10 junio, 2025
Hay algo raro con los negocios del mar para que siempre se los asocie a la piratería o a las medias verdades. Nadie exploró nunca en profundidad porque esa fama… ¿Será el meneo de las olas que pone otro ritmo a la vida y verdades, la inmensidad del mundo acuoso que no reconoce fronteras, o los empoderamientos que destila ese universo de nadie y todos?
Por Juana de Arco*
Lo que si está claro es que todo lo que tenga que ver con negocios en el mar, cuesta más producir credibilidad, que ganancias. Hay algunos indicios de los porqué, aunque otros son pura especulación fáctica.
En la pesca, por lo menos entre los más experimentados lobos de mar, se reconoce un viejo proverbio árabe, «La primera vez que me engañes, será culpa tuya; la segunda vez, la culpa será mía». Esta es casi una máxima de la que se aferran muchos de esos hombres que pasan más días en una carcasa de hierro flotante viendo el techo de otra litera, que en el mundo constante y sonante abrazando a sus familias. A cambio por supuesto de promesas de paraísos de billetes, nuevo estatus social y vida de Poseidón. Cuando esa promesa se ponen en jaque, la carroza se convierte en calabaza, el barco en cáscara de nuez y la doncella en rata. El dios de las profundidades se sube al caballo y no para hasta romper todo.
Cada año pareciera que la «crisis» de la industria pesquera promueve nuevas reglas de juego. Hubo tiempos en que dependía de la cuotificación, o capitalización empresaria, otros de las capturas permisibles, despues de las prospecciones y de las zonas permitidas de pesca, alguna vez el debate se abrió por las temporadas bajas y los costos, luego por la falta de recurso y la culpa de la sobrepesca, y así se podría escribir varios libros sobre especies, temas y sobre todo pujas casi de poker, donde toda verdad pasa a ser relativa, y tal vez por eso cuesta taaaanto popularizar la defensa de los intereses del sector.
Este año las empresas aseguran estar en una debacle apocalíptica ‘de verdad’, donde los mercados para el langostino salvaje habrían colapsado de tal manera que le piden el esfuerzo a los marineros, estibadores y personal que quiera seguir trabajando que aporten su 30%. Pero además le piden al estado su parte también, y a los proveedores y hasta a los consumidores, porque no. Todo en pos de ‘salvar’ la actividad, algo que pasó demasiadas veces como para permear a las audiencias, aunque se renueven, dijera Mirtha
Por ahora hay resguardo y stock en las cámaras y los empresarios estan habilitados por Milei a ir sacando los dólares del colchón para ahorrarse una temporada. También hay buenas condiciones para los negocios financieros sin tanta inversión. Pero según los empresarios, esto no daría para mas bajo ningún concepto.
La mayoría de los funcionarios, con excepción de los del sector, tocan de oído y ‘compran’ una parte del problema. El empresariado no pide ayuda, exige medidas. Los gremios no piden ayuda, exigen sus derechos adquiridos. Los funcionarios descreen de los intereses de partes y pir kas dudas burocratizan los pasos a seguir y la ciudadanía escucha en automático hasta que le cortan la ruta y le obstaculizan su propia vida
Hay quienes aducen que no sería descabellado que se pesque de vez en cuando y san se acabó, o que se dediquen a otro negocio si el de la pesca no da. El tema es que en el mientrastanto, las responsabilidades para con el personal deberán sortearse de algún modo. Y en Chubut no es ‘moco de pavo’, ya que la pesca emplea a unas 13 mil personas de manera directa e indirecta, 4 mil de las cuáles se concentran en Madryn.
Las fórmulas para el destrabe apuntan a una medida laboral desde el organismo competente, antes que se produzca un colapso con ribetes antes ya vistos -con ciudades rehenes del conflcito de partes, casi sitiadas, para terminar indefectiblemente en pérdidas de todos lados, reducción de personal, de costos, de impuestos y hasta subsidios a la baja-. Después, se baraja y se da de nuevo pero con una erosión irreparable…el mar baja y sube, las tormentas pasan, los peces vuelven en cardúmenes históricos, los barcos vuelven a cargar combustible y derraman negocio, y también se descargan y vuleven a derramar negocios portuarios, y todos felices, pero en medio quedan vidas afectadas, familias golpeadas, quiebras incidentales y todo tipo de turbulencias.
Y esta podría ser una narrativa posible y hasta optimista, si la realidad no fuera mucho mas inmanejable y peligrosa, dicen los astrologos
Este lunes el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) de Puerto Madryn no logró unificar las posiciones en cuanto a la modalidad de protesta, un sector se apostó en el ingreso al muelle Almirante Storni y otros se movilizaron hasta la Ruta 3, y alrededor del mediodía iniciaron con cortes parciales dejando a cientos de camiones y vehículos demorados.
Desde que se decretó el paro y se convocó a la manifestación de hoy, surgieron diferencias internas dentro del SOMU, sobre la estrategia a desplegar.
Sectores más combativos proponían una medida extrema de hacer un corte por tiempo indeterminado en la Ruta Nacional 3, mientras que otros sostenían que la protesta debía visibilizar el conflicto, pero no afectar a terceros.
Este lunes, no hubo acuerdo y el grueso de los marineros, algo más de un centenar, decidió permanecer en la entrada del puerto, y otro grupo disidente a la conducción del SOMU resolvió subir a la ruta, quemar cubiertas e interrumpir el tránsito. Aunque el corte es intermitente, cada media hora habilitan la circulación, igualmente se producen largas demoras a quienes transitan por la ruta nacional. También se plegaron manifestantes enrolados en el STIA.
El un clima enrarecido y de creciente incertidumbre comenzó una nueva semana de conflicto que mantiene a toda la flota congeladora tangonera sin operar.
Hace unos días se esperaba que Nación destrabe la cosa, pero las empresas y los gremios parecían ‘casi’ de acuerdo en que eso no pasara. El gobernador Ignacio Torres se apersonó para pedir prospección y hablar de estos temas, y muchos refunfuñaron por lo bajo, como si hubiera un acuerdo en que no se apurara la cosa y se liberarra a las partes.
En el medio, la reunión de urgencia de este lunes que convocó el Gobierno de Chubut no prosperó ante la ausencia del gobernador Ignacio Torres, dicen. El encuentro se desarrollaría en la Municipalidad de Puerto Madryn, pero cambiaron de escenario y la trasladaron a salón de usos múltiples de la Administración Portuaria para evitar desmanes céntricos.
Asistieron el secretario de Pesca, Andrés Arbeletche, el secretario de Trabajo, Nicolás Zárate, y participaron referentes del SOMU Puerto Madryn encabezados por César Zapata y dirigentes del STIA.
El gran ausente fue el Sindicato Unido de Portuarios Argentinos (SUPA) que durante el fin de semana tomó distancia de la convocatoria a la manifestación masiva que se había convocado el día viernes, luego que trascendieran audios en donde desde el SOMU agitaban un corte de ruta por tiempo indeterminado y que también le cortarían la operatoria a Aluar. Esa desinteligencia hizo que la conducción del gremio de los estibadores optara por no concurrir a la reunión de este lunes y tampoco participar de las manifestaciones.
Cabe destacar que en el tema hay intereses personalísimos también, vinculados a negocios privados de los propios dirigentes y funcionarios políticos, que resta a la luz del entendimiento popular, cualquier viso de objetividad al tema.
Según la prensa especializada, hacia adentro del SOMU hay cada vez mayor malestar por las deficiencias en la conducción y por no tener claro un rumbo. Así se llegó a esta mañana de lunes donde la reunión no duró más de media hora y los sindicatos se retiraron por la no presencia del Gobernador.
En un contexto de mucha tensión, marineros iniciaron protesta en diferentes puntos de la ciudad de Puerto Madryn, concentrándose en el acceso principal al muelle Storni, mientras otro grupo permanecía en la Ruta 3.
Los sectores más combativos del SOMU alientan que se corten todos los accesos a Puerto Madryn, y hasta alientan forzar al máximo la situación para que intervenga la Gendarmería nacional, y con ello, interpretan que nacionalizarán el conflicto.
Como sucedió hace una década, todo el escenario amaga con complicarse aún más, mientras cada ‘actor’ atiende su juego y su personaje.
Como si algo faltaba al sainete pesquero del cuál gran parte de las audiencias descree por diferentes motivos, una agencia se estaría ocupando de posicionar mediáticamente al sector empresario en el mundillo libertario para defender su parte o afianzar su problema, como se prefiera ver
Al parecer, ni las cámaras ni las empresas lograron penetrar el círculo rojo del eón que ostenta la motosierra como para conseguir que la quita de retenciones a las exportaciones alcance también a la pesca. Ni Santi Caputo ni ‘la Jefa’ Milei son figuritas fáciles para el sector, que prefiere ‘fingir amnesia’ de algunos pasos a seguir y tratar con el organismo burocrático.
Las reuniones con López Casorla son casi como a juntearse a matear en Plaza de Mayo a la espera que alguien se asome del balcón rosado a invitarte que subas; mientras que las gestiones provinciales no son las más acertadas, por cuestión de piel, de doble diálogo y tal vez por el marco de una pulseada propia donde se juegan cosas mayores.
Así las cosas, Fantino, que sólo vió un langostino en copa, le dedicó varios minutos al tema de la ‘crisis empresaria’ y la puja de valores en la pesca, tratando de vincular el país que fue y el que ‘quiere ser’. en un argumento extremadamente forzado pero que logró poner en sintonía una agenda que venía casi de naufragio masivo
Fantino titula la cosa «charla con Boiero» que es poco mas que decir en la redes hablamos con alguien…no impone el tema pesquero en sí, sino que le da protagonismo a un señor que dice algo sobre…como titular de una Cámara congeladora de pesca que pide bajarle los sueldos a los marineros porque les bajó el negocio. O sea…
Para los genios de los presuntos posicionamientos mediáticos esa idea pareció genial, porque especulan con que Milei, -que consideran no lee ni entiende mucho de pesca-, por ahí simpatiza con el influencer Fantino y toma partido por sus escasas definiciones no leídas.
Para quienes conocen un poquito más de las entretelas del poder, eso podría ser tan difícil como esperar que con artes de pesca de calamar se capture langostino, y viceversa. Pero está claro que ante la desesperación de la coyuntura y de las ganancias posibles no logradas, todo vale. Por las dudas no estaría mal explorar los costos del Fantino marketing y quienes están detrás de la ‘nacionalización’ del bullicio
Por lo pronto, se sugiere escuchar el ‘Neura capítulo’ y sacar sus propias conclusiones (aunque cueste disponer de tantos minutos), por ahí le erramos con la percepción y el libertario ayuda tristemente a visibilizar a un sector clave de la economía a costa de un fantasmagórico rating
Chicanas al margen, lo concreto es que desde el 17 de marzo, la flota tangonera congeladora permanece completamente paralizada, con más de 100 buques amarrados en puertos clave como Mar del Plata, Puerto Madryn y Puerto Deseado, según reconocen el Consejo de Empresas Pesqueras Argentinas (CEPA), la Cámara de Armadores de Poteros de Argentina (CAPA), la Asociación de Embarcaciones de Pesca Costera (AEPC), la Cámara de Armadores de Poteros de Argentina (CAPA), entre otros.
Esta inactividad, que ya lleva 17 días, ha generado una pérdida en exportaciones, que no se hicieron, estimada en más de 300 millones de dólares, afectando no solo a las empresas armadoras sino también a plantas procesadoras, proveedores, estibadores y toda la cadena logística. Lo que se dice, un verdadero golpe masivo a la actividad, según reporta Clarín.
¿Que le vendría bien a las empresas además del ítem productividad de los trabajadores que proponen reducir en un 30%? Que el Gobierno nacional le afloje el piolín tributario como lo hizo con otros sectores de la economía. Hoy las retenciones para las exportaciones pesqueras son del 6% promedio y los derechos únicos de extracción fueron incrementados en un 210%.
Estará el gobierno de Milei dispuesto a dar ese gesto…? Para muchos parece difícil, sobre todo por cuestiones políticas: tanto un ‘incendio’ en territorio de Kicillof donde Mar del Plata vive de la Pesca como en Chubut y el resto de la Patagonia lo pone en situación de poder para negociar otras cosas y poner en jaque a sus gobernadores. Esta es una lectura que no es ajena ni a parte del empresariado ni de la dirigencia política.
Por ahora todo parece muy trabado y la temporada parece perdida. El impacto constante y sonante comienza a sentirse en el comercio y los servicios de las ciudades donde la pesca derrama sus ganancias, y el invierno que se avecina parace endurecerse al ritmo de otro sector productivo que entra en colapso este año.
Como si algo faltara, para quienes simpatizan con los peces salvajes y su preservación a manos del cultivo, o sólo son fans de Nemo, Dory y Jaques, lo mejor que podía pasarles era que le den un tiempo de respiro para criar a sus pequeños y vivir en paz, ‘bajo el mar’…
