11 febrero, 2022
La contundente afirmación pertenece a Ventura Lafuente al analizar el frágil contexto económico nacional, los precios en los mercados internacionales y la situación biológica de los recursos. Pronostica un 2022 con dificultades. La temporada de langostino de Chubut podría terminar en la primera quincena de febrero.
El presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP), Buenaventura Lafuente Matos, expresó la preocupación existente en el sector ante una confluencia de variables que impiden planificar un año con parámetros de previsibilidad. La pesquería de langostino en aguas de Chubut muestra signos evidentes de una disminución de los volúmenes de abundancia comparativamente con zafras anteriores, y el reporte diario de desembarques en Rawson lleva a que se avizore una temporada acotada, al punto que no iría más allá de febrero.
“Seguimos con atención y preocupación cómo evolucionan las variables económicas del país y cada vez se complica más con la brecha cambiaria existente”, opinó el dirigente empresarial. “La inflación sigue en aumento y los costos de insumos y producción continúan creciendo, mientras que se nos liquidan las exportaciones a un dólar oficial que día a día presenta una brecha enorme con los otros tipos de cambio”, señaló respecto del contexto de la economía nacional.
“Los costos internos van por el ascensor y el dólar ni siquiera por la escalera, sigue estancado frente a las otras variantes”, graficó Ventura Lafuente. “Y lo grave es que no se observa que se vayan a tomar medidas que beneficien al sector exportador que es el que genera ingreso de divisas”, sostuvo al tiempo de considerar que “alguna medida debiera tomarse desde el Gobierno porque la situación se está complicando cada vez más. Si seguimos así vamos a estar en problemas”, pronosticó.
Buenaventura Lafuente Matos, presidente de la Cámara Argentina Patagónica de Industrias Pesqueras (CAPIP)
El contexto económico interno en medio de estas negociaciones con el FMI “no nos ayuda en nada, y se profundizan las variables negativas como la suba de costos internos”, dijo, en momentos en que el dólar oficial está en 109 pesos y los dólares financieros o el blue traspasaron la barrera de los 220 pesos, y este viernes se prevé un día de alta tensión en los mercados por el vencimiento de deuda que enfrenta Argentina y los riesgos de un eventual default.
El ejecutivo de Estrella Patagónica S.A. y presidente de CAPIP reconoció que los precios en los mercados internacionales están muy variables en el arranque del año.
“Los precios del langostino se están conservando, aunque con una leve caída. Respecto del calamar no hay buenas expectativas porque hay muchos barcos en la Milla 201, y aunque sabemos que no están pescando mucho, todo lo que pescan repercute en los precios”, evaluó en cuanto a estas variables comerciales que influyen en la colocación de productos pesqueros argentinos en el exterior.
“En resumidas cuentas, la industria pesquera inicia un año marcado por la incertidumbre”, ratificó.
La pesca arrancó un año marcado por la incertidumbre y eso impacta de manera negativa en Chubut
Por otro lado, admitió la preocupación por los resultados que están teniendo las capturas en las últimas semanas en la jurisdicción chubutense. “Estamos con muchas dudas sobre la continuidad de la temporada de langostino en aguas provinciales. Los indicadores de capturas no son favorables. Se está pescando muy flojo y a los barcos les cuesta más completar bodega, tardan más tiempo, y ni siquiera llevan a entrar con bodega completa; y esto no se daba años anteriores”, comparó.
“Los temores son que la zafra se vaya a cortar bastante antes de lo que sucedía en temporadas anteriores. Hay quienes especulan con que la temporada de Chubut podría terminar en la primera semana de febrero. No hay certezas, pero esta temporada podría ser muy corta”, presagió en base a la tendencia declinante de capturas de la flota amarilla y artesanal.
“La consecuencia inmediata es que cuando se corta Rawson, luego hay que esperar la temporada de Nación, y en los últimos años tuvo una apertura tardía, por lo tanto, podríamos llegar a tener cuatro meses de paralización de las actividades por no haber materia prima”, adelantó sobre lo que acarreará para las plantas de procesamiento.
Con todo, Ventura Lafuente admite que se comienza un año sin certidumbre en muchos aspectos. “Desde CAPIP vamos a mantener contactos con las autoridades provinciales y nacionales para ir evaluando lo que ocurre con el sector”, anticipó porque “necesitamos analizar la información y recomendaciones del INIDEP para organizar la flota que va a pescar en aguas nacionales. El año pasado se sobrecargó la pesquería y esta podría ser una de las consecuencias de ello. Será necesario limitar algo las capturas porque está claro que el año pasado el esfuerzo pesquero fue grande, pero debemos preservar el recurso para que la actividad sea sustentable”, exigió. “Es necesario repasar y volver a evaluar las políticas de manejo”, concluyó.
*RP/by Nelson Saldivia/CAPIP