El estoicismo ya promovía tres siglos antes de Cristo que ‘nada es bueno ni malo’: lo importante no es lo que nos sucede, porque es inevitable y es neutral, y la forma que tenemos de interpretar y afrontar cada situación
Por Beatríz Beneitéz Burgada
Los estoicos pensaban que la vida era compleja y agotadora, por eso crearon reglas para mantenerse en el ‘camino correcto’. Esta escuela de vida fue fundada por Zenon de Citio en la antigua Grecia, identifica el bien con la vida virtuosa, lejos de las pasiones. En sus inicios, mantiene cierto contacto con algunas concepciones religiosas orientales y, en su tiempo, tuvo gran influencia política y moral.
Hoy, representa una de las corrientes filosóficas más importantes y su influencia se deja ver en la corriente cognitivo conductual de la psicología.
Sus principios y las prácticas que propone para lograr la felicidad, son aceptados por muchos. El estoicismo está de moda. Cada situación, por adversa que parezca, tiene una explicación y todo se funde en el orden cósmico; la inteligencia de cada ser humano es una partícula de la razón universal y la forma de alcanzar la felicidad es vivir en sintonía con la razón que gobierna el universo. No podemos cambiar lo que sucede, pero sí el modo en el que lo afrontamos y en eso consiste la libertad.
Defiende que todo está ligado, propone vivir de acuerdo a la razón, aceptando lo que el destino depare
El estoicismo defiende que todo está ligado, propone vivir de acuerdo a la razón, aceptando lo que el destino depare y tratando de eliminar las emociones negativas, como el miedo y el odio, para desarrollar las positivas (amor y alegría), y mantenerse imperturbable con ausencia de deseos y temores, lo que se denomina ataraxia. Porque la verdadera felicidad, depende de cada uno de nosotros.
Crisipo de Solos, Epicteto y el emperador Marco Aurelio, que dejó para la historia su obra Meditaciones, son algunos de los estoicos más relevantes de la época. Dos mil años después, esta forma de entender la vida regresa con fuerza. Quizá, precisamente, porque estamos rodeados de cosas que no podemos controlar y necesitamos abrazar lo que sí podemos mantener bajo control: nuestras acciones y nuestro pensamiento.
Séneca
Principios que siguen de actualidad
Muchos principios del estoicismo siguen siendo útiles en nuestro mundo. Por una parte, responden a la eterna búsqueda de sentido y, por otra, contribuyen a aportar coherencia a cualquier ámbito de la vida. Por eso esta filosofía cuenta, cada vez, con más seguidores. Muchos de los principios diseñados por los padres del estoicismo continúan vigentes hoy. Estos son algunos de ellos:
Las máximas de ayer y de hoy
1- Recuerda que morirás. La vida es finita, vive el momento presente, no dejes nada para después. Valora lo que tienes, cuida tu compañía, habla despacio.
2-Reconoce tus errores. Trabaja en tus áreas de mejora. Equivocarse no es importante, sí lo es rectificar, buscar soluciones y trabajar en la mejora continua, obtener un aprendizaje de cada error cometido.
3-Somos iguales. Los humanos no somos tan diferentes, compartimos sentimientos y emociones. Y todos somos parte de la misma esencia. Practicar la empatía es saludable. Sé estricto contigo mismo y tolerante con los demás.
4-Nada es bueno ni malo. Lo importante no es lo que nos sucede, que es inevitable y neutral, sino la forma de interpretar y afrontar cada situación. Es cuestión de perspectiva. Lo que sucede, conviene. Lo importante es comprender, utilizando la razón, averiguar qué podemos hacer y aceptar sin resistencia lo que no depende de nosotros.
5-No sufrir por lo que no ha ocurrido. Puede pasar cualquier cosa, pero si no ha sucedido, no te adelantes y no anticipes un dolor que, quizá, no llegue. Y que, si llega, será inevitable.
6-Escribir un diario. En opinión de los estoicos, dedicar un tiempo cada día a reflexionar por escrito, es un buen hábito, que ayuda a reflexionar sobre las acciones de cada día y a estar más vigilantes con nosotros mismos.
7-Contacto con la naturaleza. Respirar aire puro, pasear por el entorno, disfrutar del aire libre y contactar con nosotros mismos, una forma eficaz de aquietar la mente.
8-Trabaja con efectividad. El trabajo constante y humilde es el camino hacia la mejora. Trabaja cada día, construye lentamente. No procrastines.
9-Necesitamos muy poco. Tenemos mucho más de lo que necesitamos, hacemos y decimos más de lo necesario. Sería bueno cuestionarnos esto, dispondríamos de más tiempo para lo que sí es esencial y de más tranquilidad. Elimina lo que no sea necesario.
10-Abraza tu destino. Que las cosas no salgan como quieres no significa que salgan mal. Encuentra un aprendizaje en cada experiencia que creas negativa. En realidad, no lo es. Lo negativo es tu actitud y la puedes cambiar. No desaproveches las experiencias.