‘No se entiende lo que dice’

Al gobernador Mariano Arcioni le cuestionan que no se le entiende lo que dice, y no por uso de barbijo solamente. Hoy salió al cruce del escándalo por el video de la policía ‘antipiquetera’ y consideró como una “estrategia política en tiempo de campaña” la viralización del video de la Policía del Chubut. Pero no dejó claro si le apuntó a Massoni, al Jefe de la Policía, a los policías que cantaron la arenga, a quienes difundieron lo que sucedió grabándolos, o a quienes rechazaron de plano el contenido.

Lo cierto es que si está claro que se trató de un intento de despegue tras el cuestionamiento formal del propio gobierno nacional a través de una carta que le envió el Ministerio de Seguridad.

Lo cierto es que Arcioni lamentó que “todavía se quieran utilizar este tipo de prácticas porque van en perjuicio de las instituciones y de la credibilidad (sic)”.

Paradógicamente la mayoría de los medios interpretaron que el propio Massoni utilizó el video para catapultarse al ruedo tras la confirmación de su candidatura y marcar diferencias con la política de Seguridad nacional.  (Ver https://www.lapoliticaonline.com.ar/nota/135653-el-ministro-de-seguridad-de-arcioni-contra-frederic-no-puede-frenar-un-corte-de-vias/)

Si fuera así, no está claro a quien cuestiona Arcioni por el uso de campaña de tamaño contenido.

Tratando de explicar lo inexplicable, el gobernador trató de tomar distancia y planteó un razonamiento superador del debate como si se hubiese tratado de un ‘armado’ ajeno a su gobierno: “Quiero transmitir al ciudadano de la provincia del Chubut que tiene una Policía que trabaja a diario y arriesga su vida para el cuidado de los derechos de todos, entonces no me parece acertado este tipo de estrategias políticas, al contrario, me gustaría tener mucha más ayuda para combatir los flagelos que hoy estamos viviendo. Las calumnias es el negocio de los ruines, carecen de propuestas”, señaló el mandatario provincial, redoblando la apuesta discursiva pero sin aclarar en definitiva si aprueba o reprueba los cánticos de sus subordinados.