12 diciembre, 2022
La Fiscalía relentiza el avance de la investigación y hay temores de que se trate de tapar el gravísimo caso de presunto abuso infantil de más de 60 niños en Chubut. Eñ profesor sindicado sigue libre. Padres del jardín 406 denunciaron que están siendo vigilados y perseguidos por la Policía.
Padres del Jardín denunciado por abusos infantiles advirtieron que están siendo vigilados y perseguidos: ¿Qué hay detrás del caso?
La situación de las más de 60 denuncias por presunto abuso infantil en un Jardín de Infantes de Comodoro Rivadavia realmente abre muchísimos interrogantes a las sociedad en general. Mientras las autoridades provinciales bajo la consigna de ‘dejar hacer a la Justicia’ habría tratado de enfriar los reclamos de los padres de los más de 60 menores, en lugar de tomar el tema como causa ineludible a fin de deslindar responsabilidades, la Justicia parecería especular con el inicio de la feria judicial y un impasse que vaya también decomprimiendo la causa. Para los entendidos en este tipo de stuaciones cuando los poderes se abroquelan en una línea, algo importante habría de fondo.
Por su parte, la Fiscalía avanzó tibiamente con las Cámaras Gesell a algunos menores y en todos los casos desmereció los resultados, parcializando los relatos según los progenitores que acompañaron a los pequeños de entre 3 y 5 años. En paralelo increíblemente la Justicia prohibió a los pediatras de los hospitales públicos de Comodoro Rivadavia atender y revisar a los niños involucrados en la causa, de modo que los padres no tienen forma de certificar dolencias que han manifestado los pequeños vinculados a posibles abusos. Asimismo cualquier prueba de esa índole afirman que debía ser realizada dentro de los 10 días de detectado el presunto delito para que cuente con validez judicial, por lo que lisa y llanamente no sólo se les está negando a los padres la principal prueba de lo que manifiestan los niños, sino que se estaría haciendo todo como para que no avance una investigación formal.
Entre tanto, el presunto abusador, el profesor de música fue relevado de sus tres cargos que poseía en relación al Gobierno del Chubut, pero se desconoce su paradero a la fecha. Sólo se presentó el abogado presuntamente a hacer entrega de una computadora y un celular que serían del sindicado, pero sobre los que los damnificados siembran dudas de pertenencia.
Como si fuera poco, los padres denunciantes que hoy volvieron a marchar solitariamente por las calles de Comodoro, expusieron que estarían recibiendo amenazas y hasta presiones por parte de la Policía del Chubut, con fotografías de autos y personas.
“Hoy marcharemos hacia fiscalía desde la plaza Kompuchewe para que básicamente puedan escuchar a nuestros hijos. Las cosas empeoraron bruscamente en el sentido de que no nos quieren atender a los chicos en los hospitales públicos, la policía se baja de los vehículos y te sacan fotos, algo que nos pasó a mí y a mi mujer. Esto le pasó a otros padres que hicieron la denuncia y era obvio que nos iba a tocar a nosotros”, comenzó explicando Fausto Jofré en una nueva actualización del crudo momento que atraviesan.
Contado detalladamente, el hombre sorprendió al explicar que “a mi esposa le cruzaron el auto, se bajaron y le sacaron foto tanto a su patente como a ella”.
Con críticas hacia la fiscal de la causa como también hacia la justicia, Jofré reconoció que no se está trabajando adecuadamente y que, de ser así, “estaríamos descansando”, pero “estamos a más de un mes que no tuvimos ninguna respuesta de nada”.
A su vez, le sugirió a la fiscal que se retire de la causa para llamar a alguien “más capacitado”. “Cuando me llamó la fiscal le conté todo esto y le pedí que solicite ayude porque el caso le quedó grande y no está a la altura. Luego le dije lo de la Cámara Gesell para que se realicen, después de ella afirmar que eran las únicas pruebas”, remarcó.
Por último y en una de las escenas complicadas que atravesó una madre junto a su hija, recordó que la menor había hablado de todo lo ocurrido, pero acompañada por su progenitora. Tras sus dichos, el veredicto resultó ser algo distinto a lo que pasó: “dijeron que la nena no quiso separarse de su mamá. Me parece que están queriendo que se caigan todas las Cámaras Gesell. Ojalá pueda haber una respuesta, esto ya es demasiado. Hay muchos que están esperando para salir a dar su testimonio y todavía no los han llamado”, concluyó Jofré.
Los padres siguen deambulando por las calles con la angustia de que sus hijos de entre 3 y 5 años habrían sido abusados sexualmente. El Estado esquivo, la Justicia mira para otro lado y los derechos de los menores totalmente vulnerados.
Una de las madres que brindó su testimonio ante los medios locales cuando se destapó el caso, refirió que su hija, de 3 años, vio un dibujo animado que relacionó con el profesor, quien dijo que los «hacía acostar» y les tocaba partes íntimas.
Según la mujer, que se transformó en una de las denunciantes, ese testimonio «fue repetido casi calcado por el resto de los chicos».
Según las autoridades del establecimiento el Profesor José Rupallán pedía estrictamente ‘no ser molestado’ en sus clases de música, lo que abona aún más las situaciones descritas. Lejos de dudar de tal pedido, al parecer en el establecimiento habrían accedido a la ‘privacidad’ que solicitaba un maestro de música con niños tan pequeños y vulnerables.
Los escraches al profesor José Rupallán siguen a la orden del día entre las familias afectadas por el horroroso caso. En el Jardín se prepararían para abrir el ciclo escolar 2023 como si nada hubiera pasado
Al juego del conejo, del pájaro loco, el mal olor que tenía en partes pudendas, hacerles quitar la ropa interior, ser fotografíados desnudos y una serie de señalamientos de los pequeños que en una gran mayoría de cosas coinciden en sus limitados relatos, hay niños que expondrían impacto psicológico concreto como volverse a hacer pis encima, u otros que manifestaron molestias físicas presuntamente vinculadas, pero al parecer no serían pruebas suficientes como para que la Fiscal de la causa, Andrea Rubio, avance con mayor determinación, tratándose además de más de 60 denuncias formales.
Otro de los datos llamativos que exponen los padres es que la Fiscalía actuaría más como defensa del imputado que como investigadora. Además de las relativizaciones de las Cámara Gesell, apuntan a que no se habría tomado aún declaraciones a personal del Jardín, cuando evidentemente alguien algo tuvo que haber visto o saber al respecto. Según declaraciones y constancias en las denuncias, el profesor hasta habría tomado fotos de niños desnudos, todo en un reducido ámbito escolar que no se explica como puede haber sucedido por bastante tiempo. «Hay niños que hoy tienen 7 años y también hablan de situaciones de presuntos toqueteos cuando concurrían al nivel inicial», afirman quienes reclaman.
La Fiscal de la Causa «Jardín del Horror», doctora Andrea Rubio es señalada por algunos padres como más abocada a ejercer como ‘abogado del diablo’, poniendo en tela de juicio lo sucedido y los reclamos de padres y niños, que como parte investigadora. La investigación no avanzará si no hay pruebas en Cámara Gesell con niños de 3, 4 y 5 años y no autorizó exámenes pediátricos
Para gran parte de las familias afectadas, habría un nivel de hermetismo y de intento de disuasión que raya en la complicidad tanto de parte de la Fiscalía, como de los directivos de la Escuela y de las autoridades del Ministerio de Educación, del Gobierno Provincial y del Municipal, todos parte de una comunidad educativa y administradores de los derechos públicos. Muchos especulan que se trataría de desactivar el caso por el peso en la cadena de responsabilidades que podrían ocasionar.
El caso amaga con llegar a instancias federales y denuncias por falta a los deberes de funcionarios públicos si no hay gestos concretos de investigación y transparencia en el proceso. Todo un caso a seguir en los estrados de Chubut, por ahora mas entusiasmados con los próximos juicios por jurados.
