24 octubre, 2024
Así lo informó a través de un comunicado la Comisión Directiva de SUPARA, el Sindicato Único del Personal Aduanero, tras la reunión gremial llevada a cabo hoy por la tarde
“En atención a la crítica situación actual y la ausencia de respuestas concretas por parte de las autoridades del Organismo en relación a los anuncios que fueran realizados el lunes pasado, esta organización gremial convocó de urgencia al cuerpo de delegados, para el día de hoy a las 13 hs”.
En relación a lo discutido durante la reunión llevada a cabo por el sindicato, precisa, “se expuso sobre la falta de conducción en el organismo, la ausencia de información ante los requerimientos realizados por las organizaciones sindicales, el nivel de improvisación de los anuncios realizados, y, fundamentalmente, el impacto que los mismos vienen causando en todos los trabajadores aduaneros”.
Como resultado, el cuerpo de delegados acordó incrementar las medidas de fuerza que ya estaban vigentes, de acuerdo al siguiente cronograma:
Paro de actividades los días lunes 28 y martes 29 de octubre, en el horario de 10 a 14hs, con apagón informático y asambleas en los lugares de trabajo.
Paro de actividades el día miércoles 30 de octubre, durante el horario de la jornada hábil de cada sector, con presencia en los lugares de trabajo, con apagón informático y asambleas.
Escalada de conflicto
Esta medida se suma al “apagón informático” iniciado el miércoles entre las 10 y las 12hs, el cual se repitió hoy jueves y se extenderá también a mañana viernes bajo la misma modalidad.
La preocupación central radica en la acumulación de trámites y la imposibilidad de realizar gestiones críticas para el comercio exterior, como la emisión de documentos de importación y exportación, el despacho de aduanas, la liquidación de derechos de exportación y el control de mercaderías. La paralización de estos procesos puede desencadenar consecuencias en la logística, tanto a nivel nacional como internacional, generando costos adicionales para las empresas que dependen de un flujo constante en la cadena de suministro.
Como consecuencia, los exportadores podrían percibir un aumento en los costos logísticos debido a las demoras en los trámites, la congestión en puertos y centros de distribución, y la necesidad de reprogramar embarques y entregas.
