Entonces, no debe volver a repetirse la misma situación”, insistió.
El SOMU Rawson además elevó a los legisladores un duro planteo respecto la flota artesanal para que incorpore más marineros ya que se los autorizó a traer hasta 500 cajas de langostino.
“La Ley de Pesca vigente dice que la capacidad de cajones que pueden traer los artesanales no debe exceder los 100 cajones por viaje, ni deben poseer redes de arrastre, ni portones, y las tripulaciones deben tener un patrón y dos marineros. Al autorizarse a realizar viajes con más cajones solicitamos que se incorpore más personal de marinería a estas embarcaciones”, precisó Vera respecto de otro tema que les preocupa.
“A los artesanales se les autorizó a traer una carga máxima de 10 toneladas por marea o su equivalente a 588 unidades, sustento en que al incrementarse en más de 500 por ciento la capacidad de cajones de la flota artesanal, resulta lógico que también se incremente la tripulación, debido a que se requiere mayor esfuerzo de cada hombre de mar”, agregó.