30 agosto, 2024
Las cámaras de frío están abarrotadas de materia prima en Chubut. En esta temporada se pescó más que la anterior, los precios han tenido una tendencia a la baja y, a punto de ingresar en el último cuatrimestre del año, no se observa un escenario de recuperación.
La mayoría de las empresas presentan sobrestock de langostino, aún sin comercializar, en una temporada de aguas nacionales que presentó muy buenos niveles de capturas, tanto en volumen, como en calidad.
Desde el INIDEP proyectan que 2024 reportará valores cercanos o similares a de 2018, el mejor año en el historial de la pesquería, en cuanto a volúmenes de capturas.
Desde el inicio de la temporada hasta el 4 de agosto, las capturas totales registradas fueron de 83.899 toneladas, un 46% más que las registradas para el mismo período de 2023, precisó el organismo de investigación en un informe elevado al Consejo Federal Pesquero.
Fuentes especializadas coinciden en señalar que hay una retracción de los mercados. Los clientes están dispuestos a pagar un precio menor que al exportador de langostino salvaje argentino le representa cubrir los costos, es decir, se presenta un escenario de rentabilidad nula o negativa; dependiendo el tipo de producto, según reportó el sitio PDP.
No obstante, hay expectativas que, a partir de septiembre, en Europa, empiecen a demandar de cara a las ventas de las festividades de fin de año, por lo que la Feria Conxemar de Vigo, a principios de octubre, marcará una pauta del comportamiento de los mercados en el cierre de 2024.
El mercado chino es el que más ha impactado, ha dejado de demandar productos de Pleoticus muelleri en niveles de años anteriores, al tiempo que el crecimiento geométrico de los volúmenes disponibles de Vannamei, inundando los mercados, han traccionado los precios a la baja.
La inflación en países europeos también repercute en el tipo de productos que adquieren los consumidores, entre optar por un producto premium como el langostino salvaje patagónico y uno de cultivo más barato, eligen el de precio más bajo.
En tanto, en España se presenta una progresiva caída en el consumo de pescados y mariscos, en la última década, lo que obedecería no solo a factores económicos sino a hábitos de consumo de las nuevas generaciones, estiman los especialistas.
Independientemente de los factores propios de los mercados, que no son lineales, y donde también hay nichos específicos, que obliga a los comerciales de las compañías a explorar nuevas estrategias, el sector exportador argentino sigue sin tener un dólar competitivo. A lo que se suma una fuerte suba de los costos internos de producción al ritmo de la inflación y la variación del tipo de cambio, crawling peg, de apenas el 2% mensual.
Mientras a sectores del campo y economías regionales como productos derivados de la leche consiguieron la eliminación de las retenciones a las exportaciones, la industria pesquera no ha logrado aún persuadir al Gobierno nacional para que se revise el actual esquema de derechos de exportación para la actividad.
Con todo el langostino stockeado, sin vender, y quedando al menos un mes más de operaciones en aguas nacionales, comienza a analizarse qué será lo más conveniente al momento de definir la apertura de la pesquería en la jurisdicción provincial de Chubut. Si a mediados de octubre se mantienen altos los niveles de stock en cámara, en el sector se plantea si resulta ventajoso o no sumar más toneladas, ya que el mercado al saber que hay disponibilidad de productos no ofrecerá mejores precios. Un debate que provocará inevitables colisiones de intereses