22 septiembre, 2024
El desplazamiento de Valdés como interlocutor del FMI con la Argentina produjo enojos en el organismo. La poderosa petrolera Petronas evalúa desistir de invertir con YPF. Se trata de un “caso testigo” para la actual gestión.
Por Marcelo Bonelli/EC
La decisión fue una bomba y detonó entre los burócratas del FMI. Kristalina Georgieva corrió a Rodrigo Valdés del “caso argentino” y una interna caliente se abrió en el Fondo. El escándalo fue mayúsculo y hubo una revuelta entre los burócratas de Washington. Cuestionaron el destrato público al jefe del Hemisferio Occidental. Por eso, Kristalina no tuvo más remedio que tratar de minimizar -un día después- los daños colaterales.
La búlgara debió emitir una declaración oficial: “Tengo plena confianza en Rodrigo Valdés. Es un economista destacado, un funcionario internacional dedicado y un colega maravilloso”.
Georgieva intentó así frenar la bronca de Gita Gopinath y también las quejas del Tesoro por su accionar político. Ambos bancaban al ortodoxo -y Milei dice “anti-argentino”- Valdés.
La decisión de desplazarlo fue un triunfo político de Milei. Georgieva se tragó el sapo para descomprimir la rebelión interna. Leo Madcur -el director argentino en Washington- habría hecho varios informes confidenciales contando el caso.
Dicen que Georgieva entregó la “cabeza” de Valdés para distender la relación con Argentina. En su entorno se explica así: “no tienen los US$10.000 millones. Pero tienen la cabeza de Valdés”. Kristalina sostiene que corrido Valdés, “Javo” ya no va a tener excusa para aplicar las medidas que reclama el FMI. Luis Cubeddu -el relevo de Valdés- tiene idéntica mirada que su antecesor. Ambos -Valdés y Cubeddu- escribieron el último y lapidario informe contra la política económica de “Toto”. El duo exige: unificación cambiaria -implica devaluar un 30%- y eliminación del cepo. La diferencia entre ambos es de formas y tonos. Valdés, halcón, y Cubeddu, paloma.
Valdés tiene una posición intransigente. A su equipo le dijo que lo hace porque no quiere terminar como todos los auditores de Argentina: desplazados en la biblioteca o echados del FMI. Milei irá con “la cabeza” de Valdés a los EE.UU. Participará en la Asamblea de la ONU. Pero “el León” se dará unos gustos personales: el lunes tocará la campaña y abrirá Wall Street. Emulará a Carlos Menem. El JP Morgan, del banquero Facundo Gómez Minujin, arma un encuentro secreto con inversores. Susan Segal -sin éxito hasta ahora- intenta armar una cena en el Council of Americas. Segal recibe allí el martes a Edmundo González y María Corina Machado.
La agenda de Milei la arma Gerardo Werthein. El embajador suena –y también Guillermo Nielsen– para reemplazar a Diana Mondino. Ya le picaron el boleto.
Luis Caputo tendrá encuentros paralelos con “lobos” de Wall Street. Quieren saber cuándo va a salir del cepo y tendrán una mala noticia: se desprende del Presupuesto que el Gobierno no tocaría el cepo hasta después de las elecciones del 2025.
Toto busca plata. Los “tiburones” de Manhattan aplauden a rabiar, pero exigen tasas del 18%. Caputo sabe que terminaría en Tribunales. La misión de ambos –Javo y Toto– se inicia con una inquietante información confidencial. Solo la conocen un puñado de funcionarios y le pega en contra al discurso oficial de atraer inversiones.
Porque se trata de la mayor inversión productiva en Argentina. Clarín confirmó que la poderosa petrolera Petronas evalúa desistir de invertir con YPF y que extraoficialmente ya comunicó esa posible decisión.
La petrolera de Malasia habría advertido que se retirará del proyecto: involucra la friolera de US$30.000 millones. Se trata de la más grande inversión de Argentina. Pero además una suerte de “leading case” para la actual gestión: se instaló que fue la llegada de Milei lo que aceleró las inversiones.
La cuestión sacude al establishment. Unos pocos “popes” conocen la electrizante novedad y juegan fuerte para colarse en otra propuesta. Los nombres lo dicen todo: Marcelo Mindlin, los Bulgheroni, Miguel Galuccio, Paolo Rocca y los Eurnekian. Ese “círculo rojo” tiene esta información concreta: “en un 95% Petronas desiste del megaproyecto”. Y concluyen: “la negociación está empiojada”.
Todos ponderan la gestión de Horacio Marín. Entre los “capos” insisten en que el inesperado giro obedece a varias cuestiones. Primero, que los “popes” de Malasia dudan sobre cuestiones de la “macro”. También los espanta la grieta entre los políticos argentinos. Encima, hubo una escandalosa pelea por la ubicación del proyecto.
La cuestión tuvo alto voltaje político. Alberto Weretilneck y Axel Kicillof desconocen la situación actual. Las máximas autoridades de YPF admiten las dificultades. Pero vinculan el “corcoveo” de Petronas a otra cuestión: la compañía tiene otro proyecto ahora más redituable que el GNL argentino.
YPF trabaja ahora para reflotar la situación y continúa negociando. Podrían hacer pública la situación, pero la cautela se debe a que la cúpula de la petrolera trabaja con optimismo para remontar la cuestión. Marín se tiene confianza y algunos dicen que Petronas “se hace la difícil” para obtener mejores condiciones.
Un máximo vocero de YPF le dijo a Clarín: “Puede ser que Petronas se vaya. Pero si eso ocurre hay otras alternativas. La inversión sigue”. Y concluyó: “En dos meses se definen los inversores. Por ahora Petronas tiene prioridad”. Horacio Marín el capo de YPF esta en negociaciones permanentes y confidenciales para evitar el amargo traspié. Esta semana estuvo en Houston. En un bimestre –es decir noviembre– Petronas debe girar a Baires unos US$60 millones. Para desarrollar el inicio de la obra. Clarín confirmó que precisamente ese cronograma hizo que ahora los malayos anticiparan los tiempos y las definiciones. Es decir que no van a poner “la biyuya”.
En Kuala Lumpur se atajan de las críticas y dicen que Argentina –con Alberto y ahora con Milei– sobreactuó la situación. Petronas –es verdad– nunca le dio manija en su web oficial al proyecto con YPF. Su titular les advirtió siempre a los emisarios argentinos que había que ir con pies de plomo.
Tan Sri Dato´s Shamsul Azhar Abbas es el “capo” de la compañía. Hace meses viajó un emisario local y habría afirmado: “Nosotros vemos el desarrollo del proyecto en el 2045”. Pero la llegada de Milei a la Casa Rosada hizo que todo se sobreexcite. Hay urgencias de billetes verdes y políticas de mostrar éxitos. Ya Alberto hizo un insólito show “argento” cuando anunció –en el 2022- el acuerdo con Petronas. Toto –quizás– tenga que responden a los “lobos” de Wall Street.
El Presupuesto tuvo groseros errores y varios dibujos. Gerardo Zamora le recriminó a Caputo: “Ustedes deliran. Piden un ajuste de US$60.000 millones”. “Toto” respondió: “solo fue un giro discursivo”. El ministro asumió así tamaño disparate.
Le erraron por US$40.000 millones. Dicen que la equivocación de Milei tuvo origen en el Palacio de Hacienda. Toto no irá a defender el Presupuesto. Tiene un “síndrome” a causa de sus últimas participaciones en el Congreso: teme ataques por su gestión con Mauricio Macri.
La Casa Rosada armó “un escudo protector” en el Parlamento. Un interbloque que defienda los vetos y –eventualmente– obture juicios políticos. Fue fruto de una ardua tarea, donde machacó Patricia Bullrich. Pato integra la “mesa política” y enloquece a Mauricio Macri. Se odian y se operan. Milei disfruta la pelea. Este concentrado en noviembre. Podría tener una alegría: Giorgia Meloni podría aterrizar en Buenos Aires.