25 noviembre, 2024
¿Quién fue el filósofo alemán y místico luterano del siglo XVII Jacob Böhme? ¿Qué tienen su obra en general y su libro «Mysterium magnum» como para haber influido de manera tan decisiva en Goethe, Newton, Schelling, Schopenhauer o Heidegger?
Por Alejandro Massa Varela*
La editorial Atalanta pone en librerías la primera traducción al español de Mysterium magnum, la obra cumbre del filósofo alemán Jacob Böhme, chispa mística de la reforma luterana.
Un esmerado trabajo de Francisco Albarracín para la colección Memoria Mundi, el rescate de una perla abandonada en las tinieblas de la noche y la muerte que se une a las dos únicas versiones fuera de la original teutona, una inglesa de 1654 y una francesa de 1945. Pero ¿cuál ha sido la importancia de Böhme para la introspección protestante, la metafísica en las riberas del Rin, el romanticismo, el expresionismo y la aventura universal del pensamiento?
Estrenando el siglo XVII y mirando por la ventana de la “sola fide”, la sola fe del luteranismo, Böhme habría coincido en un instante con la denudes de toda la secrecía del universo. No miró por una ventana que da afuera, al mundo limitado por los secretos, sino por una ventana hecha del reflejo de un rayo de sol, iluminada la concavidad de una vasija de estaño. Rodeado de luz divina durante siete días, Dios no se le manifestó, sino su donación total hasta ser nada:
El gran abismo sin fondo que hay en todas partes.
Esta perfección es imposible para un ser entre los seres, no es una característica, sino una nada que engendra engulléndose eternamente, dejándonos ser divinizándonos, haciéndonos necesidad de no ser nada, de no ser Dios, buscándolo sin proponérnoslo, a través de obras o acciones, siendo cada alma la fe misma, de la gracia que mana de una oscuridad que solo lo oscuro soporta. Anti-theosis o creación en la creación del theos, “θεός”, la mirada y los ojos de la nada.
Toda la obra de Böhme es un intento de descifrar el sentido de sus experiencias, un tratado lógico de la mística y la magia, definido por Friedrich Schelling como aparición milagrosa en la historia del espíritu humano, y en particular del alemán, por influencia decisiva en Tieck, Novalis o Goethe. Para Para Martin Heidegger fue, junto al católico Eckhart, la autoría metafísica de la filosofía alemana, y Arthur Schopenhauer se sirvió del Dios de Böhme para escribir sobre la Voluntad de vivir, “Wille”, la voluntad de la nada de no ser nada en todas las apariencias:
El mundo es mi representación… voluntad de representación… nadie puede salirse de sí mismo para identificarse directamente con las cosas distintas a sí. Todo aquello de que se tiene conocimiento cierto e inmediato se encuentra dentro de su conciencia.
Paracelso, la tradición hermética y la Cábala nutrieron Mysterium magnum y la originalidad toda de esta obra que intentó el encuentro entre la religión que mira la eternidad y el método científico que permitió definiciones y hallazgos nunca antes conocidos. Los escritos de Böhme son la búsqueda de una teoría o lenguaje universal. Quizá por eso tocarían el alma de Isaac Newton o de Vasili Kandinski. Esoterismo de la fe, Voluntad no individual, sino de vivir, de vida, de ser.