24 noviembre, 2022
Ojo, que a Seguro se lo llevaron preso… Dicen que Gustavo Mac Karthy no va a invertir demasiado en publicidad pero si lo suficiente como para ponerle pimienta a las redes, apostando a que ‘en Trelew, lo que hay se cae a pedazos y será bastante fácil ganarle a cualquier bendecido por el oficialismo’, palabras más menos del círculo rojo del exintendente y vicegobernador.
Por eso lo estaría asesorando la hija del finado Mario Das Neves en su campaña para la Intendencia: Mariví conoce muy bien a parte de la oposición porque viene de hacerle el marketing a Maderna, y comulga también con otros sectores. Demás está decir lo que le gusta guerrear a la hija del ex trigobernador y el tono que considera efectivo en términos políticos, algo que ya lo empezó a complicar al impoluto Gustavo Mac Karthy.
Es que después d etratar de cultivar un perfil bajísimo y siempre peinado, los posteos y lo que suben en sus redes bajo la consigna #VamosALoSeguro se podría decir que es bastante burdo, hasta con un doble sentido desagradable, demasiado lineal, y ‘garpa’ poco y nada en términos de fidelización política.
Un ejemplo fue la titulada «Vamos a sacar la basura de Trelew», un flayer que muestra bolsas negras con música tétrica, donde podría haber basura de la convencional turada fuera de lugar pero también referir a ‘deshacerse’ de algo o alguien de manera violenta. Atrasito nomás le pegan la cara (no menos tétrica) de Cukito con filtros violetas hablando, pero sin decir palabra. Otro susto, porque generalmente el que no aclara antes, oscurece después, dice el refrán del buen votante.
https://twitter.com/cgmackarthy/status/1595393340199297024
En fin, el razonamiento del marketing agresivo es que ‘no importa si hablan mal del candidato, lo importante es que hablen’. Una lógica que podía soportar un temperamento como el de un candidato como das Neves, pero difícilmente el de un Mac Karthy, cuyo estilo es mucho más académico y conciliador engominado.
Por supuesto sobraron las críticas en la red del pajarito sobre las que reproducimos algunas como para no censurar la opinión popular sobre el impacto de la generosa producción comunicacional: