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1 diciembre, 2020

Peronismo y panperonismo chubutense

Como era de esperar, no se trató de una simple definición de cargos para representar institucionalmente al PJ chubutense. La negociación de todas estas semanas que se terminó de resolver en el plenario de ayer, a simple vista fue por la conducción del peronismo, pero también fue un anticipo de la pelea que vendrá en 2023. Nadie lo va a reconocer públicamente, pero ya están armadas las alianzas, quiénes van a jugar juntos y quiénes estarán en la vereda de enfrente.

Y mientras tanto, quedan algunas certezas: la primera, Linares está en el medio de ambos bandos, por eso nunca se bajó de su doble pretensión de presidir el partido y además ser candidato a senador el año próximo.

La segunda, el PJ comodorense volvió a reafirmar su liderazgo.

La tercera, están dinamitados los caminos hacia cualquier posible acuerdo electoral del Frente de Todos que incluya a la gestión de Mariano Arcioni.

 

Con nombres propios

 

La pelea por quién va a ser el candidato a gobernador en 2023 por el peronismo tiene dos figuras posicionadas, reconocidas por todos hacia adentro, y que son el comodorense Juan Pablo Luque y el madrynense Ricardo Sastre. Ahora pongamos nombres a los dirigentes que respaldan a cada uno: con Luque están en sintonía los intendentes (Balochi, Bowen, López, Ingram), el sector del Frente Peronista que conduce Gustavo Mac Karthy, y la senadora madrynense Nancy González. Con la figura de Sastre, están posicionados Adrián Maderna, Norberto Yauhar, Carlos Eliceche y el capitalino José Arrechea.

En proyección

 

Con este panorama, que este sábado se vio de manera muy clara, hay que analizar cómo se dieron las votaciones en el plenario, cuáles fueron los puntos de tensión y cuál fue el resultado final.

Lo más evidente es el consenso y el respaldo a la figura de Carlos Linares, a su militancia, su presencia en territorio, su compromiso y su derecho a representar al partido e incluso a tener ganado un espacio como pre candidato a senador el año próximo. En eso, hubo unidad total. Pero como dijo uno de los actores, “de ahí para abajo, había que discutir todo”.

Siguiendo con la integración de la mesa de conducción, salta a la vista un dato relevante, que se venía planteando en la previa: la necesidad de que las mujeres tengan un rol con mayor presencia en la conducción. Y vaya si se logró, las cuatro vicepresidencias son ocupadas por mujeres: Florencia Papaiani, Adriana Casanovas, Nancy González y Ana Amato (del sector de Norberto Yauhar). Y como secretarios, el intendente dolavense Dante Bowen y la cordillerana Érica Pineda.

Pero antes de la votación, hubo que pedir un cuarto intermedio para resolver varios puntos conflictivos. Los dirigentes que armaron el Movimiento de Integración Peronista, tenían preparada una lista con el reparto de cargos, incluidas no sólo las vicepresidencias, sino también dos organismos como la junta electoral y el tribunal de disciplina, que son claves en el equilibrio de poder en el partido. Y fue ahí, en esa discusión, o como mejor se lo conoce en la jerga, en ese “poroteo”, donde un sector salió más airoso que el otro, y se notaba en el tono de voz de los protagonistas.

 

Las disputas

 

La discusión más comentada de la tarde fue la que se dio en torno a la figura de dos madrynenses. La idea original era que Carlos Eliceche ocupara una de las vicepresidencias del partido, pero esto no tuvo consenso a último momento. El sector encabezado por Luque y Mac Karthy se plantó en mantener la figura de Nancy González. Y finalmente Eliceche decidió bajarse en su postulación.

Otro planteo similar hubo en torno a un lugar en la Mesa de Conducción reclamado por José Arrechea para una consejera de su sector, pero se terminó definiendo que faltaba representatividad de la cordillera, por lo que se designó a Érica Pineda.

También se introdujeron cambios en torno a la conformación de la Junta Electoral, ya que allí se incluyeron tres de los cinco integrantes que responden a Luque, Mac Karthy y Nancy. Y otro tanto se vio en la lista de apoderados del partido, que tendrá nombres como el referente de Luque, Ezequiel Turienzo, el macarthysta Simón Cimadevilla, y Rosario Nervi, esposa de Dante Bowen (el intendente valletano fue uno de los grandes ganadores en el armado).

En todo caso, hay algo para destacar ya desde la integración de las listas de consejos de localidad: los hermanos Ricardo y Gustavo Sastre manejarán el PJ madrynense, mientras que la alianza Maderna-Yauhar parece tener predominio en el consejo de Trelew. Las figuras de Maderna y Sastre ya obtuvieron lo que querían en un comienzo: no ser expulsados y mantener los pies en el plato, para poder participar a futuro en cualquier discusión electoral.

Pero no hay dudas que la alianza expresada entre Luque, Mac Karthy, Nancy González y los intendentes, tuvo un resultado ganador y logró imponer posturas en el terreno interno. De todos modos, el camino hacia 2023 es largo, y aún habrá muchas cuestiones por resolver, más aún en la dinámica permanente que genera una realidad tan crítica como la de Chubut.

El mapa político

 

La cuestión final para analizar es cómo quedará la relación entre el PJ y el gobierno de Mariano Arcioni con esta nueva integración. Y lo que salta a la vista es que, a juzgar por la muy mala relación entre el gobernador y Carlos Linares, parecen dinamitados los caminos de diálogo. Entre ambos hay una cuestión de piel, que se agravó en las elecciones de 2019. Nunca recompusieron un mínimo ida y vuelta, y tienen la peor opinión el uno del otro. El estilo de Linares es frontal, y quizás otro hubiera sido el panorama si la presidenta hubiera sido alguien como Adriana Casanovas, quizás más dialoguista.

En ese contexto, no parece posible a corto plazo que Arcioni y Linares se sienten para poder llegar a un acuerdo electoral que incluya en el Frente de Todos a la gestión provincial, por lo que la consecuencia sería que habría dos listas separadas en 2021: la del peronismo y la del massismo. Si este presagio se llegara a cumplir, sería una excelente noticia para Juntos por el Cambio que el peronismo y el pan peronismo dividieran votos.

Por otro lado, queda ver cómo puede impactar este nuevo PJ en la relación del bloque de diputados en la Legislatura con el gobierno. Lo primero que hay que decir es que esta relación que era bastante buena a mitad de año, cuando se aprobó la renegociación de la deuda, hoy se deterioró de manera notable con la manera en que el gobierno manejó el tema minero, que no cayó nada bien en los legisladores del Frente de Todos. La realidad es que se en principio se avizora un endurecimiento de la postura de este bloque para lo que viene, y que ya se empezó a ver en cuestiones sin demasiada prensa pero que hacen mucho ruido interno.

 

*ADNSur