28 julio, 2020
AL IMPACTO DE QUEDAR FUERA DE SISTEMA FUTALEUFÚ SE SUMÓ LA FALTA DE GAS
La ola polar que promedió gran parte del mes de julio disparó el consumo de gas y electricidad en el país, pero además derribó buena parte del tendido eléctrico que llega a la represa Futaleufú, en Chubut, dejándola fuera del sistema. Todo esto sumado a la falta de gas sobreexigió la producción de hidroeléctricas de otras provincias.
Según advierte el Río Negro, durante julio hubo dos pedidos de generación hidroeléctrica elevada en la región del Comahue a raíz de la falta del fluido. Y a la par esas necesidades energéticas se conjugan con una década de sequías que mantiene en vilo al sector productivo y las poblaciones que requieren del agua.
La caída en la producción nacional de gas natural ya se está sintiendo con fuerza en el sector de la generación hidroeléctrica, la punta de lanza del sistema para salir a paliar las necesidades urgentes del país. Sin embargo, a un año del gran black out, los últimos episodios de alta demanda de energía hidroeléctrica también encendieron las alarmas sobre si habrá suficiente agua para los consumos básicos.
Durante este mes se registraron dos episodios llamativos en el sector hidroeléctrico de la potente región del Comahue. A principios de mes un pedido extraordinario de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) hizo que el río Limay alcanzara un nivel que no tenía hacía cinco años.
La erogación, para cubrir el pedido de generación, fue de 1200 metros cúbicos por segundo, un nivel tan alto que el vertedero de Arroyito debió permanecer abierto por varios días ante la imposibilidad de turbinar toda el agua que desde El Chocón le llegaba.
En esa ocasión una serie de factores se había combinado para que desde Cammesa se haga el pedido a las presas del río Limay. Junto con una ola polar, el buque metanero que debía ingresar a Escobar no pudo hacerlo por el mal tiempo y eso desplomó la cantidad de gas en el sistema nacional.
Pero antes de que termine el mes, un episodio similar volvió a darse y nuevamente se pidió a las represas del Comahue que salgan a generar más.
En esta ocasión el jueves de la semana pasada desde Cammesa se hizo el pedido pero no sólo para el río Limay sino también para el complejo Cerros Colorados del río Neuquén.
Fue luego que el tendido de Futaleufú, desde Chubut, quedara fuera del sistema tras la caída de más de 55 torres por efecto de las heladas y el viento. La reparación de este tendido llevará un buen tiempo de acuerdo a lo que se evaluó en principio, por lo cual el escenario no se modificará de un día para otro.
Esto puso en alerta a las represas del Comahue que ya en dos oportunidades aportaron su cuota extra de energía, pero desde los organismos involucrados en su monitoreo, como la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC) se recordó que la región viene de una década de sequía y que, pese a las nevadas de los últimos meses, los embalses se encuentran más cerca de sus valores mínimos que de los máximos.
El estado de los embalses no es algo menor para los ciudadanos y productores de las decenas de localidades ubicadas aguas abajo de las represas.
De esos niveles dependen el resto del año los caudales de los ríos que son necesarios tanto para el consumo de agua potable, evitando que los sistemas de captación queden fuera de nivel como ha sucedido, como en especial para el riego que el año pasado tuvo un episodio grave.