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10 diciembre, 2024

Mona con sable

La lucha narco parece agudizarse con el oficialismo y comienzan a reaccionar las bandas por ahora con amenazas, pero recurrentes. Tras el video que circuló la semana pasada contra Bullrich, ahora el que  amenazó ‘fuerte y claro’ fue el delincuente «Guille» Cantero condenado ya a más de 130 años de cárcel por diferentes crímenes vinculados al narcotráfico.

“Lo voy a esperar en la puerta de su casa y lo voy a cagar matando”, señaló el líder la la banda narco “Los Monos” refiriéndose a un agente condecarado por el Gobierno. La bronca del líder narco es que ya presentó más de 10 hábeas corpus en los que decía autopercibirse mujer para «recibir visitas de hombres” y poder reunirse con familiares y otros laderos, pero la justicia se lo niega, y como si fuera poco el Gobierno anunció que prohibirá el traslado de presos por estas cuestiones.

Cantero amenazó a la ministra de Seguridad de Nación, Patricia Bullrich, y a los agentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) que fueron premiados por el presidente Javier Milei en noviembre pasado, según señala un acta de ese organismo.

“Cuando mis hijos no quieran venir y yo esté enojado, voy a ir a buscar al que le dieron el sable y lo voy a esperar en la puerta de su casa y lo voy a cagar matando”, expresó Cantero durante una presentación ante agentes de la cárcel federal de Marcos Paz, donde está alojado.

Según indicó Rosario3, el informe interno dado a conocer por un matutino porteño manifiesta que la expresión de Cantero está relacionada con el acto que encabezaron Milei y Bullrich en la Casa Rosada a fines de noviembre cuando le entregaron sables a oficiales de las fuerzas federales de seguridad.

Durante ese evento, Milei anunció que prohibiría el traslado de presos por cuestiones de género y se refirió puntualmente al caso de «Guille» Cantero con nombre y apellido, quien, según Bullrich, presentó diez hábeas corpus en los que decía autopercibirse mujer para «recibir visitas de hombres”.

Cómo terminará este enfrentamiento, no se sabe. Pero que el narcotráfico no da tregüa y mantiene agazapada parte de su enorme estructura y poder de fuego, en muchos casos en connivencia con los poderes de turno en zonas de frontera, no hay ninguna duda.