14 junio, 2021
Salud en pandemia: Qué ventajas tiene salir a pedalear temprano
Andar en bicicleta por la mañana puede ser demasiado sacrificio para más de uno, sobre todo en climas extremos como el invierno patagónico, pero lo cierto es que genera grandes beneficios a la salud, además de que nos ayuda a afrontar mejor el resto del día.
Salir a andar en bicicleta conlleva hacernos un lugar en la agenda diaria para rodar como mínimo durante una hora. Muchos lo hacen después de trabajar, en las últimas horas de la tarde, mientras que otros hacen el sacrificio de levantarse más temprano para aprovechar la mañana. Aunque esta opción resulte menos atractiva ya que madrugar no es un hábito muy agradable que digamos, lo cierto es que acarrea varios beneficios que nos ayudarán a sobrellevar mejor el resto del día.
Si uno está preocupado por subirse a la balanza y ver el número que marca, salir a pedalear por la mañana es ideal para bajar de peso. Lo mejor es levantarse temprano y combinar la salida con un ayuno intermitente o un desayuno ligero (siempre consultarlo antes con un nutricionista).
Hay que tener en cuenta que cuando nos levantamos nuestro sistema digestivo está más libre, todo el proceso está en punto cero, por lo que bajar de peso será más fácil si se lo combina con la actividad física apropiada.
Realizar actividad física tras levantarnos de la cama despertará y activará todo el cuerpo y la mente desde temprano, lo que hará que te sientas más despierto durante el resto del día. Hacer ese “sacrificio” de madrugar para salir a andar en bicicleta después te dará más energía para afrontar todas las actividades por delante.
Ligado con lo anterior, la actividad física por la mañana despierta nuestro cerebro de forma más rápida. Según varios estudios, esto se refleja en que la concentración, la atención y el rendimiento mental mejoren significativamente.
Salir a andar en bicicleta por la mañana liberará tu mente y la dejará a tope para afrontar de la mejor manera el resto de la jornada, ya se trabajando o estudiando.
Pedalear por la mañana al principio puede ser un poco difícil, tal vez tengamos que acostarnos más temprano o cambiar ciertas comidas para sentirnos mejor durante la mañana. Por más que no lo busquemos, la bici nos irá llevando poco a poco a adoptar hábitos más saludables.
Una vez que le agarremos el gusto al pedaleo matutino, inevitablemente buscaremos rendir más o sentirnos mejor en cada salida, por lo que intentaremos adaptar nuestra forma de vida. Sin darnos cuentas, de a poco nuestros hábitos irán cambiando para mejor. Más hidratación, más flexibilidad, mejor circulación sanguínea, apetencia de alimentos menos pesados, serán algunas de las cosas que se irán vinculando naturalmente.
Algo que aplica a cualquier actividad física, pero que en los tiempos que corren siempre es importante destacarlo. Cualquier deporte permite fortalecer las defensas del cuerpo, pero esto es aun mayor si la actividad se realiza al aire libre, donde deberemos lidiar con condiciones climáticas distintas. Y lo que parecería estar destinado a un grupo etario joven, termina sorprendiendo en edades adultas que adoptan las dos ruedas como medio de paseo cotidiano.
Si salir en bici se vuelve un hábito, a la larga notarás que te enfermarás con menos regularidad o con síntomas no tan fuertes. Es cuestión de animarse y empezar!
