24 enero, 2024
No hubo forma de persuadir al equipo económico del Gobierno nacional de eliminar la sección referida a la desregulación de la actividad pesquera que contiene la modificación del articulado de la Ley Federal de Pesca. Para el sector sería firmar ‘el certificado de defunción’ de una industria que puja por mantener la competitividad en el escenario mundial y que representa miles de puestos de trabajo y dinamización de las economías patagónicas.
El Gobierno después de semanas de haber recibido profusa información técnica y económica de la incidencia negativa que representa la desregulación de la actividad en los términos que fue redactado originalmente, apenas accedió a eliminar la palabra ‘internacional’ en la licitación de cuotas y mantener que las descargas de los buques se hagan en puertos nacionales.
La Libertad Avanza (LLA) ratificó que quiere licitar las cuotas de captura y no cedió un ápice, hasta el momento, en la geométrica suba de retenciones a las exportaciones de productos y derivados de la pesca que los igualaron, a todos por igual, en un 15 por ciento.
“La base del problema es que los actuales actores del sector llevan a cabo su actividad casi gratuita. Así, un recurso natural que es de todos los argentinos es explotado sin que la población pueda apropiar la parte de la renta que le corresponde”. Así, expresamente fundamentan los técnicos de Javier Milei los artículos que mantienen la pretendida idea de licitación de cuotas sin tener en cuenta historial, ni inversiones, ni mano de obra ocupada.
El argumento esgrimido por el oficialismo fue interpretado como una afrenta innecesaria, más cuando la industria ha salido a explicar que la pesca es un sector privado, netamente exportador (90% de su producción), que genera divisas por 1800 millones de USD anuales. Genera 46.000 puestos de trabajo directo en 806 buques con permiso nacional y 377 plantas en tierra que producen alimentos con valor agregado.
El sector rechaza la reforma a la Ley de Pesca y el aumento de las retenciones. Mar del Plata será una de las localidades más afectadas
Agotada la instancia de persuasión para que se tomara con mayor responsabilidad lo que se pretende reformar, desregulando la pesca bajo el “modelo Namibia”, un esquema de brutal concentración, con denuncias de discriminación y corrupción, ahora llega el momento de ver cómo vota cada bloque y cada legislador en particular.
Las negociaciones se aceleraron y han sido vertiginosas en las últimas horas. Los gobernadores de Juntos por el Cambio acordaron con Milei y votan la ley en general, pero en contra retenciones.
En estos precisos momentos se definen los dictámenes de comisión que serán llevados al reciento, posiblemente, el próximo jueves. De emitirse dictamen, luego quedará en Labor Parlamentaria definir la forma de votación; más allá de la votación en general, es clave cómo se ‘votará en particular’, si artículo por artículo, por secciones o capítulos. El reglamento de la Cámara de Diputados ofrece variantes.
En la “cumbre pesquera virtual” del jueves pasado, el Gobernador de Chubut trasmitió al sector que había consenso entre las principales bancadas de “voltear” el capítulo referido a la pesca, cuando se llegue a la votación “en particular”; pero advirtió que “no están los votos” para revertir la suba de los derechos de exportación.
Allí en esa instancia, se juega ahora, la reforma pesquera y nada más y nada menos que el futuro de la industria pesquera; el futuro de miles de familias y el futuro de muchas ciudades que tienen su economía atada a la pesca.
Comenzó la cuenta regresiva.
*PDP