13 marzo, 2021
VECINOS ATACARON EL VEHÍCULO A PIEDRAZOS CUANDO EL PRESIDENTE INTENTABA RECORRER LA ZONA, LUEGO DE UN IMPREVISTO 'CAMBIO DE ITINERARIO'
Por Trivia Demir
A la llegada del Presidente a Chubut, se produjeron incidentes con manifestantes a los que la seguridad casi no pudo contener. Atacaron violentamente con golpes y piedrazos el vehículo al cual ascendió Alberto Fernández con su comitiva. Los incidentes se verificaron en dos ocasiones. La primera fue justo luego del aterrizaje, en el trayecto hacia el centro de operaciones de Lago Puelo.
La segunda, en el trayecto del Presidente desde ese centro, donde estuvo reunido con autoridades y periodistas, hasta la camioneta, que fue caótico y a duras penas la custodia pudo evitar una agresión directa a su persona. Producto del ataque, una camioneta de Parques Nacionales y otra de la Policía Federal sin identificación sufrieron roturas.
El mandatario nacional llegó este sábado al aeropuerto de Bariloche e inmediatamente se subió a un helicóptero para trasladarse hasta la localidad chubutense de Lago Puelo, una de las más afectadas por el brutal siniestro, y donde se verificaron los incidentes.
La visita se produce en un territorio al límite de la paciencia social. Por un lado con una crisis económica y financiera sin precedentes. La mitad del ex gobierno y una parte del actual bajo investigación judicial, y una crisis política inédita desde el comienzo de la gestión de la alianza gobernante con el PJ provincial que partió en principio al Ejecutivo y ahora logró compartimentar al Legislativo, con efecto incertidumbre en el Judicial. Como si fuera poco las comunidades vienen soportando una ajuste permanente pese a tratarse de la cuarta provincia en términos de aportes de ingresos a las arcas nacionales a través de sus recursos exportables. Se suma un hastío de conflictos, con más de tres años sin clases, los empleados públicos permanentemente en guerra campal y aun con más de dos masas salariales adeudadas desde hace casi un año, y ahora una grieta peligrosa agitada por un debate parcializado sobre la posible zonificación minera. Como corolario se desataron un sinnúmeros de incendios presuntamente intencionales que no se sabe de cuál de esos frentes surgen, que golpeó con dureza a las comunidades cordilleranas y a lo que iba restando de paciencia pública.
O sea, un combo demasiado peligroso como para venir con un relato centralista aunque contenedor, y una visita guiada de un par de horas acompañado por su pareja en fin de semana. Más menos ese fue el cuadro de recepción de la visita de Alberto a una verdadera ‘zona de desastre’.
De hecho, el jefe de Estado viajó a la zona junto a una comitiva integrada por la primera dama, Fabiola Yañez, los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y los secretarios general de la Presidencia, Julio Vitobello, y de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
La comitiva oficial había aterrizado en una cancha de fútbol de Lago Puelo y, en el momento en que se encaminaban hacia los vehículos para dirigirse al centro de operaciones de la emergencia por los incendios para reunirse con las autoridades, se verificaron los primeros ataques e insultos por los manifestantes.
La agresión contra el vehículo presidencial guarda similitudes con un episodio análogo sufrido en 2016 por el entonces primer mandatario, Mauricio Macri, en una visita a la localidad de Mar del Plata, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal, cuando el auto oficial que los trasladaba fue agredido por militantes políticos y referentes sociales cercanos al kirchnerismo que atacaron a piedrazos el vehículo.
Macri no se perdió la posibilidad de confraternizarse, aunque evidenciar el tema y de paso despegarse del hecho al subir de inmediato un mensaje de repudio a lo ocurrido con Alberto Fernández en el sur: “La violencia nunca es el camino. Repudio lo sucedido hoy en Chubut durante la visita del presidente. Cualquier diferencia tiene que ser resuelta por la vía del diálogo”, escribió en su cuenta de Twitter.
Frente a los reclamos de un ‘estado presente’ , mucho de ello basado en la falta de prevención de catástrofes ígneas (Ver nota sobre déficit presupuestario para el Plan de Manejo del Fuego 2021 https://chubutline.com/13339-2/ ), Fernández anunció a los intendentes de las localidades de Lago Puelo, El Hoyo, Cholila, El Maitén y Epuyén, inversiones en viviendas, obras públicas y asistencia financiera, además de ayuda económica directa para beneficiarios de asignaciones, jubilados y pensionados.
“Necesitamos que la gente mientras tanto tenga dónde vivir, ver cómo recuperar su trabajo y también realizar las obras de infraestructura que han quedado dañadas: luz, gas, agua”, afirmó el mandatario luego de haber realizado un sobrevuelo por la zona de Lago Puelo.
En esa línea, enfatizó: “Vine a escuchar a la gente, a ponerme a disposición y a trabajar con todos para que esto se resuelva rápidamente”. Y puntualizó que “la única preocupación que tenemos es quitarles a los argentinos que viven en esta zona la situación de angustia que están viviendo hoy”.
Los funcionarios a cargo de la custodia de Alberto Fernández debieron modificar la agenda prevista en la localidad de Lago Puelo, luego de los incidentes y se canceló una conferencia de prensa que se iba a realizar en la escuela provincial 108, ubicada a metros del municipio de Lago Puelo.
El mandatario nacional aterrizó en una cancha de fútbol perteneciente al complejo deportivo del municipio local y abordó un minibús de Parques Nacionales para trasladarse hasta la zona del incendio.
Pero en cuanto la caravana intentó abandonar el predio deportivo, se produjeron los enfrentamientos, protagonizados por vecinos de la localidad e integrantes de un grupo identificado con el sindicato de la construcción – UOCRA- que viajó en un micro desde Bariloche.
Algunos vecinos focalizaron su disgusto ante el proyecto de megaminería que avala el gobernador de Chubut, quien formaba parte de la caravana. Al grito de “No es no” y con pancartas haciendo alusión a su rechazo a la iniciativa, vociferaron insultos contra la comitiva, momento en el que se produjeron los incidentes
El hecho, bochornoso y repudiable por el uso de la violencia, mostró la vulnerabilidad e improvisación del despliegue que manejó la visita presidencial. La noticia fue otro golpe a la golpeada imagen de Fernández que viene con una fuerte caída en las encuestas tras el escándalo del Vacunatorio Vip.
El ministro de Seguridad, Federico Massoni, salió a despegar responsabilidades provinciales y aseguró que la Policía del Chubut envió 130 efectivos policiales para colaborar con la seguridad del presidente Alberto Fernández en su visita a Lago Puelo, aunque advirtió que dicha tarea se efectuó en base a “un itinerario que luego se modificó y no se notificaron los cambios”.
Massoni brindó una conferencia de prensa en la sede de la Jefatura de Policía del Chubut, acompañado por la cúpula de la fuerza de seguridad, y explicó los alcances del operativo de seguridad desplegado por la visita Presidencial.
Confirmó además que hay una actuación judicial y una investigación sobre los videos del momento de los incidentes, para determinar las identidades de los participantes y sus responsabilidades.
En ese orden, sostuvo que “siempre en la visita de un Presidente la responsabilidad de la custodia es de la Casa Militar, y la Policía del Chubut colabora cuando se le solicita”.
“En este caso, aunque no nos pidieron nada, enviamos 130 efectivos policiales, que se destinaron a cubrir el itinerario, que directamente llevaron al presidente Fernández y al gobernador Arcioni a la boca del lobo. Se modificó el itinerario y no los notificaron”, explicó.
Massoni afirmó que lo ocurrido es “una página oscura que no tiene perdón” y detalló que fue protagonizada por “30 energúmenos, esa no es la gente de Chubut, encabezados por un funcionario de Sánchez, el director de Hábitat de Lago Puelo”. “Ellos generaron los hechos violentos”, precisó el ministro de Seguridad tirando una fuerte acusación.
Insistió Massoni en que había un itinerario “que luego se modificó sin notificar los cambios” y reveló que mantuvo una comunicación con la ministra de Seguridad, Sabrina Frederic, advirtiendo que “ella tampoco sabía que iban a modificar el itinerario, no le habían informado”. Un dato que sumaría más intriga a la ya desbordada interna política nacional y provincial.
Más allá de la desafortunada situación, el hecho invita a repensar la política a la luz de la multiplicidad de conflictos y frente a las escasas soluciones que percibe el grueso de la sociedad, sobre todo en un año electoral. Habrá que ver…
*IB, NA, LN, propias