30 mayo, 2023
La expectativa de pena que pesa sobre el policía que el 18 de abril baleó por la espalda al joven de 16 años, Lautaro Labbe, quien murió a los pocos días, es de perpetua.
Lautaro Labbe tenía 16 años cuando falleció. En la madrugada del martes 18 de abril le dispararon en la cabeza y agonizó ocho días. La versión oficial, inmediatamente posterior, daba cuenta de que la Policía actuó en defensa propia porque la víctima estaba armada. Pero luego quedó claro que se trató de un homicidio.
Fueron imputados cuatro policías por el hecho, y el fiscal Juan Carlos Caperochipi identificó al agente Simón Cruz como el responsable de haber disparado.
Ahora pedirán prisión perpetua para el policía.
Así lo describió, en diálogo con Radio Chubut, la jefa de la Defensora Pública de Comodoro Rivadavia, Lucía Pettinari.
Por la causa está abierta la investigación preliminar que tiene a 4 imputados por el delito de homicidio doblemente agravado y falsedad ideológica, pero de ellos el que más comprometido está es el que efectuó el disparo.
Los hechos ocurrieron cuando la policía de la seccional 7ma. de Comodoro Rivadavia concurrió a un lugar donde se había detectado a un grupo de jóvenes que estarían intentando abrir vehículos con fines de robo.
En el lugar se constituyeron 5 policías de los cuales bajaron 3 del patrullero, quienes iniciaron la persecución.
En el rodado quedó el chofer y el oficial de más rango.
Producto de la persecución, el joven Labbe aparece tendido en la calle y herido por la espalda, a la altura de la nuca, lesión por la cual deja de existir una semana después.
Los policías en un principio relataron que cuando ellos llegan se encuentran con el chico herido, pero testimonios posteriores logran determinar que el disparo había sido producido por los policías.
Al hecho de homicidio con arma de fuego se agregó que quisieron «enmascarar» lo ocurrido mintiendo en el acta policial, explicó la jefe de los defensores.
Pettinari reconoció que hay abogados de la defensa pública en los dos lados de la causa, porque dos de sus colegas defienden a los policías y a su vez otros son querellantes adhesivos de la madre, Cristina Cárdenas, por tratarse de un caso de violencia institucional, que es el único que habilita a la defensa a actuar al lado de los fiscales.
*RCH