29 noviembre, 2020
Hace cuatro meses que la demanda de nafta y gasoil está estancada y se vende un 20% por debajo de febrero. Plantean que se trata de una nueva normalidad que habría llegado para quedarse.
El dato lo aportaron los expendedores agrupados en la cámara CECHA, quienes sospechan que esta «nueva normalidad» llegó para quedarse. El presidente de la cámara, Gabriel Bornoroni, señaló que con esta tendencia, recién en diciembre de 2021 se podrían observar los valores previos a la pandemia en cuanto a los volúmenes de comercialización.
«La gente sigue haciendo home office, los chicos no van al colegio y se sale menos a cenar», indicó Bornoroni como algunas de las razones principales que traban el regreso a la normalidad para el sector. «Eso impacta directamente en ventas de combustibles», confirmó.
La progresiva quita de restricciones a la circulación ayudará a recuperar al sector y la llegada de las vacaciones puede ser un gran impulso, ya que quienes habitualmente viajaban al exterior esta vez harán turismo interno, se anticipan los expendedores.
Después del último aumento de nafta y gasoil, los estacioneros comentaron que los precios quedaron unos 6 puntos «por debajo del equilibrio». Esta brecha podría ser cerrada antes de fin de año, ya que es probable que se aplique un último incremento a mediados de diciembre.
Entre agosto y noviembre los combustibles subieron un 14% en promedio. Los dueños de las estaciones de servicio dispararon que «comparado con otros rubros, las naftas también subieron menos que los alimentos (31,85%), la indumentaria (49,3%), equipamiento para el hogar (30,4%) o el transporte (22,9%)».
«Incluso dentro del sector alimenticio, el aumento fue mucho menor que la leche (17,9%), el pan (21,8%), la carne (30,4%), las frutas (44,46%) o las verduras (103,3%)», plantearon. Por eso, según su lectura, «las naftas se abarataron casi 10 puntos frente a la inflación».
La CECHA, por otra parte, lamentó que el Gas Natural Comprimido (GNC) quedó afuera del Plan Gas 2020-2024 y revelaron «preocupación». Es que desde el año que viene deberán negociar los contratos directamente con las productoras para comprar el gas en boca de pozo, en vez de a las distribuidoras, que solo venderán el producto a los usuarios residenciales y a los comerciales.
«El GNC es económico. Da alivio a los taxis, al remis, al transporte y a todos los que trabajan. El Gobierno dijo que iba a incentivar su consumo», resaltó Bornoroni.
«El volumen de GNC, por su parte, cayó 61,6% entre febrero y abril, se recuperó 72,7% entre abril y julio, y continuó creciendo muy lentamente desde entonces, apenas un 4,9% hasta octubre. Para graficar, es tan lenta la recuperación que recién en septiembre de 2022 volvería a los niveles prepandemia», indicaron para este segmento.
*CECHA, RN