24 septiembre, 2022
La vicepresidenta apuntó al senador del PRO porque uno de sus asesores defiende al presunto líder de «la Banda de los Copitos». Torres lo habría despedido al tiempo que rechazó las «teorías conspiranoides»: «Buscan darle épica a una banda de loquitos»
«Nacho» Torres enredado en el ataque a Cristina: separó a su asesor y rechazó las ‘teorías conspiranoides’ del oficialismo
Ignacio Torres terminó involucrado en el atentado a la vicepresidenta CFK, luego de que un asesor suyo asumiera la defensa del sindicado líder de la «banda de los copitos».
El senador nacional del PRO rechazó las «teorías conspiranoides» que se esbozan desde el kirchnerismo respecto al atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner, y afirmó que buscan «darle una épica a una banda de loquitos».
Los vínculos entre los abogados de la “banda de los copitos” y el PRO dejaron un resquicio importante para que se politizara aún más el ataque a Cristina.
La diputada por San Luis Karina Ethel Bachey, de la bancada amarilla, tiene en su equipo de asesores a la abogada de Gabriel Carrizo, Brenda Salva.
Bachey se enteró el domingo de que a su asesora le “había llegado el caso de la banda de los copitos”. Igualmente decidió mantenerla en el cargo porque ella “es fan de la libertad de trabajo”, cosa que no hizo Torres que despidió a su asesor por considerar incompatibilidades.
Mientras que el senador por Chubut, Ignacio Torres (PRO), que integra la comisión bicameral de Seguimientos de Servicios de Inteligencia, tenía entre los suyos a Gastón Marano, el otro abogado de Carrizo, que tenía vínculos en la Embajada de los Estados Unidos.
Marano llegó a la comisión como “especialista en inteligencia”, propuesto por Torres. Sin embargo, el propio Torres confirmó a medios nacionales que ya lo despidió a Marano. «Hablé con Leopoldo Moreau (presidente de la bicameral) y le pedí que lo echemos» de la comisión, afirmó el diputado a este medio.
El doctor Gastón Marano, abogado defensor de uno de los «Copitos» y asesor de Ignacio Torres en el Senado,
«Hay un sector que siente la necesidad de darle una épica o un relato muchos más sofisticado al que hoy se ve realmente de esta banda de delincuentes que hasta son incluso muy marginales, se nota que son una banda de loquitos», sostuvo el representante de Chubut en la Cámara alta.
De esta manera, el legislador se refirió a las palabras de la titular del Senado acerca del hecho de que uno de los abogados que defiende al sindicado líder de la «banda de los copitos» se desempeñó como asesor suyo en la Comisión Bicameral de Fiscalización de Organismos y Actividades de Inteligencia.
«Sus abogados defensores eran asesores de un senador de la Nación, alguien que se sienta a 20 o 30 metros míos. La asesora de otra diputada… Me siento un tanto en estado de indefensión», expresó Cristina Kirchner al realizar su defensa en el juicio oral de la Causa Vialidad.
En diálogo con Todos Juntos, el programa que conduce Fernando Carnota en Radio Rivadavia, el senador chubutense acusó al oficialismo de querer «poner un aura de misterio detrás (del ataque) con teorías conspiranoides».
«Lo más peligroso es que se tiende a banalizar un intento de magnicidio tratando de partidizarlo o sacarle rédito político, lo cual es muy miserable tanto de quienes hacerlo desde el oficialismo como desde la oposición», alertó Torres.
Por otra parte, el chubutense criticó la media sanción que obtuvo el proyecto de reforma de la Corte Suprema en el Senado y afirmó que «es una agenda totalmente disociada de lo que le interesa a la Argentina».
«Lo grave es que no se puede salir de ese esquema desde principios de año: siempre caemos en la misma agenda de revanchismo judicial o proyectos tribuneros que son más mensajes para el internismo del Gobierno que hablarle a la gente», lamentó.
Y añadió: «Hasta el momento no se ha podido consensuar una agenda parlamentaria, ni siquiera lo que en su momento pidió el flamante ministro de Economía, Sergio Massa».
El legislador del PRO indicó que «lamentablemente cada vez es más difícil generar una agenda inteligente y de desarrollo y se cae siempre en lo coyuntural, que en este caso tiene que ver con un revanchismo judicial».
«Se podría haber trabajado realmente en un proyecto consensuado, con un dictamen unificado, porque ninguno puede después nombrar los jueces porque se necesitan dos tercios. El apuro del tratamiento tiene que ver más con marcar una agenda que con un proyecto que le sirva a la Argentina», concluyó Torres.
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