29 noviembre, 2021
REPUDIO MASIVO POR EL CERCENAMIENTO DE LIBERTADES INDIVIDUALES Y OPCIONES DE FINANCIEMIENTO
La autoridad monetaria toma cada vez más decisiones extremas para restringir la salida de divisas, en un escenario de debilidad que alimenta las presiones de los mercados para devaluar. La medida del BCRA de prohibir la venta de pasajes al exterior en cuotas cayó muy mal en la sociedad y en el sector de Turismo.
La sorpresiva decisión de frenar la venta de pasajes en cuotas para evitar más sangría de divisas levantó un revuelo empresarial y político, y refleja hasta qué punto las reservas del Banco Central están exhaustas.
Si bien el Gobierno jura que la medida será «puntual y momentánea», el sector turístico y hotelero advirtió que se eligió el peor momento para tomarla, justo cuando se trabajaba con todo para recuperar algo de lo perdido en los tiempos más duros de la pandemia.
«¿Será que además de frenar la salida de dólares lo que se busca es impulsar a la fuerza el turismo en la Argentina para reactivar como sea el consumo?», se preguntaba un experimentado operador turístico.
La medida se adoptó una semana después de publicarse un informe donde se alertaba con precisión que las reservas líquidas de la autoridad monetaria estaban en zona riesgosa, en alrededor de u$s 800 millones.
Los datos del Grupo de Estudios de la Realidad Económica y Social (Geres) señalaban que las reservas netas del BCRA se ubicaban en u$s6.540 millones, incluyendo el efectivo, la tenencia de oro (u$s 3.697 millones) y un saldo de los DEG (derechos de giro) enviados este año por el FMI, de u$s 2.033 millones.
Esto último será utilizado, según prometió el ministro de Economía, Martín Guzmán, para hacer frente a un vencimiento de poco más de u$s1.800 millones con el FMI a fines de diciembre.
Desde que se conoció ese informe, y a pesar de que el BCRA estuvo comprando divisas tras las lecciones legislativas, las reservas brutas -que incluyen los depósitos de los ahorristas- igual tuvieron un leve retroceso.
Había u$s42.273 millones y hasta este jueves el Central informó u$s42.237 millones.
Ante un fuerte tironeo en el mercado cambiario, con un sector cada vez más amplio que busca empujar al gobierno a una devaluación de shock, el BCRA puso en marcha entonces un operativo de contención para tratar de cerrar cada vez más grifos por los que se escapan los dólares.
Miguel Pesce, presidente del Banco Central, entidad que prohibió la venta de pasajes al exterior en cuotas
Como señaló Leandro gabin desde iP, mientras que el Gobierno sigue prendiendo una vela para que el plan «aguantar» llegue al año que viene cuando haya más ingreso de dólares (el famoso «puente» hasta marzo/abril), en el mercado financiero le siguen haciendo el «hisopado» al Banco Central para vislumbrar cuántas reservas (reales) le quedan.
Si bien la discusión tiene a los funcionarios del equipo económico de un lado y a los consultores del otro, lo cierto es que el «poder de fuego» oficial es muy limitado. Para peor, la «tragedia» es sólo argentina. En los últimos años, los países de la región multiplicaron por hasta 10 la cantidad de reservas internacionales.
Por la pandemia, el sector turístico fue, junto con hoteles y restaurantes, el más afectado por las restricciones impuestas para circular.
Ese escenario empezó a cambiar a partir de septiembre, cuando se empezaron a flexibilizar progresivamente distintas actividades.
Por eso desde la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT), la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA) y el operador por internet Despegar salieron a manifestar su desesperación por la medida de impedir las ventas en cuotas de pasajes y estadías.
«Es una medida que impacta directamente sobre nuestro sector golpeando especialmente a las agencias más pequeñas», alertaron desde la FAEVYT.
Recordaron que el sector turístico viene de afrontar la «peor crisis en su historia» y alertaron que está siendo muy difícil «salir adelante».
«Cuando pensábamos que ya no podía pasar nada más, nos encontramos con una decisión del Banco Central que impacta de lleno sobre las agencias de viajes y turismo», reprocharon.
FAEVYT, Federación que representa a las más de 5.000 agencias de viajes argentinas, repudió la medida anunciada por el Banco Central
Las críticas no llovieron sólo desde los empresarios, sino también desde la oposición -vencedora en las últimas legislativas-, que cuestionó con dureza la medida.
El más ácido fue el economista Javier Milei, quien envalentonado por su buena performance en los comicios legislativos que le permitirían entrar al Congreso como diputado, dijo que la medida se trata de una «devaluación sin tocar el tipo de cambio».
Y dijo que las reservas internacionales de libre disponibilidad, las netas, están «perforando el terreno negativo».
También lanzó sus críticas la diputada electa por la Ciudad María Eugenia Vidal, quien calificó a la medida como «otro golpe a la clase media».
De confirmarse esta afirmación, los analistas dicen que no será el último.
Advierten que la quita de subsidios a las tarifas prevista para el año próximo, sumada a que los servicios utilizados por ese sector social -prepagas, taxis, educación privada y otros- son los que más subieron en el último año, representarán otro duro golpe al bolsillo de los sectores medios, donde tres de cada diez ya están casi en la pobreza, según consignó un estudio de la consultora Ecolatina.
Juntos por el Cambio pidió derogar la prohibición de compra en cuotas de pasajes al exterior y tildó al Gobierno de totalitario al momento de presentar un proyecto de resolución para dejar sin efecto la medida del Banco Central. Advirtieron que la norma “atenta contra la libertad de salir del país”
El proyecto de resolución ingresó a la Cámara de Diputados y lleva la firma de los diputados del bloque de Gustavo Menna, Mario Negri, Lorena Matzen, Martín Grande, Mariana Stilman, Julieta Marcolli, Gerardo Cipolini, Karina Banfi, Mónica Frade, Gustavo Hein, Dina Rezinovsky, Gabriela Lena, Alfredo Schiavoni, Ingrid Jetter y Luis Pastori.
Para los legisladores la medida que se conoció anoche y que comenzó a regir hoy “implica una restricción de fondo al derecho que tienen las entidades emisoras de tarjetas de crédito a ejercer el comercio y el propio objeto que le da razón de ser al sistema de tarjetas de crédito, que es el de prestar un servicio financiero”.
Es en este contexto en donde los miembros del bloque de la oposición afirman que la medida corresponde a la de una dictadura ya que señalan que “no puede permitirse ni cohonestarse que del mismo modo que regímenes totalitarios impedían la salida de sus ciudadanos al exterior por la vía de restricciones dispuestas por burócratas, ocurra por la determinación de funcionarios que no han sido electos ni tienen competencia para disponer una restricción de derechos de esta envergadura”.
“Con la restricción dispuesta por el Banco Central, en los hechos, se está prohibiendo que miles de argentinos pueden ejercer su derecho de salir del país, libertad ésta reconocida en forma expresa en el artículo 14 de la Constitución. Está claro que el Banco Central de la República Argentina carece de atribuciones para restringir este tipo de derechos, ya que esa competencia le asiste en forma exclusiva al Congreso de la Nación”, señala el documento que lleva la firma de diputados del PRO, de la UCR y de la Coalición Cívica.
Por otra parte, en los considerandos señalan que “en el actual contexto de deterioro económico que ha provocado el Gobierno, el sistema de compra en cuotas con tarjeta de crédito es la única alternativa con que cuentan quienes desean emprender un viaje al exterior por la razón que sea: turismo, trabajo, estudios, visita de familiares”.
Para los legisladores del bloque opositor, la medida que toma el Central no es aislada sino que responde a una mirada del gobierno nacional contra aquellas personas que viajan al exterior.
Por lo menos así lo entienden los diputados y diputadas que firman el proyecto de resolución: “El Gobierno se ha empecinado en emprenderla contra los argentinos que viajan al exterior. Impuso un impuesto a la compra de dólares que los encareció en un 30% a poco de asumir con la sanción de la ley 27.541. Posteriormente y con el argumento de la pandemia, cerró las fronteras sin un plan de contingencia para los miles de compatriotas que se encontraban transitoriamente en el extranjero muchos de los cuales tuvieron que permanecer meses en el exterior”.
También hacen referencia a que la administración Fernández “le impuso una percepción de impuesto a las ganancias a la compra de dólares que implicó encarecer otro 35% la divisa, sostiene un cepo que imposibilita comprar dólares sin los cuales no es posible acceder a bienes y servicios en el exterior y ahora prohíbe la única vía que se dispone para acceder con financiación a la compra de pasajes y gastos de estadía en el exterior”.